ASALTO A LA TIERRA PROMETIDA

Dolor...

Una sensación que nadie quiere experimentar, algo que nos recuerda lo frágiles que en realidad somos.

Pero, ¿dolor en un mundo virtual?, ¿en un lugar donde no debería existir en dolor?

‒Hugh ‒se oía una queja en la oscuridad.

Una figura avanzaba dando tumbos por una cueva cerca de la cordillera central.

Aquel extraño personaje caminaba lentamente, tomado de su brazo, el cual ya no existía en este mundo, provocándole un gran dolor al caminar.

‒Ese maldito ‒dijo quejándose por lo bajo‒. Si tan solo le hubiese atacado yo, no estaría así, y el estaría ya desconectado

A cada paso que daba, un rastro de sangre fresca se marcaba en el camino, la cual brotaba de su inexistente brazo, manchando su armadura de rojo.

Su HP se drenaba rápidamente, a un ritmo crítico. Su barra estaba por debajo del 40% de su totalidad, y decaía un 1% cada tres segundos que pasaban. A este paso, moriría en aproximadamente 2 minutos, acabando con su calvario en este mundo.

‒... ¡Te mataré Ritesk!, ¡lo juro que te mataré! ‒gritó.

 Su voz se perdió en el horizonte.

*****

‒ ¿Qué demonios está pasando aquí?

Nova se encontraba cerca de la entrada este de la cordillera central, esperando la aparición de los invasores en su campo visual.

‒Me estoy aburriendo, Nova

A un lado de este, había otro jugador apostado, cuyo nombre de usuario era “Kill78”.

‒Tranquilo Kill, estos tipos llegarán aquí, no hay otra forma de pasar por este lugar, ya que solo existen cuatro entradas, y, si no mal recuerdo, Gallet está en la oeste, mientras que Ritesk se encuentra en la sur ‒explicó tranquilamente Nova.

‒Pero, eso nos deja la puerta norte descubierta…

‒Ciertamente no podemos cubrir todo nosotros, pero, hay que recordar que el verdadero juego es entre nosotros, así que no hay que confiar en los demás por ahora

‒Si tú lo dices…

Kill soltó un suspiro profundo ante las declaraciones de Nova, el cual se encontraba muy calmado ante la situación que se desarrollaba en este mundo.

‒Aunque, hay algo que he estado pensando todo este tiempo… ‒comentó espontáneamente Kill.

‒ ¿Acaso puedes pensar?, vaya, me sorprendes ‒contestó Nova con mucho, pero mucho sarcasmo en sus palabras.

‒No me molestes, Nova, esta vez es algo muy serio ‒ dijo Kill.

Su rostro se tornaba oscuro, denotando que él no jugaba ante tales declaraciones.

‒De verdad eres un misterio…

‒No quiero oír eso de alguien como tu

‒Eso en verdad duele

‒Oye…

‒ ¿Ahora qué Kill? ‒respondió Nova sin entusiasmo en sus palabras.

‒ ¿Qué es eso de allá? ‒mencionó Kill mientras señalaba un punto en el horizonte ante sus ojos.

‒ ¿Ehh?

Nova tomó rápidamente unos binoculares que se encontraban a un lado de este, poniéndoselos en su solo movimiento, ampliando ese punto de su rango visual sobre el horizonte.

‒ ¿Oh?, así que ya han llegado, esto se pondrá interesante Kill, prepárate

‒Claro

Kill tomó su arma, apoyándola sobre su bípode montado en el cañón de su arma.

‒Enseñémosles cómo se hace esto

Nova tomó de igual forma su arma, acomodando su mira casi telescópica en su lugar.

Acto seguido, ambos se tiraron pecho-tierra, adoptando posición de francotirador ante la llegada de algo cerca de su posición.

‒Que empiece la cacería

‒Si…

*****

‒Estos son tan incómodos

Ritesk estaba justo en entrada sur, tal como Nova lo había dicho, pero, en este caso, este tipo no estaba aquí solo de vacaciones, sino que estaba esperando al próximo desembarco en tierras del sur.

‒Como tardan esos tipos

El tipo se sentó en una roca cercana, cruzando sus brazos ante la falta de acción en su zona, provocada por la rápida exterminación de los invasores por su propia mano.

‒Bueno, creo que iré al centro un rato

Ritesk se inclinó hacia atrás, para luego dar un salto hacia enfrente, similar al movimiento para levantarse sin usar las manos en el proceso.

Acto seguido, se encaminó hacia la puerta, la cual se encontraba a unos 200 metros de su posición.

Con cada paso que daba, una pequeña nube de polvo se levantaba consecuentemente.

‒Esto me empieza a fastidiar

Ritesk entró al centro de la arena, al lugar llamado por algunos “la tierra prometida”, debido a su valor estratégico en la fase del juego en que se encontraban.