UN NUEVO JUGADOR

La noche ya había caído, inundando a toda la arena en la densa oscuridad que esta traía, opacando el campo visual de los jugadores dentro de este lugar.

Cerca de la entrada Oeste de la cordillera, un jugador yacía tendido en la piedra, completamente desmayado, debido a que otro jugador le proporcionó un buen golpe, lo que lo puso en estado de desmayo por un tiempo.

 El viento que corría movía ligeramente su vestimenta negra, la cual estaba un poco manchada de rojo, y en algunas partes, tenía hoyos de impacto de bala.

En verdad se encontraba en muy mal estado, pero, eso no importaba en este mundo, ya que la única preocupación de todos aquí es sobrevivir el mayor tiempo posible ante todos los embates de los demás jugadores.

Solo restaban 8 de ellos, ya que, hacía un poco más de 3 horas, 2 de los últimos 10 jugadores había caído por la mano de otro, reduciendo un pequeño grupo a un solo integrante, pero, eso no es de mucha relevancia por el momento.

La situación en el centro del mapa era desconocida, lo último que se supo de ese lugar era que un solo jugador estaba apostado en el lugar, “defendiéndolo”, ya que, no teníamos una orden expresa de hacer tal cosa, sino que, la única orden que se había dado era, “elimínense y ganen”, o, en otras palabras, lo único que entendían los jugadores de ONLINE era la ley del más fuerte.

Y, en cierta manera, esto había salvado a algunos de ser eliminados a manos de los invasores, aunque, estos todavía no han sido eliminados por completo del mapa, así que, aún no se puede cantar victoria, no importa cuánto lo deseen.

Pero, eso ya no importa en lo absoluto.

*****

Todo mi campo de visión estaba cubierto por luz, luz de mediodía, ¿cuánto tiempo llevo en este estado?, ¿acaso ya ha terminado todo?

Ya puedo sentir mi cuerpo, así que, ya he despertado.

Trato de moverme lentamente, para evitar una falla en la sincronía de la máquina con mi cerebro, pero, esto es algo que no sucedió jamás en las pruebas.

Apoyé primero mis manos en la piedra sobre la cual estaba acostado, para tratar de levantar mi cuerpo, el cual estaba completamente adormecido.

Parecía como si estuviese haciendo lagartijas en ese momento, aunque, eso no era lo que trataba de hacer, sino, intentaba levantarme lo más rápido que pudiera, para incorporarme a la batalla.

Pero, todo estaba desolado a mi alrededor.

Un frio se extendió por todo mi cuerpo, causando que temblara o que se produjeran escalofríos al sentirlo.

La luz que antes invadía mi campo de vista fue reemplazada por la densa oscuridad de la noche.

Continuaba con mi tarea de levantarme a como dé lugar de ese sitio en el que estaba, ya que, no quisiera encontrarme con otro jugador y que yo no me pueda mover en lo absoluto, así que, poco a poco, me fui poniendo de pie, hasta que, por fin lo logré.

El paisaje ante mí era en verdad sorprendente.

Había unos charcos de lo que creo que es sangre, pero, no creo que sea muy reciente, aunque, eso no era todo lo que había a mi alrededor.

El suelo bajo mis pies parecía un colador, debido a la semejante cantidad de agujeros que había por todo el lugar, bien se podía confundir este lugar con la luna tomando en cuenta la proporción de sus cráteres.

O, quizá, se podía jugar golf sin miedo a fallar algún golpe, aunque, eso le quitaría toda la gracia a ese deporte.

Toqué mi espalda en busca de mi arma, rogando que no se la hubiesen llevado, algo que no sería del todo imposible.

Pero, eso no sucedió, ya que, justo en el centro de mi espalda, una forma grande estaba guardada en una funda especial para ese tipo de armamento.

Mi DTR-8 seguía en su lugar, pero, con menos de 10 balas, no sería de mucha ayuda, a menos que lo usara de manera sistemática contra los demás jugadores, ya que es la arma que produce más daño de todas mis armas, por lo que no estaría de más que la tuviera como reserva en caso de.

Busqué en la funda que tenía en la cintura, checando que mi pistola, la cual usaría como arma principal por el momento, estuviese guardada en el cinturón.

‒Al parecer, todo está en su lugar, menos mal

Tomé la PS de mi cintura, y comencé a caminar por el lugar, en busca de alguien que rondara cerca.

Con el cañón hacia abajo, recorrí el tramo hasta la entrada oeste, sin encontrarme a nadie milagrosamente, ya que no quería entablar una batalla con nadie más, aunque, eso sería casi imposible, ya que necesito acabar con uno que otro para poder ganar este juego de locos.

Y, justo cuando estaba a punto de entrar a la parte central, una lluvia de balas puso fin a mis intenciones de adentrarme en ese sitio, lo mejor sería regresar, ya que, con mi cantidad de balas actual, no les podría hacer frente a ellos, por lo que, es mejor evitar al máximo los conflictos.

Pero, eso no es lo que pensaron los jugadores, los cuales corrieron a mi posición, dispuestos a acabar conmigo en el menor tiempo posible, pero, eso no iba a ser así, sino que, yo los debería de acabar a ellos.