No tengo palabras para describir lo que me haces sentir, y eso es porque ya lo dije y no lo has visto. ¿Por qué querría que leyeras, si nunca sabrás que mi amor incondicional, escrito en letras, es esto? Estúpido el día que te vi; estúpido el día que te escribí y respondiste; estúpido el amor que siento por ti.
Pero no puedo evitar amarte, como el hielo sucumbe al fuego, o cuando el agua disipa las llamas desapareciendo el ardor. Y con vergüenza lo admito, porque no tengo el coraje para decírtelo. Te odio en paralelo, porque soy un breve capítulo de tu vida que fácilmente olvidarás. Estoy angustiada por llegar a tu alma, para que puedas ver el desorden emocional que estoy sintiendo ahora gracias a ti. Estoy perdida en la línea de partida de tus sentimientos, vestida por una infinidad de incertidumbres que me guían por el camino equivocado. No sé la gloria de vivir abiertamente, con la libertad lejos de la falacia cruel y talentosa de su boca. No sé cómo terminará esto, pero sé que si no me voy antes de que comience la destrucción, también seré parte de ella.