Atardecer en el Palacio del Sol

Capítulo 15: Nueva Idea

Selien

Selien se sentía terrible. Sabía que había herido los sentimientos de Baham al decirle la verdad, pero hubiera sido peor si le hubiera mentido.

Si hice lo correcto, ¿Por qué no me siento bien?

Por mucho que Baham le hubiese asegurado que seguirían siendo los mismos, él sabía que no sería así. Su amistad quedaría debilitada después de esta noche.

- Selien, tenemos problemas – dijo Ceres quien había ido a visitarlo.

- Ni me lo digas – murmuró. - ¿Qué pasó?

Los problemas parecían no querer dejarlo en paz. Mercurio estaba sospechando sobre las visitas de Ceres y ahora la estaba manipulando.

- Lo siento mucho pero ya no puedo seguir ayudándote con el plan – se lamentó la diosa. – Lo que me pide Mercurio es imposible.

- Ceres, por favor – rogó Selien. – Podemos encontrar una solución.

- ¿Tienes alguna en mente?

Pensó en múltiples soluciones, pero cada una era más difícil de realizar que la anterior.

- ¡Ya sé! – exclamó. – Ceres, ¿Tienes pensado con quien irás al baile?

- ¿Qué tiene eso que ver con…? – preguntó confundida pero pronto comprendió. – No. ¡Ni lo pienses, Selien!

Le explicó su idea. Mercurio había visto a Ceres salir en dirección al Palacio de la Luna, pero nunca la había visto llegar. De esto Selien estaba seguro ya que los únicos que se atrevían a acercarse lo suficiente a las fronteras de su palacio eran las Estrellas, Universo y Ceres. Dudaba que Mercurio hubiera tenido el valor para asegurarse si el destino de Ceres era efectivamente el Palacio de la Luna.

- ¿No crees que me he involucrado ya bastante en este asunto? Eres mi amigo y te estimo, pero…

- ¿Amigo? – la interrumpió.

- Si… eres mi amigo, Selien. ¿Por qué lo preguntas? Creí que ya estaba claro.

Selien no tenía muchos amigos, solo a Baham. Nunca creyó agradarle a alguien más, por esto le sorprendió que Ceres lo considerara lo suficientemente bueno como para crear un vínculo de amistad.

- Ceres, no tienes que aceptar lo que él te está pidiendo. Niega sus acusaciones.

- Pero seguirá sospechando – indicó.

- Si consigues que te invite como su acompañante para el baile él estará lo suficientemente distraído – explicó. – Así yo podré entrar al palacio sin que lo note y pensará que sus sospechas fueron erróneas.

Ceres lo meditó por un momento. Ella tenía razón, se había involucrado bastante. A Selien no le gustaba ponerla en esta situación, pero no tenía opción.

- Si ese egocéntrico se llega a enamorar de mi en el proceso tú mismo tendrás que quitármelo de encima – advirtió. – Esta bien.

- ¡Eres la mejor, Ceres! – exclamó mientras la abrazaba.

- Lo sé. Ahora suéltame, no me gustan los abrazos.

- Lo sé.

Un problema menos.

- Ceres, tenemos otro problema…

- ¿Qué pasó ahora? – preguntó desanimada.

- Creí tener escogida a la persona que me reemplazaría en mi carro lunar, pero creo que lo arruiné.

- ¿Qué hiciste?

- Probablemente le rompí el corazón.

La puso al tanto de todo. Le explicó quién era Baham, su amistad con ella, el beso, los sentimientos no correspondidos, etc.

- Tu sí que tienes mala suerte.

- ¿Qué debería hacer?

- Aún quedan semanas para el baile. Si no tienes a nadie más de confianza que te ayude es importante que arregles tu relación con ella.

- ¿Y si no lo logro?

- Entonces tendrás que renunciar a la idea de ir al baile.

Selien se dejó caer en el sofá en el que estaba sentado y se cubrió la cara entre sus manos.

¿Por qué todo tiene que ser tan difícil?

- Selien, en estos momentos el corazón de Baham se encuentra destrozado y no va a sanar de la noche a la mañana. Le tomará un tiempo reconstruirse, pero lo hará. Es difícil olvidar, pero no imposible.

- Desearía que la cosas hubiesen sido diferente…

- No puedes lamentarte por lo que ya pasó. No puedes vivir en el pasado si quieres avanzar hacia el futuro.

De nuevo, Ceres tenía razón. Selien había hecho lo correcto al no darle falsas esperanzas a Baham.

- Ceres antes de que te vayas necesito que le entregues algo a Helia.

- Parece que ustedes un día me vieron cara de paloma mensajera y se quedaron con eso – expresó la diosa un poco molesta. - ¿Qué es?

- Una carta.

 

 

 

 



#18663 en Novela romántica
#9153 en Fantasía

En el texto hay: mitologia griega, romance, enemiestolovers

Editado: 20.02.2024

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.