Atemporal-el mejor viaje de mi vida

Capítulo 1

Isabel

Me despierto sobresaltada. Otra vez ese maldito sueño, me digo. Todas las veces que sueño cosas del estilo, siempre es el mismo sueño. Voy al baño para echarme agua para así poder despejarme, mire la hora en el reloj de la mesilla de noche y me doy cuenta de que solamente eran las 4 de la madrugada. Al mirar el reloj me percato de que la luz de notificaciones del móvil estaba encendida, lo cogí y mi mejor amiga, Ariadna; me dijo que si quedamos en la plaza donde siempre a las 12 para así ir juntas al 1º día de universidad. Sin darnos cuenta nos quedamos dormidas mientras estuvimos hablando a lo largo de la noche.

Cuando me despierto ,están mis hermanas (Sara y Laura) sentadas; observándome como si fuera un bicho raro. Sara, mi hermana pequeña, me pregunta:

- ¿Otra vez ese maldito sueño que te pone tan alterada?

- Si- la contesto, todavía algo alterada.

Estamos hablando y riendo hasta que nuestra madre nos llama para que bajemos a desayunar.

Cuando falta poco para llegar a la universidad. Mientras tanto, estamos imaginándonos como puede ser el último semestre, tanto de curso como de carrera; y de repente Ari se para de golpe con su cara que pone siempre cuando se le alteran las hormonas:

- ¿Qué pasa? - le pregunto.

- Mira quien está ahí, está más bueno de lo que recordaba- responde casi babeando.

Miro en la dirección en la que lo está haciendo ella y veo a César el tímido, y sin quererlo el más popular, del instituto.

- ¡Pero si es César! Menudo cambiazo quien le vio y quien lo ve, esto sí que no me lo esperaba- le digo igual o más sorprendida que ella.

- ¿Pero no estaba haciendo veterinaria? -digo sorprendida.

-Por lo que se ve la dejo o bien su día de presentaciones ya fue, pero aún así menuda sorpresa-me dice Ari todavía incrédula.

Pero había un gran problema y nos dimos cuenta de una cosa a la vez ¡¡¡ SE HABÍA HECHO AMIGO DEL GRUPO DE SANDRA Y SUS AMIGUITAS!!! Justamente a las que nadie soportaba y soportará en la vida.

Una semana después, cuando estamos en clase con nuestro nuevo grupo de amigos, Sandra viene a buscar problemas y casi nos enzarzamos en una pelea sino llega a ser por los de mi grupo.

Ya harta de que mis hermanas se pongan pesadas, les cuento todo lo que ha pasado. Desde a quien vi el 1º día de clase hasta la bronca y casi pelea de ese día.

- La madre que le parió- suelta Laura.

- Será hija de puta y César también- perjura mi hermana pequeña, Sara.

- Eso mismo digo y sigo diciendo yo- digo descojonándome de risa.

Nos quedamos hablando hasta bien entrada la madrugada aprovechando que al día siguiente no tenemos que madrugar ya que era sábado.

El lunes por la mañana, en cuanto llegamos a la universidad, Alberto; un chico alto, moreno de ojos negros y grandes, y un cuerpo musculado de gimnasio, se interpone entre Sandra y yo para evitar que me vaya a por ella por lo que me dijo el otro día . Al final de la última clase del día Peter ,el chico mas atrevido de mi clase de biología, nos invita a toda la clase a una fiesta en su casa el sábado que viene.

- Porfa, Isabel, di que vas a ir en lugar de quedarte encerrada en casa como casi todos los fines de semana-dice Max, un chico delgado con pelo negro y ojos azules que resaltan con su piel pálida; dando voz a lo que piensan todos los del grupo en ese momento.

-Di que sí, Isabel- secunda Ariadna a Max.

Ellos sabían perfectamente que no era muy amiga de las fiestas, pero, como muchas veces, consiguen convencerme.

-Está bien, pero con la condición de no irnos a casa muy tarde- digo

- ¿En serio que aceptas? -dice Manu fingiendo sorpresa.

- Siendo la fiesta a las diez, ¿Qué os parece si quedamos en casa de Isabel a las ocho?, ya que nos pilla de camino para ir a casa de Peter- propone Ari.

- Por mí sí- decimos todos a la vez echándonos a reír al instante.

Ya ha Llegado el día de la fiesta y me estoy replanteando ir o no a la fiesta ya que Ari lleva pesada toda la semana con que ropa iba a ponerse pero al final no me echo para atrás ya que les dije que iba. Después de comer subo a mi habitación para elegir la ropa que me voy a poner para ir a la fiesta. De mi armario cogí un pantalón verde del color de la hierba en verano, una camisa blanca algo transparente y una cazadora de un color parecido al de los pantalones de desigual que me habían regalado en mi último cumpleaños. De calzado eligo unas bambas bajas y blancas así pudiendo combinarlas con la camisa.

A las seis y media dejo en la estantería el libro que estaba leyendo, me voy a la ducha directamente y me lavo el pelo. Media hora más tarde salgo, me seco el pelo y a continuación me visto. Me miro al espejo para maquillarme un poco, me pongo algo de base para ocultar las pocas ojeras que siempre había tenido y pintarme los labios dado que no me hacía falta que me pintara la raya del ojo por las abundantes que tengo las pestañas; y decido dejarme los rizos sueltos.

En cuanto escucho el claxon del coche de Alberto, bajo.




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