Capítulo 22

Isabel

-¿Y como pretendes que no este que trine si mucho decirme que siente algo por mi y luego se está besando con la primera que pilla?- la digo cabreada.

-¿Se puede saber qué pasó?-pregunta

-Lo que pasó es que, cuando volvía del linde del bosque, el señorito se estaba besando con una tipeja que estuvo toda la noche pegada a él y él no hizo nada por cortar el beso- la digo realmente cabreada-Y todo esto después de que el susodicho me jurara que sentía algo por mi el muy malnacido.Que vaya a otra con el cuento.

-Ufff, me parece a mi que alguien va a salir de aquí con los pies por delante-dice Dani.

-Y en una caja pino, me parece a mi-termina de decir Diego.

En cuanto Diego acaba de decir eso, siento que alguien me toca el hombro al mismo tiempo que veo la cara de pocos amigos de mi hermano por lo que se inmediatamente de que se trata del malnacido de Alex.

-¿Qué narices quieres ahora?- le pregunta Diego

-¿Por qué no te vas con tu querida ya que la quieres tanto?-le digo con una mirada que menos mal que no matan porque sino ya estaría a tres metros bajo tierra en una caja de pino.

Una vez dicho eso, cojo una copa y me voy al balcón a tomar un poco el aire al mismo tiempo que dejo a un Alex desconcertado y sorprendido por mi reacción pero ahora me da igual la verdad. Se lo tiene bien merecido.

Después de llevar unos minutos aquí y de haberme acabado la copa ya que me la tomé de un trago, noto que alguien se acerca a mi lado quien supongo quien es el cual me lo confirma en cuanto me dice:

-¿Por qué narices te pusiste así?- me pregunta Alex

-¡¿ Y como pretendes que me ponga después decirme todo lo que supuestamente sientes por mi y besarme para después correr a besarte con la primera que se te cruza y encima en la fiesta de mi hermano?!- le reprocho medio gritando ya que estoy realmente cabreada y molesta por todo lo referente a él hoy.

-Cálmate y deja que te explique- me pide Alex

-¿Y como quieres que me calme?-le digo ya gritando sin importarme atraer la atención de todos los invitados- Si siempre me dijiste que lo que sentías por mí era serio,que nunca antes lo habías sentido y que lo que experimentabas era muy intenso que al principio no sabías cómo manejarlo hasta que decidiste aclararte y dar el paso. Que habías dejado de ser un maldito mujeriego y que no te habías fijado en ninguna otra y que te había dado asco como se te había insinuado Sandra. ¿Y todo eso para qué eh? Dime, ¿para qué? ¿Con cuántas más te fuiste y yo sin saberlo hasta ahora? Menos mal que esta falsa ya acabó y me di cuenta rápido de ello porque sino, te juro que habría habido una gran masacre. Más de las ganas que tengo de matarte y después irme por esa maldita y arrancarla cada pelo de su cabeza bien despacio para que sufra.

En cuanto termino de decirle todo eso a la cara y de haberme desahogado, decido entrar a divertirme todo lo que pueda. A fin de cuentas es la fiesta de mi hermano y estoy aquí por él. No por el desgraciado de Alex, que ganas de patearle y dejarle sin pelotas no me faltan.

Nada más llegar donde están los chicos, veo que Joakina se está acercando donde estamos al verme con ellos.

-Por lo que veo le cantaste las cuarenta- dice Joakina en cuanto llega a donde estamos todos.

-Y si nos descuidamos le deja sin hijos- dice Dani secundando a lo que acaba de decir Joakina

-Tampoco fue para tanto- les digo.

-Hombre, tienes que reconocer que ganas de patearle las pelotas no te faltaban-comenta Diego- Se notaba a leguas.

-Si te soy sincera, todavía tengo ganas y bastante- digo, tanto a Diego como a los demás.

-¿Y que vamos a hacer?-pregunta uno de mis primos- Porque tiene que pagar lo que ha hecho.

-Eso es más que evidente- le digo- Dejame pensar que se me ocurre.

-Tú no vas a pensar nada en caliente después de haber discutido con él- dice Joakina- Así que deja que Diego y yo nos encarguemos de eso.

Ya han pasado dos días desde la fiesta de Diego y de la discusión que tuve con Alex por culpa de esa maldita perra del infierno.

Desde entonces llevo evitando estar a solas con Alex porque no se de que sería capaz y mucho de contenerme para llevarlo a cabo por lo que siempre intento estar rodeada de gente. Y si no puedo evitar quedarme a solas con él, siempre me invento una excusa antes de que nos quedemos solos por completo.Solo espero que a Joakina y a Diego se les ocurra algo rápido para hacerle pagar por lo que hizo.

Estoy tan ensimismada en mis pensamientos que no me doy cuenta que la reina se ha acercado a mi hasta que no me toca el hombro a lo cual me sobresalto.

-Perdona si te asuste pero como estabas tan abstraída que parecía que no estabas escuchando nada, decidí tocarte el hombro-se disculpa la reina.

-No se preocupe Majestad-la digo- ¿Qué necesita?

-Necesito que vayas por una cosa que tengo encargada en el sastre y otra en el joyero y no te preocupes ya que sus negocios están juntos - me dice- Y cómo te llevará casi todo el día, come por allí cerca y toma esto para que se lo entregues y sepan que vas de mi parte y que es lo que tienen que darte.