Isabel
Ya hace una semana que decidí darle la oportunidad a Alex. La suerte que tiene es el hecho de que ya se sabe a ciencia cierta cómo ocurrió todo en la fiesta de cumpleaños de Diego.
De momento, hay que reconocer que está todo muy tranquilo lo cual se agradece después de tanto caos y tantos frentes abiertos tanto dentro de las fronteras del reino como fuera de el.
Cuando estoy saliendo de la biblioteca de camino a mi habitación, Joakina se me acerca y me
pregunta:
-Isabel hola,¿podríamos hablar? Es que quería pedirte consejo.
-Si claro-la contesto-Vamos a mi alcoba ( es como se llamaba antiguamente a la habitación) y hablamos más tranquilamente.
Una vez que llegamos a mi alcoba, entramos y nos sentamos en dos sillas situadas entre la chimenea y la ventana entre las cuales se encuentra una pequeña mesita situada cerca de la ventana. Estando sentadas, Joakina me pregunta:
-¿Alguna vez quisiste o deseaste tener algo o a alguien tanto hasta el punto de que te daba miedo?
La pregunta no me la esperaba por lo que me pilla desprevenida y tardo un poco en responderla pero no por ello dejo de ser sincera. En cuanto me recupero, la digo:
-Si te soy sincera, alguna que otra vez tengo esa sensación. Sobre todo cuando lo tengo a mi alcance y precisamente por esa razón tengo más miedo. Y ese miedo se debe a que no quiero perderlo, sobre todo cuando estoy cerca de conseguirlo.¿Por?- Cuando acabo de explicarselo, me doy cuenta de que se sonroja un poco por lo que hace que tenga mis sospechas sobre de que se trate de un chico y me temo de que chico se trata. Pero prefiero que sea ella quien me lo diga cuando se sienta lo suficientemente cómoda para hacerlo.
-¿Y qué hiciste al respecto?- me pregunta Joakina sacándome de mis pensamientos.
-Lo que suelo hacer es ir a por ello cueste lo que cueste y pase lo que pase teniendo presente ese miedo-la digo resolviendo su pregunta- Aún sabiendo que ese miedo está ahí.
-Gracias por el consejo-me dice levantándose de la silla para, a continuación, dirigirse a la puerta-De verdad.
-Ya sabes que me puedes contar cualquier cosa y que estoy aquí para lo que necesites-la digo mientras se aleja hacia la puerta.
-Lo sé y por ello te estoy agradecida-me dice mientras abre la puerta de mi alcoba.
Aunque ella no lo diga, se que habla de mi hermano ya que no es la primera vez que la veo que se le escapa la mirada en su dirección y viceversa.
Cuando acabo de ordenar un poco mi habilitación y de hablar con los chicos y mis hermanas, escucho que llaman a la puerta a lo cual me levanto y me acerco a abrir.
-Hola Diego-le digo nada más abrir la puerta y ver que se trata de él.
-Hola hermanita- me dice Diego- Solo te quería preguntar si hay algún problema en que le pida noviazgo a Joakina.
-Es buena chica así que adelante- le digo-Por mí no hay problema.
-Gracias Isabel-me dice despidiéndose Diego-Descansa.
Nada más decir eso, Diego se marcha y casi al mismo tiempo aparece Alex ocupando su lugar.
Cuando voy a abrir la boca para saludar, Alex me empieza a besar casi con desesperación como si no nos hubiéramos visto en siglos. Mientras nos besamos, terminamos al borde de mi cama medio desnudos. Nos separamos para poder respirar ya que los pulmones no tienen ya aire.
En cuanto recuperamos el aire, volvemos a besarnos pero esta vez apasionadamente ya completamente desnudos.Mientras nos besamos, me masajea un pecho mientras que el otro me lo chupa llevándome al cielo.
-Esto si que es el cielo-digo sin pensar mientras le acaricio la espalda y le clavo un poco las uñas por el deseo.
Mientras Alex sigue con lo que está haciendo, inconscientemente me acerco más a él hasta el punto de que se rocen nuestros sexos al mismo tiempo de que le agarro del pelo.
-Por favor-le suplico de deseo.
-Eres muy impaciente me parece a mi- me dice con una mirada pícara a lo cual le beso para que se calle y siga con lo que empezó y termine con la tortura.
Nada más decir eso, entra de una sola vez a lo que suspiramos los dos al soltar parte de la tensión.
Ya han pasado dos noches desde el encuentro con Alex y aún así sigo algo adolorida dado que no paramos en toda la noche.
-Por lo que veo alguien todavía sigue algo en las nubes- me dice la reina nada más entrar junto con Joakina en el comedor.
-Puede ser-la digo
-Ya iba siendo hora la verdad-comenta Joakina-Que ya se veía venir que ibais a terminar juntos pero no que fuerais a tardar un año. Madre mía, os habéis hecho derogar.
En cuanto llega Alex y Diego, la reina nos dice:
-Viendo que ya estais todos con los que tengo que hablar, os comento. Hay unos bandidos que se están resistiendo a un día o dos de aquí,a las afueras de un pueblo y necesito que vayáis nada más terminar de desayunar.
-Perfecto- dice Diego.
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Editado: 25.07.2024