Atemporal: encuentro con el pasado.

XXII

 Erik sentía un sonido agudo en sus oídos, estaba mareado y su ojo izquierdo no se habría del todo.

 Tenía un dolor punzante en todo su cuerpo, miraba lo que podía, todo estaba muy oscuro y solo escuchaba algunos pasos y risas.

 Las pisadas pararon justo en frente de él y unas manos lo levantaron y lo sentaron en una silla.

 -Así que rey.- dijo una voz en frente de él, bastante conocida para su mala suerte.- siempre rey.- susurró pero Erik lo entendió, hacía alusión a su nombre, que su significado significaba eso.- nunca pensé que nos traicionarías como tu madre.-

  Su manejo del idioma y costumbres no se debían a estar años infiltrándose de a poco, sino, a su descendencia de parte de su madre, quien se escapo para casarse con su padre. 

 -Pero tú no eres precisamente quien nos preocupa.- se tiró relajadamente hacia atrás y miró el techo del lugar.- son esas extrañas mujeres que llegaron de la nada a jodernos los planes.- su mirada azul se clavó en él con un brillo extraño que le erizó la piel.- dime, ¿cómo es el nombre de la alta?.- 

 ***

 Nuria había encontrado la forma perfecta de usar los túneles.

 Volviendo a verlos y notó el ligero pero marcado desnivel de éstos, e investigando más a fondo descubrió las zonas ofensivas, no eran largos ni anchos por la comunicación únicamente, también había trampas que no fueron usadas nunca, y no perderían nada intentándolo.

 Era normal que se les dijera que solo conectaban las naciones, para tener más ventaja en caso de traición, la persona fue precavida en crearlos, ahora, sólo necesitaba plantear  su plan con todos, pero estaban preocupados buscando a su nuevo rey.

 -¿Crees que le pasó algo malo?.- preguntó Nuria a Mateo que estaba muy concentrado en unos papeles.

  -Es un poco obvio.- respondió sin más.

  Muchas preguntas cruzaron por su cabeza, ¿cuántos años habrán tenido de paz? ¿A cuántas guerras se enfrentó el anciano que tenía en frente?, por un momento se puso a pensar en su tiempo y su mundo, la gente como su padre o Magda perdían la fe en la humanidad después de eso, personas que vieron la peor cara del ser humano, nunca soportaría vivir así, o eso era lo que pensaba antes de que le pasase eso, al fin y al cabo era verdad que eran seres que se adaptaban.

 Sinceramente siempre pensó que nunca sobreviviría a situaciones así en su mundo, que sería asesinada a la primera, aunque sería así si no fuese por Alexander.

 Su amiga luego de su primer misión volvió con su humor característico y serenidad, pero al preguntarle sobre la situación, su semblante se volvió frío y sus ojos se pusieron tan oscuros que pareció solo tener cuencas, no respondió, solo la miró, pero no como si fuese una persona, sino como algún objeto inanimado que pudiese romper con facilidad, y esa fue respuesta suficiente.

 Cuando iba a esos lugares ella no veía personas, veía objetivos, era ella o los demás, y no tenía tiempo para pensar en otros. Supo de algunos compañeros que fueron asesinados, ella los sufrió luego de estar en esos lugares, en la paz y tranquilidad que merecía una joven como lo era ella.

 Luciano y Magda entraron en la habitación sin ilusión, Erik no estaba por ningún lugar, nadie lo había visto.

 -Nuria.- la llamó Magda con un tono extremadamente serio.- ¿qué ideas tienes?.-

  Al principio tartamudeó antes de comenzar a hablar, pero luego de tomar aire y soltarlo comenzó.

 -Quiero que los vikingos sepan de los pasadizos, que se infiltren.- todos la miraron como si estuviese loca, se dirigió a un mapa que había hecho, estaba un poco mal dibujado, pero no sabía escribir con pluma y tintero.- en donde están estos círculos descubrí trampas, algunas son rocas, otras son pinchos.- la cara de confundidos de todos la hizo suspirar.- volví a entrar, note un desnivel, luego algunas paredes huecas, había algunos planos muy viejos sobre los túneles, luego de un rato los deduje.-

 -Como las trampas de ésta gente, tú sabes.- nadie la entendía, solo Nuria, que asintió.

  -¿Y cómo pretendes que se enteren?.- Nuria sonrió con superioridad.

 -Ya me adelante, había un informante más, solo tuve que decir un plan diferente en voz alta para que los guíe, pero, necesitamos que cierren los túneles luego de que se adentren.- 

 -¿Cómo nos infiltraremos?.- preguntó Luciano.

 -Prostitutas.- todos miraron a Magda.- les decimos que vayan y los entretengan, no es nada del otro mundo que quieran disfrutar antes de una guerra.- a todos le pareció lógico.- y antes de que me digan sobre las mujeres vikingas.- miró a Mateo con reproche.- encontré algunas que escaparon y las convencí que nos ayuden, no pregunten.-  



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En el texto hay: historia, dimensiones, cuantico

Editado: 31.03.2019

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