Atenea (amores perdidos #3)

Prólogo

Harry Bill Clinton y yo nos conocimos cuando yo tenía 17 y el 21 años pero nos hicimos novios cuando cumplí 18, ese hombre me conquistó con cada detalle, era tan romántico y siempre estaba pendiente de mi.

Él es el primogénito y heredero de la cadena de bancos más importantes a nivel nacional y desde que el asumió el cargo de la empresa logró expandirse a otros países y ahora cuenta con sedes en tres países, Perú, Chile y EE.UU.

En mi inocencia creí que estaríamos siempre juntos, fue el primer hombre en mi vida hablando de intimidad porque novios, de esos que una anda de manitas sudadas si los tuve, él me amoldó a su gusto, yo lo amaba y por el hubiera matado o entregado mi vida entera pero yo para él solo era una insignificante universitaria de un barrio de clase baja y sin ningún mísero millon en su cuenta bancaria, solo tenía unos cuantos  miles de mis ahorros por 4 años de trabajo, no era ninguna heredera ni menos pertenecía a su círculo social, así que según Harry yo solo era digna de ser su amante porque su esposa debía ser alguien de su misma clase social.

 

Así que después de cuatro años de nuestra relación él decidió comprometerse en matrimonio, solo que yo no era la prometida y así a mis 21 años me quedé sin novio y con el corazon hecho pedazos pero nadie más se volvería a burlar de mi. 

 

Jamás.

 




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