Atenea (amores perdidos #3)

Capítulo 15

! wow!

 

!Que bien besa!

 

Y justo cuando iba a corresponder a su beso el rostro de un sonriente Dante inundó mis pensamientos, sentí que le estaba fallando así que inmediatamente traté de alejarme pero este sicópata no me lo permitió y mordisqueo suavemente mis labios, eso me dió una idea y yo si le mordí, sentí el sabor de la sangre en mi boca y el se alejó de mí.

 

_!Estás loca! - se llevó la mano a su boca para luego ver su sangre 

 

_Solo me defiendo - hice lo mismo que él pero yo si me limpie los labios con aparente disgusto, tratando de ocultar que su beso me gustó.

 

No lo voy a negar.

 

Busqué en mi cartera papel tissue para limpiarme.

 

_¿Qué crees que haces? - frunció el seño cuando mi vió con el celular en la mano.

 

_¿Qué crees genio? - respondí despectiva y encendiendo mi celular porque recuerden que lo había apagado - llamo a la policía porque me estás secuestrando.

 

_Eso no pasará, soy Bastian Caristeas. - sonrió con altanería. ¡Maldito loco! Ahora mismo muero por estamparle mis puños en su cara.

 

_Eso lo veremos - solo por fastidiarlo marqué a a la policía en sus narices y el muy hijo de santa madrecita me arrebató el teléfono.

 

_No te permito que hagas nada - habló molesto y cortó la llamada.

 

_Pues ma vale dos pepinos lo que permitas o no, yo no soy tu empleada, no soy tu hija o algo que se le parezca como para que tu me debas permitir algo - le arranque mi celular de sus manos - te acabo de conocer y me estás jodiendo la santa paciencia.

 

_Atenea no empecemos con lo mismo.

 

_No empecemos y una mierda - Bastian me vio algo sorprendido por mi reacción pero ya estaba cabreada, este tipo se cree que puede mandarme y hablarme como le da la reverenda gana pues no señor. - no quiero estar en este jodido lugar, no quiero estar contigo aquí pero tú me obligaste y no pediste mi opinión, es más me ignoraste por completo y creeme que lo único que siento por ti es repulsión, no te quiero cerca de mi, espero no verte otra vez y si eso ocurre creeme que fingire no conocerte. - mi voz sonó dura y contundente.

 

_¿Enserio no te agrado?

 

_ No. - respondí sin titubear y ví que mi respuesta le dolió pero no me importa, lo acabo de conocer - no me agradas ni en lo más mínimo y ahora te agradecería que cierres la boca hasta llegar a la empresa o a donde sea que me estés obligando a ir, lo que menos quiero es escuchar tu voz. - lo ví a los ojos de la misma forma que el me vió cuando me sacó de la oficina de Dante.

 

_ Yo no quería...

 

_¡Te dije que cerraras la maldita boca! - grité callandolo - no es suficiente con meterme aquí, ¿también piensas ignorar una simple petición de quedarte callado? - lleve mis manos a mi cabeza con desesperación y él solo bajo la cabeza decaído.

 

Bastian Caristeas está acostumbrado a tener lo que quiere pero yo no soy un simple adorno de decoración, este hombre no me interesa y me vale su opinión de mí ¿Cree que puede obligarme? Que siga soñando.

 

He tenido suficiente de el por hoy, en la mañana estaba llorando y temblando en la oficina de Dante por el tratado que me dió pero ahora no lo pienso hacer, me grita le grito, voy pelear con él aunque no gane pero no le dejaré hacer lo que quiere.

 

En este momento me siento muy molesta y enfadada.

 

Todo el bendito camino viajamos en silencio solo con la mirada supuestamente disimulada del chófer que se ganó toda la escena.

 

_Debes calmarte, calmate, todo estará bien, este tipo no está tan loco, te llevará a la empresa y ya no lo verás más, tu eres fuerte - repetía en mi cabeza para calmar mis nervios porque habíamos recorrido mucho camino pero el vehículo no se detenía y eso me estaba asustando, no sabía que esperar de este hombre ¡Esta realmente loco!

 

Busqué mis tacones por el asiento y una vez que los encontré me los puse, arregle mi pantalón y mi blusa quedando presentable luego peine mi cabello que estaba todo desordenado por el aire y por la pelea que tuve con Bastian.

 

El vehículo por fin se detuvo, no pude evitar suspirar aliviada, me había calmado después de casi tener una crisis nerviosa, felizmente Bastian se había mantenido en silencio ¡Gracias a Dios! 

 

Queria abrir la puerta pero no pude, miré a Bastian con desconfianza y el solo sonrió, eso me asustó hasta que un hombre alto abrió la puerta, mi alma volvió a mi cuerpo pero cuando bajé me encontraba en la puerta de una gran mansión y la calma que tanto me costó conseguir se esfumó.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.