Atenea (amores perdidos #3)

Capítulo 20

_¿Desde cuándo sabes que tienes un hijo? - quise saber.

 

_Dos semanas - esto debe ser una broma.

 

Me alejé de él, en este momento me siento herida, traicionada.

 

_Estas haciendo trámites para irte a Rusia hace dos semanas y yo me entró ahora de todo - negué con la cabeza mientras reía con sarcasmo.

 

_No sabía cómo decírtelo sin herirte yo...

 

_Cuando vas a dejar de ser un cobarde - le enfrenté y el bajó la mirada. - no es como si nosotros tuviéramos algo.

 

_¿Que? - frunció las cejas enfadado.

 

_Esto no tenía nombre, Dante - me crucé de brazos - tu y yo sabemos que nada iba a resultar de esto.

 

_¿De qué estás hablando? - trato de tomar mi mano 

 

_Hace dos semanas que Natasha te llamo para decirte que tienen un hijo y tú ya estás haciendo todo por estar con ellos. - desvíe la vista a la gente en el parque. - ¿pensaste en el proceso en esto que estamos iniciando.?

 

_Yo ...

 

_No. Nunca considerarste nada a mi lado y aquí está la prueba pero no te preocupes felizmente no me diste tiempo de acostumbrarme a ti lo suficiente como para llorarte. - en sus ojos hay tristeza.

 

_Hermosa....

 

_No digas nada, no vale la pena - mire mi reloj y ya era tarde. - serás feliz Dante, muy feliz - me vio extrañado y con signos de lágrimas en sus ojos - te vas porque allá está tu felicidad, en el fondo siempre supe que nunca dejaste de amar a Natasha y ahora con la existencia de ese bebé será un nuevo inicio para ustedes.

 

_¿No me detendrás? - ¿Que más quieres de mí Dante?

 

_¿Porque lo haría? Yo quiero tu felicidad y rezaré por ella siempre, así que ve allá, lucha por tu felicidad y cumple tu sueño de tu hogar feliz con la mujer que amas.

 

Dante me vio en silencio, escrutando mi rostro.

 

Cada palabra que salió de mi boca fue doloroso pero no podía aferrarme a algo que nunca será mío.

 

Ví un taxi aparecer y alcé la mano para que se detenga, me acerque a Dante para darle un rápido beso en la mejilla despidiendome de él para siempre.

 

Aproveche ese leve acercamiento para detallarlo por última vez.

 

Dante tenía la barba crecida, se parecía a Bastian. No me había dado cuenta. 

 

Su cabello está desordenado y su corbata mal acomodada. Sus ojos grises me miraron con arrepentimiento y eso dolio más 

 

_Se feliz mi dios griego. Adiós - subí al auto mientras oí su voz llamarme, lo ignore y pedí al taxista que aceleré y cuando por fin estuve lo suficientemente lejos me largue a llorar.

 

Deje que mis lágrimas y mis emociones invadan, maldije mi suerte por dentro.

 

Nunca me quisiste ni siquiera un poco Dante.

 

Jamás pensaste en mi más allá de una amistad.

 

Dos semanas, dos malditas semanas y no te atreviste a contarme tus planes para irte lejos, para perseguir a esa mujer que te había hecho pedazos una vez.

 

Yo estaba aquí dispuesta a entregar mi vida entera solo para ti, yo quería ser ese alguien especial en quién pudieras apoyarte y seguir pero nunca tuve la más mínima oportunidad.

 

¿Detenerte? 

 

Cómo puedes preguntar si te quiero detener, como puedes siquiera pensar que puedo ser tan egoísta como para obligarte a estar a mi lado y que seas infeliz toda tu vida.

 

Para qué te detendría, que ganaría con pedirte que te quedes. 

 

Si tan solo dudaras un poco de tus sentimientos por Natasha tal vez podría haberlo intentado pero ya tienes todo listo para irte mañana y yo no tengo nada que hacer más que dejarte ir para que encuentres la felicidad.

 

Solo rogare a Dios por tu felicidad, pediré por qué esa mujer no te lastime de nuevo, elevaré mis oraciones para que tu corazón no se vuelva a romper por su causa.

 

Nunca me voy a interponer en tu camino, jamás voy a obligarte hacer algo que no quieres.

 

Hoy Dante Caristeas, el hombre, muere en mi corazón y solo permanece el amigo incondicional que un día fue.

 




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.