Atenea (amores perdidos #3)

Capítulo 23

+ 18 

Escenas no aptas para menores de edad.

 

 

 

 

Estábamos en una alejada playa disfrutando, de la brisa suave y de unas cervezas a pedido mío.

 

Las cosas habían pasado sin darnos cuenta y de estar camino a casa, estábamos aquí tendidos en la arena con Bastian devorando mis labios y yo dejándolo ser.

 

¿Como llegamos a esto?

 

Ni idea.

 

¿Sus hombres?

 

Pues se habían quedado en algún lugar, lejos de nosotros.

 

¿Tengo miedo?

 

Ahora mismo el miedo esta muy lejos...

 

Solo puedo sentir el calor y aroma de Bastian.

 

_Atenea - lo escucho decir con una voz sensual - me encantas. 

 

Siento como restriega su erección en mi vientre bajo y jadeo de sorpresa.

 

_Ah- se me escapa cuando siento su barba rozar mi cuello, era una extraña sensación.

 

Siento como cada vez se pone más duro y yo empiezo a mojarme, sus manos recorrían mis piernas y sus labios volvieron a apoderarse de los míos.

 

Estaba aturdida por lo profundidad de su beso, la sensación de la lucha entre nuestras lenguas y lo cálidas que eran sus manos al acariciar mi cuerpo.

 

Mis manos se volvieron locas solas, de pronto ya estaba desabotonando la camisa de Bastian, él subió mi vestido hasta mi cintura y sus grandes y suaves manos recorrieron cada rincón de mis piernas.

 

_Oh! Atenea - su voz sonaba como una dolorosa súplica de que se estaba conteniendo.

 

Apretaba los dientes y empuñaba sus manos para no llegar a tocar el centro de mi entrepierna.

 

Empecé a besar su cuello, su pecho, mordí su oreja y un jadeo escapo de los labios de este hermoso dios griego, Volvi hacerlo y casi se vuelve loco.

 

Yo hice lo mismo que él, me restregue bajo su erección, buscando saciar la sed y deseo de ser poseída por él.

 

_No... - pidió - harás que pierda el poco control que ahora tengo.

 

_Ummm - jadee y pasé mi lengua por su cuello - quiero hacerlo.

 

Me levanto con brusquedad un poco y bajo el cierre de mi vestido, quedé con mis amigas expuestas porque el vestido de hoy no requería brasier.

 

Los ojos de Bastian se oscurecieron, mojó sus labios con su lengua y un brillo singular reemplazo sus iris.

 

Su lengua tocó mis pezones, mordió, chupo y jugueteo con ellas.

 

Yo. Yo solo me deshice ante sus caricias. Este hombre sabía hacer su trabajo y parece que no requería mucho esfuerzo.

 

_Dios - exclamé.

 

_Me estoy volviendo loco... - apretó mis pechos y lamió mis pezones. Parecía un niño prendido de ellos.

 

Nuestras manos se tocaron con total libertad, conociendo, reconociendo al otro, grabando cada parte de su cuerpo en mi memoria.

 

Poco a poco nos deshicimos de toda la ropa que estorbaba para quedar completamente desnudos, Bastian recorrió mi cuerpo con delicadeza, como si tocará una pieza de arte frágil, como si tocará un invaluable tesoro.

 

¡Dios!

 

Este hombre tenía un hermoso cuerpo y un buen paquete. Trague grueso porque hace mucho tiempo que no hago esto.

 

Mis manos se deslizaron por su pecho, sus brazos y más.

 

El cerraba sus ojos como disfrutando de mis caricias y eso me gustaba.

 

No era mi primera vez pero si era la primera vez que me olvidaba del mundo al ser tocada por otras manos que no fueran de Harry y me gustaba.

 

¡Como me gustaba!

 

_Estas... Estás segura? - había súplica en su voz ... Él estaba desesperado por poseerme pero quería oírlo de mí.

 

_Si...- respondí con toda la seguridad que la calentura me daba.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.