Atenea (amores perdidos #3)

Capítulo 29

BASTIAN

 

Atenea me había llamado pero no he podido contestar así que le pedí a Bob que le explicará porque no podía hacerlo aunque desde el momento en que lo hice senti una molestia en mi pecho.

 

Como si algo que no me gusta podría pasar.

 

Llegué ha casa tan cansado por el día problematico que tuve, me di un baño y siento que mis ojos arden, muero de sueño.

 

Mi celular está muerto, quiero hablar con mi hermosa diosa pero no hay batería.

 

_¡Mierda! ¿Como se me olvidó cargar este aparato?

 

Pongo el bendito móvil a cargar y cierro mis ojos para esperar que carque un poco y llamar a la mujer que da vueltas en mi cabeza.

 

_Oh! Pequeña rubia, muero por verte - y con eso en mente me sumergí en el silencio perdiendo me poco a poco en él.

 

 

 

 

 

Abrí mis ojos lentamente sin intención de querer despertar realmente pero debía hacerlo.

 

Me había quedado dormido.

 

Soy un hombre con muchas responsabilidades y el deber me llama.

 

Observé la hora y ....

 

_¡Dioses del Olimpo! - me puse de pie de un salto.

 

Son las 9:00 AM.

 

 ¡9:00 AM!

 

¿Desde cuándo duermo tanto?

 

¿Porque nadie me despertó?

 

Todos están despedidos, TODOS.

 

Me ví al espejo por un momento al ponerme la corbata y tenía el rostro desvelado.

 

¡Desvelado! ¿Desvelado?

 

He dormido más de lo normal pero al parecer mi cuerpo no lo siente así.

 

Soy Bastian Caristeas, el hombre más deseado de toda europa y ahora mismo tengo el peor rostro del mundo.

 

-Señor... Perdone que insista pero realmente debemos irnos a la empresa.

 

Escuché la voz de uno de mis hombres, fue abrir la puerta inmediatamente cuando dijo... insista.

 

_¿Insistir? - se sorprendió cuando abrí la puerta de la nada.

 

_Buenos días señor, se hizo tarde por eso insistí de nuevo, el abogado está esperando en la empresa. - lo miré totalmente confundido.

 

_¿Habías tocado antes? - mi subordinado me observó desconcertado.

 

_Si. Me dijo que quería dormir un poco más - aseguró, negué con la cabeza y todas mis ganas de asesinarlo de hace un momento desapareció.

 

Le hice un gesto con la mano para que se fuera, tome mi saco y salí.

 

Estos últimos meses había estado raro, constantemente moría de sueño y tenía gustos raros, algo me estaba pasando y me preocupa.

 

¿Estaré enfermo?

 

De camino al trabajo encendí mi teléfono ya que desde ayer estaba apagado por falta de batería y con todo el alboroto quedé realmente exhausto.

 

No he podido hablar con mi hermosa diosa porque en ese momento estaba con los auditores y abogados de la empresa solucionando ese maldito tema.

 

Le pedí a Bob que le dijera que hablaríamos después.

 

No entiendo cómo llegué ha este momento.

 

Se supone que hoy debía estar en Grecia disfrutando de la compañía de Atenea.

 

Mientras pensaba en estar a su lado me llegó un mensaje.

 

Mi corazón dió saltos de alegría cual adolescente enamorado pero por algún motivo tenía miedo de leer el contenido.

 

Mensaje entrante de Mi diosa...

 

Supongo que después de saber la gran noticia haz decidido dar un paso al costado porque no quieres asumir esa responsabilidad... No te preocupes, de eso me encargaré yo y no pediré nada así como tampoco nos cruzaremos en tu camino...

 

Entendí tu mensaje. 

 

Hasta siempre.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.