Atenea (amores perdidos #3)

Capítulo 31

Bastian estaba frente a mí.

 

No podía creerlo, por un momento creí que todo era parte de la desesperación de mi mente en estas circunstancias tan lamentables donde estaba siendo llevada en contra de mi voluntad por Harry.

 

Si.

 

Puede ser solo mi imaginación jugándome una mala broma.

 

Tal vez yo realmente quiero a ese griego ingrato y por eso inconscientemente creo verlo ahora que lo necesito.

 

Tal vez estoy tan loca que ya ni siquiera estoy despierta ahora y todo es parte de un sueño que no ocurrirá.

 

Tal vez esto es falso y Bastián no está aquí.

 

Tal vez mi mente creo este escenario porque esto es lo que deseaba ahora mismo.

 

Deseaba sentirme segura y por eso mi mente recreo un escenario como este.

 

Porque estoy segura Bastián no estaría aquí.

 

No ahora que va a casarse.

 

No seas tonta Atenea, él no está aquí. Todo es parte de tu imaginación.

 

Cuando por fin entendí mi realidad, todo desapareció, pero Bastián aún estaba frente a mí, sacudí mi cabeza tratando de borrar su imagen de mis ojos.

 

No podía.

 

Mis ojos empezaron arder más que antes por la impotencia de saberme abandonada por él pero aun así lo seguía viendo, no quería verlo, odiaba la idea de imaginarlo aquí conmigo cuando nada era real.

 

_AHHHH ¡- un grito desgarrador abandono mis labios cuando un dolor punzante en mi vientre bajo me dejo de rodillas.

 

_ATENEA ¡- la imagen de Bastián corriendo hacia mí se hizo más real. – recoge al maldito y llévatelo donde la policía no lo encuentre, yo encargo luego.

 

Fui tomada en sus brazos con cuidado y subida a la camioneta de donde lo vi bajar.

 

Todo parecía tan real.

 

_Tranquila hermosa, todo estará bien – acaricio mi cabello y dio la orden de avanzar, el dolor no se iba y mis manos tampoco abandonaron mi vientre.

 

Esto tal vez sea solo mi imaginación, pero me sentía cálida entre sus brazos, recosté mi cabeza en su pecho.

 

_Ojalá estuvieras aquí – murmure ahogando el dolor y el miedo de perder a mi bebe – ojalá esto fuera real. – empecé a quejarme de dolor.

 

_Estoy aquí, soy real.

 

Si. seguramente.

 

Pero realmente no lo crei.

 

_Tranquilízate, todo estará bien ahora – sus brazos me rodearon con un poco más de fuerza.

 

_Tengo miedo… no quiero perderlo – sentí mi vientre retorcerse y me asuste más – por favor haz algo… duele… duele mucho.

 

_! Acelera ¡¡Acelera! – su voz sonaba desesperado, pero yo cada vez dejaba de ser consciente, el dolor estaba por desmayarme.

 

Era un milagro que aún no empezara a sangrar.

 

“Dios mío por favor, no me lo quites, yo quiero a este bebe… por favor sálvalo… dame la oportunidad de conocerlo, de sentirlo.

Aun si Bastián no es para mí, no importa. Aun si estoy sola, yo quiero conocer a mi hijo”

 

_ ¡AHG! – otro dolor me golpeo mi vientre y sentí la humedad mojar mi entre pierna. – NO. NO. NO. BASTIAN. BASTIAN.

 

Me aferre a los brazos de Bastián tratando de encontrar fuerzas para soportar esto.

 

Acababa de pedirle a dios que no se lleve a mi bebe, pero parece no oírme.

 

Tal vez no merezco ser su madre.

 

Tal vez estoy pagando algún pecado grave que no recuerdo.

 

Pero esto es un cruel castigo.

 

_! DONDE DEMONIOS ESTA UN MALDITO HOSPITAL ¡  ¡SI NO QUIERES MORIR ACELERA ¡- era una voz a punto de quebrarse.

 




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.