Todo a mi alrededor estaba cambiando, había personas que se fueron y otras que llegaron, Harry, Dante y Bastian.
Con Harry fui feliz en su momento, lo amé como el primer amor que fue, pero también fue la primera gran desilusión de mi vida, todo el amor que yo le tenia se convirtió en miedo, odio y soledad. Cuando me abandono por casarse con alguien más me sentí herida y traicionada y luego cuando me hizo aquello en su apartamento, me sentí destruida y perdida.
Todo lo hermoso que había en nuestro pasado fue superado y cubierto de oscuridad con esa acción deplorable sobre mi cuerpo.
Nadie tiene el derecho de decidir sobre mi cuerpo o sobre mí, la persona que te ama jamás va lastimarte, lo aprendí ese día. Harry amaba la idea de tener poder sobre mis decisiones, siempre había hecho lo que él decía, pero cuando todo se salió de control y yo no quise permanecer a su lado se desesperó y me lastimo de la peor manera.
Ese día Harry Bill Clinton murió para mí, mis sentimientos y todo el amor que yo le profesaba se desvaneció como si nunca hubiera existido, pensé que jamás iba a volver a amar.
Luego apareció Dante, fue quien empezó a inyectar un poco de calidez a mi corazón, pero él no era el indicado, solo fue esa bonita confusión en mis momentos de vulnerabilidad que quisimos confundir con amor, pero su corazón ya estaba con alguien más y el mío también.
Bastian…
Bastian fue ese vendaval inesperado que llego a mi vida por la fuerza, destrozo mis barreras y esfumo mis miedos e inseguridades, pero al mismo tiempo me lleno de incertidumbre, aun así, en poco tiempo hice cosas que no pensé hacer jamás y entonces una noche sin pensar él había logrado desnudar no solo mi cuerpo si no también mi alma, beso cada una de mis cicatrices emocionales, así como cada rincón de mi ser.
En ese breve intercambio de calor corporal logre olvidar mis angustias pasadas dejándome amar como si fuera la primera vez, pero lo que jamás imagine bajo ninguna circunstancia fue quedar embarazada aquella única noche que decidí ser rebelde por primera vez, saliendo de mi ajetreada rutina y ahora aquello me traía aquí. A hoy.
Estoy segura que aún no amo a Bastian pero me gusta su compañía, su presencia me da tranquilad, su aroma me adormece y cuando lo veo a los ojos me siento hipnotizada, mis deseos de acariciar su cabello y besar sus labios algún día van a traicionarme, no sé, tal vez… solo talvez Bastian no solo me gusta… tal vez estoy enamorada de el por qué mis ojos no han parado de buscarlo.
Las cosas entre Bastián y yo fue algo inesperado, nunca hubiera imaginado estar con él.
No fue amor a primera vista, no me llamó la atención su apariencia de dios griego como con Dante, pero sus labios y caricias me llevaron más allá de lo inimaginable. Lo que desesperaba de estar con Bastian eran sus ganas de estar sobre mi todo el tiempo. Me desespera porque no estoy segura hasta cuando poder actuar como si no me importara, porque realmente cada vez que me besa siento que me pierdo y me dejo llevar por él. Pierdo el control de mi cuerpo.
Pasó lo mismo en la clínica, estábamos perdidos en nuestro beso hasta que un pobre enfermero vino para llevarnos a ginecología, me morí de vergüenza porque Bastian ya estaba sobre mí y sus manos estaban debajo de mi bata acariciando mi piel y el enfermero lo vio todo. TODO.
Bastian solo sonrió y me susurro “sabe que eres solo mía” mientras mordía el lóbulo de la oreja.
Maldito infeliz, no hemos podido hablar como se debe por mi negativa a escucharlo, pero eso no ha sido impedimento para que me bese en cada oportunidad.
Durante todo el día de hospitalización fui tratada como la señora Caristeas, refunfuñé en cada ocasión, pero Bastian parecía bastante complacido y divertido.
De camino al área de ginecología me encontré con mi padre que tenía una cara llena de preocupación hasta que lo calmé afirmándole que estaba fuera de peligro, pero sus ojos disparaban rayos de odio hacia el padre de mi hijo.
Ignoró a Bastian y me puso al tanto de todo lo ocurrido con Harry. Según mi papá, lo habían atrapado fuera de la ciudad todo golpeado y con fuertes lesiones, parecía que alguien se había ensañado con él.
Mientras escuchaba la historia mis ojos estaban en Bastian, estoy segura que todo tiene que ver con él, recuerdo claramente que ordeno alejarlo de la policía para encargarse el mismo, cuando agudice mis ojos para señalarlo se encogió de hombros sin darle importancia a mi mirada asesina y se acercó a acariciar mis mejillas, pero mi padre golpeo sus manos, el griego solo suspiro y volvió aclarar que todo era solo una confusión, que explicaría todo en casa cuando sea dada de alta.
Editado: 04.03.2023