Atenea (amores perdidos #3)

Epílogo

Atenea

 

 

Nos encontrábamos a las afueras de la discoteca donde Bastian me defendió de Harry, salimos a bailar porque según mi sexi Dios griego nos lo mereciamos por hoy. Han pasado 5 meses desde el nacimiento de Ian y mi cuerpo está volviendo a su sitio, en lo que cabe, porque las estrías, la panza y las caderas de más no creo que se vayan en buen tiempo o tal vez nunca, aunque Bastian me dijo que me veo hermosa quiero hacer ejercicio para tonificar mi cuerpo y eso será después, pronto.

 

Cuando Ian cumpla un año retomaré todos mis proyectos con fuerza, ahora lo hago pero poco no como yo quisiera y es que mi bebé es mi prioridad.

 

Estamos en la arena tomados de la mano.

 

_Ahi está la camioneta - señala mi novio y no entiendo que hace la camioneta aquí. Me hace subir y el chófer inicia su recorrido.

 

_Ya nos vamos a casa - pregunté en un bostezo, quería ver a mi pequeño, estaba con mi papá y sus tíos así que no me quiero imaginar que será de él. Lo consienten demasiado.

 

_Es sopresa calma mi vida - tomo mis labios de manera posesiva robándome el aliento cosa que me sorprendió al inicio pero que correspondí gustosa. Hace tanto que no estamos juntos, cuando somos padres ya no es lo mismo, el bebé despierta en cualquier momento y a veces el o yo caemos rendidos primero.

 

La manos de Bastian recorrían mi cuerpo que ya estaba más encendido que una estufa y por lo que pude notar él no está mejor que yo. De pronto la camioneta se detuvo, pero yo quería seguir ardiendo aunque esos no eran los planes de mi galán.

 

_Llegamos - la voz de mi sexi Dios sonó grave y sus ojos estaban oscuros - aunque quiero hacerte muchas cosas ahora mismo, primero quiero hacer lo que tanto he deseado. - mi respiración estaba agotada y trate de pensar en ponis para volver a la normalidad, estoy segura que Bastian tuvo más problemas que yo para calmarse.

 

Cuando bajamos, el chófer ya no estaba, estábamos solos, recorrí con la mirada el lugar y a lo lejos Vi una pequeña mesa al que Bastian me acerco, una deliciosa comida y vino estaban sobre una mesa para dos, con velas. Mi corazón salto de alegría, Levante la mirada haciendo el hombre de mis sueños y así nomás los recuerdos llegaron  a mi. Este es el lugar donde nos amamos por primera vez, aquí concebimos a Ian, mi rostro se tiñó de rojo y el desgraciado solo se burló de mi dando un beso fugaz.

 

_Toma asiento mi amor, hay que cenar - su era demasiado sexi o yo estaba muy valiendo que lo menos que pensé fue en cenar o tal vez si pero quería cenarlo a él. - no mires así que muero por que seas mi postre 

 

_Que te detiene - me acerque a él de forma seductora. No sé lo este logrando pero lo ví tragar duro.

 

_Con calma mi amor - dijo usando toda su fuerza de voluntad, obedecí, no quiero despreciar todo este detalle que el tiene para mí, cenamos en una conversación casual pero lo notaba nervioso y siempre viendo hacia atrás. Seguí su mirada y la camioneta que llegamos ya no están y en su lugar llegaba otra, no entendí que pasaba.

 

Terminamos de cenar y Bastian se puso de pie, me extendió la mano para tomarlo y lo hice de pronto se hincó delante de mí y saco una pequeña caja de su saco.

 

Mi imaginación voló por cielos, ¡No puede ser! O si. !no! Mis lágrimas cayeron como cascadas.

 

_Siempre supe que tú eras la indicada, no tienie una idea de lo mucho que te amo Atenea y a pesar que estuve a punto de joderlo en nuestro primer encuentro, en este lugar vivimos la más mágica de las noches, aquí concebimos a nuestro bebé y aquí fuiste mía por primera vez. Prometo que te haré la mujer más feliz si te quedas a mi lado ¿Te casas conmigo? - sus manos temblaban y los míos también.

 

_Yo... Yo - las bromas no me permitan emitir un sonido coherente. Así que me lancé a sus brazos - sí. Amor, claro que quiero.

 

_No sabes lo feliz que me haces amor - lleno mi rostro de besos para terminar en mis labios y esta vez no se detuvo hasta que mi cuerpo sintió algo sólido detrás de mí.

 

Estábamos en la puerta de la camioneta que había llegado. Lo miré extrañada y confundida, no entendía nada.

 

_Ahora lo sabrás - abrio la puerta y dentro de la camioneta está acondicionada una cama con luces y flores, no se a donde votaron loa asientos pero les había quedado hermoso. Era una decoración bellísima - ¿Te gusta? Este es la camioneta que usamos ese día solo que más cómodo. - sonrió con arrogancia y me dieron ganas de besarlo y morderlo.

 

_Recreaste todo - dije asombrada emocionada por el detalle.

 

_Solo que mejorado, los asientos no eran muy cómodos para hacerte el amor - lo golpee inmediatamente mirando a todos lados para que sus hombres no lo hubieran escuchado. - estamos solos preciosa, solos TÚ y Yo.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.