— ¡Mira! ¡Mira! ¡Ya se están mudando tus vecinos!
—Tienen todo el derecho después de lo que han sufrido.
—Y vaya que sí. Siento mucha lástima por la hija, debe sentirse devastada en estos momentos. ¿Quién iba a pensar que era una de esas personas?
—Ya sabes lo que dicen: "La calladitas son las peores".
— Ni la Señora Martínez que siempre ha sido muy escéptica con todos lo vio venir. Aun así, es una niña muy educada no se merecía lo que le pasó.
— Esa persona realmente debió odiarla para hacerle eso.
—Sí, porque acabó con ella.