Los días habían pasado y Margot agradeció el que todo fuera normal. Las clases habían terminado, por lo que pasaba sus días leyendo o viendo series, y esperaba con ansias la llegada de Alex.
El reloj marcó las 3 AM y aún Margot se encontraba dando vueltas en su cama, sin poder pegar un ojo. A pesar de los días ella aún recordaba aquel momento en el que Alex le tocó la mano, ya que no podía evitar pensar lo similar que sucedió con Caleb.
Un ruido proveniente del pasillo la sobresaltó. A sabiendas de lo que sucedería, ella cubrió su cabeza con la frazada y se mantuvo en silencio, escuchando los secos pasos de aquello que la atormentaba.
Margot se aterrorizó al escuchar los pasos dirigiéndose hacia ella. Tres pasos,cuatro pasos,cinco pasos. Hasta que de repente se detuvo,al no escuchar más ruidos se destapó y pudo ver la silueta de un anciano encima de su cama,flotando en el aire. Le señalaba debajo de la cama, tal como lo hizo aquel hombre la otra noche. Margot al presenciar eso rápidamente encendió su velador, cuando lo hizo, aquel anciano desapareció. Estaba realmente aterrada, ¿que significaba eso?,¿acaso ellos le estaban mostrando algo importante?. Tenia que descubrirlo.
Encendió las luces y corrió la cama. Observó confundida el piso alfombrado debajo de sus pies descalzos. Se le ocurrió correr la alfombra, tal vez debajo habría algo. Así que eso fue lo que hizo,sacó la alfombra del lugar pero no había absolutamente nada,el piso de madera vieja estaba limpio. No entendía que era lo que aquel anciano quería que viera. Enfurecida por aquello, comenzó a lanzar las cobijas de su cama y la alfombra por la habitación,ya no soportaba lo que le estaba pasando,no soportaba ver morir a sus amigos,no soportaba ver espíritus todo el tiempo y no soportaba no encontrar respuestas. Cerró sus manos en un puño,tan fuerte que empezaron a sangrar, sus ojos reflejaban furia y dolor.
No quería seguir viviendo en aquella incógnita, necesitaba esa respuestas. Pero no había nada que pudiera ayudarla. Su cuerpo cayó hacia atrás como peso muerto, quedando sentada en una esquina, sus piernas subieron hacia su pecho y ocultó su cara en sus rodillas. Sus manos se detuvieron en su cabello, agarrando mechones y tirando de ellos. Sentía como la cordura se iba alejando poco a poco, necesitaba volver en sí pero le era casi imposible conseguirlo. Sus mejillas comenzaron a bañarse en lágrimas y su labio inferior comenzó a temblar. Los pensamientos cambiaron de rumbo y se transformaron en aquellas preguntas sin respuestas. ¿Por qué le sucedía a ella? ¿Por qué no se detenía? ¿Se había vuelto loca ?. Sin darse cuenta ya eran las 10 de la mañana,no había dormido absolutamente nada,se sentía cansada y deshidratada,había llorado tanto que su garganta estaba seca. Se levantó del suelo, su espalda dolía por la posición en la que estuvo toda la noche, la habitación estaba totalmente obscura por lo que caminó hacia la ventana y abrió las cortinas dejando entrar la luz del sol. Se giró en dirección al baño, después de aquella larga noche necesitaba un baño para aclarar sus pensamientos. Se detuvo en seco al ver que la luz iluminaba aquel lugar en el que la noche anterior, había estado. Se arrodilló frente a éste y observó con incredulidad los rayones grabados en la madera. Era una lista de nombres:
Robert
Amelia
Madison
Colling
Noah
M
Pero había un nombre incompleto, ¿qué significaba eso?,necesitaba más respuestas, eso no era suficiente. Tenia que volver a ver al anciano,tenía que darle las respuestas que ella estaba esperando. Por la noche lo esperaría y le exigiría que le explicara aquella lista en el suelo.