Atracción Destructiva

Capítulo treinta y cinco

Skyler:

Mi mente no lograba procesar rápido las palabras de mi hermano. Quería decirle que estaba loco, que no podía ser verdad lo que decía, que esas cosas no existían y que se dejara de babosadas, pero yo misma había presenciado cómo el rostro de Chase White cambiaba de uno sexy y amable a uno sexy y asesino. Las imágenes volvían a atacarme y no sabía qué hacer para pararlas.

Era mucho para asimilar. Pasé de no saber a que me dijeran de frente que lo que había visto era real y no una alucinación provocada por dos tragos de alcohol.

Chase... el chico que me gustaba era un vampiro... y encima bipolar.

¿Qué podía significar eso? Sabía lo que era la bipolaridad, pero en un vampiro no me lo quería ni imaginar. Ahora podía comprender en parte que mis hermanos no quisieran que me acercara a Chase, pero parte de mí se molestaba por que no me dejaran hacer ciertas cosas. Sí, quizá era inmadura como Ryan decía, pero él también lo era. En ese momento me daban ganas de pegarlo, estaba haciéndome pasar vergüenza frente a las personas y provocaba que el nudo en mi garganta creciera.

—¿Un... vampiro bipolar? —pregunté, aún asimilándolo.

Y si así era... ¿cómo es que Ryan lo sabía y me lo decía como si no le afectara en nada. ¿Cómo es que Jason y su madre me miraban como si no fuese algo normal? ¿Cómo es que el resto de mi familia parecían creer esa noticia sin tener una mirada de recelo?

¿Por qué yo era la única que parecía estar afectada por ello?

Miré a mi alrededor, todos me observaban atentos, como si esperasen alguna cosa de mí, me ponían incómoda y no soportaba tantas emociones al mismo tiempo.

La decepción, la leve incredulidad, el recuerdo del beso con Chase, las imágenes de la noche anterior, las palabras de Ryan provocándome ganas de llorar, la tensión en el ambiente, la inquietud y la confusión. Muchas cosas juntas que no eran procesadas normalmente.

—Como escuchaste, Skyler —respondió Jason y lo miré. También estaba cruzado de brazos y su apariencia saludable me intrigaba. Me tenía que decir cómo se había recuperado tan rápido—. Desde que nos conocimos te dije que no eran buenos, no te podía decir todas las razones, así que fui por lo más normal, que como bien recordarás fue decirte que los White suelen utilizar a las chicas para sexo y luego las dejan. Pensé que con eso al menos estarías alejada, que lo intentarías, pero no fue lo suficiente como para que no cayeras en sus redes. No sé si será por la vibra de chico malo lo que las atrae a las mujeres, pero eso contigo debe parar, tienes que aprender que por más que Chase te atraiga no puedes estar cerca de él o te lastimará, ¿entiendes? Siempre que preguntabas tenía que morderme la lengua para no darte todas las graves razones, porque sabía que si no tenías idea de lo que ellos son era porque te excluían de la verdad. Y a mí no me correspondía dártela.

Analicé las palabras de Jason. Ahora ciertas cosas volvían a cerrarme. Pero otras aún necesitaban respuesta.

«No sé si será por la vibra de chico malo lo que las atrae a las mujeres», repetí sus palabras en mi mente y me puse a pensar.

Quizás ese era mi tipo de chico, el tipo que me gustaba para mí. ¿Tenía algo de malo que me atrajeran los muchachos de aspecto rudo y oscuro? No. Y yo no sabía que Chase era eso, de lo contrario me habría alejado desde un principio de él. O no. A veces hacía cosas que me sorprendían, por estupidez o por curiosidad. Escaparme de casa había sido un acto estúpido, pero la que me había llevado a cometer eso fue la curiosidad; quería saber qué pasaría con Chase. Ah, y también el deseo impetuoso de mi boca por querer besarlo otra vez.

La estupidez te provoca problemas. La curiosidad te mata. El deseo puede llevarte a la perdición.

—¿Qué quiere decir que Chase sea un vampiro bipolar? Necesito más explicación —pedí con una mueca.

Luke se aclaró la garganta y se preparó para hablarme. Su rostro estaba cediendo a la calma, lo notaba, pero aún su molestia era perceptible.

—Cuando uno se convierte en vampiro es algo... perturbador. Es como si tu alma se fuera al infierno. Hay veces que no despiertas de la transformación y mueres. Las transformaciones pueden tardar días, semanas, meses, o en los casos más complicados, hasta años. Es una completa tortura, sufres de un dolor insoportable todo el tiempo y ves cosas que jamás quisieras ver en la vida. Cuando despiertas, según el tiempo que llevaste allí abajo, te definirá cómo serás. Chase, a raíz de esto, se convirtió en alguien bipolar. Por eso no puedes estar cerca de él. Su alma está perturbada por vivir el mismísimo infierno. Te cambia y, aunque hay manera de controlarte, no lo haces. Porque es difícil.

Continué asimilando toda la explicación.

Así que Chase se había convertido en vampiro y eso hizo que él fuera tan cambiante en cuando a humor y acciones. Sentí un atisbo de pena al imaginarme lo que habrá sufrido.




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