Atracción Destructiva

Capítulo setenta y seis

Skyler

Marqué el número de Nate unas cinco veces y ninguna de esas me contestó. Los pitidos de la sexta llamada seguían sonando y mis nervios iban en aumento. Miraba a Chase desde el otro extremo de la habitación, él seguía sentado en la cama, en la misma posición que antes, con la mirada perdida en el suelo. Este Chase definitivamente era el más raro que había visto, y vaya que me habían tocado ver a tres Chase distintos: el bipolar, el romántico y el depresivo.

¿Cómo llamaba esta faceta de él? ¿Siquiera era una faceta o simplemente un momento de rareza?

Tenía la esperanza de que esto fuera parte de su vuelta del infierno, porque claramente eso era preferible antes de que los White realmente estuvieran todos muertos. Chase amaba a cada uno de ellos, a pesar de sus diferencias, a pesar de las peleas y que a veces no se soportaban, Chase los apreciaba mucho. Y las palabras que salieron de su boca hace varios minutos atrás eran verdad, cuando Chase volviese a su estado normal (si es que volvía) se arrepentiría completamente, se echaría la culpa por la masacre y se condenaría de por vida por lo que hizo.

Salí del cuarto rápidamente y bajé las escaleras rápidamente cuando vi luz en la sala y en la cocina. Todos estaban despiertos viendo una película para, obviamente, dejar de pensar en la espera que decían atravesar para obtener respuestas. Ahora el tiempo de paciencia se había acabado, Chase estaba en casa con nosotros, pero consigo había traído una pregunta muy importante: ¿Los White realmente habían muerto?

Todos se giraron a verme y mi tío se levantó del sofá y luego todos hicieron lo mismo. Mi cara reflejaba el miedo.

—¿Qué ha pasado? —me preguntó mi tío, acercándose a mí—. ¿Tienes alguna novedad? ¿Chase ha salido del infierno?

—Chase está arriba, en mi cuarto, pero ha venido ensangrentado y con la mirada de un loco. No sé lo que le pasa, tienen que ayudarme. Me ha dicho que ha matado a su familia.

—¿Qué? —dijo Sara, con cara de asustada. Al principio no entendí por qué lucía de esa forma, pero luego me acordé de que ella era la novia de Andrew. Tenía una razón obvia para ponerse en ese estado, pero se tenía que controlar porque sus padres estaban presentes y no sabían nada de nada sobre un yerno vampiro.

—¿Qué? ¿A los White? —mamá se veía igual de confundida que yo—. Un vampiro solo muere si su cuerpo es perforado por algún objeto bañado en sangre de hombre lobo. ¿Dónde fue Chase a conseguir a un hombre lobo tan rápido? Casi no se ven en el pueblo, según sé.

Mamá pasó por mi lado y subió las escaleras con rapidez. Mis tío se quedaron en la planta baja y Ryan igual, pero Luke y Sara me siguieron el paso hacia mi cuarto. Cuando entramos, mamá se acercaba a él con cuidado. Mi novio ahora tenía su codo apoyado en su pierna y la palma de su mano cubría su cara.

¿Estaba llorando o solo se estaba lamentando?

—Chase... —dije, mirándolo fijamente y esperando a que él hiciera exactamente lo mismo.

No respondió, continuó en la misma posición.

Mamá lo tomó de la mano e hizo presión en ella mientras cerraba sus ojos con fuerza y susurraba algo que no llegaba a entender.

—¿Qué estás haciendo mamá? —le pregunté, pero tampoco me respondió. Los susurros de pronto pararon y el silencio reinó en la habitación.

Miré detenidamente a Chase otra vez: las manos ensangrentadas y la sangre seca de sus labios y el mentón. A alguien había matado. Quedaba claro. Pero era más probable que hubiera matado a una persona en vez de a su familia, o eso quería creer y podía deducir. Chase bebió la sangre de alguien, y se sobreentiende que, al ser vampiro, bebes la sangre de los humanos y no la de los vampiros.

—Es como si parte de su alma estuviera oscurecida, manchada. Skyler, este chico no está bien —pronunció mamá con seriedad.

Mi teléfono sonó.

Era Nate.

—¡Nate, hola!

—Skyler, ha pasado algo —advirtió con preocupación.

—Sí, sí que ha pasado algo. Chase está aquí en mi casa, pareciera estar en shock o algo parecido. Dijo que tú y tu familia estaban muertos, que él mismo los había asesinado.

—¿Qué carajos? No, estamos todos bien. Lo hemos estado buscando, en el ritual las cosas se pusieron algo feas, y cuando Chase despertó simplemente salió de allí a las corridas. Salió corriendo por el bosque, no pensamos que iría a tu casa, no con la clara sed de sangre que estaba teniendo. Se le notaba muerto de hambre. Tengan cuidado. Iré allí con los chicos. No estamos tan lejos.

—¿Le dirás a tus padres que Chase está aquí en mi casa? No creo que sea una buena idea que él venga aquí también.

—No, claro que no diré nada. Voy en camino —respondió, y luego colgó.

Les conté a todos sobre lo poco que había hablado con Nate. Así que las cosas se habían puesto bastante feas en el ritual. ¿A qué se refería con eso? ¿Hubo peleas verbales y físicas? ¿Los brujos arremetieron contra los vampiros usando magia?

—La salida del infierno le ha provocado esto —dijo mi hermano, diciéndome con la mirada que me preparase para algo más feo que la bipolaridad y la depresión.

—¿En serio no hay manera de que podamos... no sé... emblanquecer su alma? —me sentí estúpida al preguntarlo.

—No que yo sepa, Skyler.

—Entonces hay que averiguarlo de alguna forma.

—¿Y cómo harás eso? ¿Buscando en internet? No encontrarás la respuesta allí. Necesitarías grimorios, y los grimorios están esparcidos por las asociaciones de brujas del mundo. No es tan fácil, hija.

Suspiré frustrada.

—Parece como si estuviera en un trance, como si no quedara mucho de su alma —siguió diciéndome mamá. También estaba confundida—. Tenemos que hacerlo reaccionar.

—Sí, hay que hacerlo reaccionar —dijo Nate, adentrándose por mi ventana como si nada. Zach también se metió.

—Hay una puerta abajo, ¿sabían? Las personas normales entran por la puerta, no por la ventana.




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