Atracción Destructiva

Capítulo cinco

Skyler:

—Te patearé el culo si no apareces, Luke —dije para mí misma, y provoqué que algunas personas de adelante y atrás mío me quedaran mirando. 

Estaba en la cola para servirme la comida y, a la lentitud que se servían el almuerzo los alumnos de la escuela, sabía que no tendría una mesa libre para mí y para Luke. No sabía qué me pasaba ese día, estaba bastante tímida y no acostumbraba mucho a sentirme de esa forma. Seguía repitiéndome que eran los chicos y chicas del colegio los que no me inspiraban mucha amabilidad pero lo cierto era que me daba vergüenza ser la nueva, y por eso era que me sentía chiquita al lado de los demás. 

Metafórica y literalmente, porque todos eran unos gigantes a comparación de lo que era yo. No me gustaba tener que levantar la mirada para ver a una persona porque veía cómo me observaban con la mirada gacha. 

Todos se la pasaban mirándome como si fuese una chica a la que se le veía un moco en la puerta de la nariz o a la que se le había escapado una teta de la blusa. 

Miraba para todos lados y seguía sin divisar a Luke por ninguna parte. ¿En dónde se habrá metido ese muchacho?

Anoche habíamos quedado en que llegaríamos a tiempo para el almuerzo, pero éste no parecía estar muy apresurado por llegar al comedor. Pero si poníamos todas las cartas sobre la mesa, yo tampoco había cumplido mi promesa de levantarme a las seis en punto. 

Era algo justo. 

Con la bandeja con comida en ambas manos, intentaba divisar alguna mesa vacía para poder sentarme, pero todas estaban casi repletas. Excepto una en la que sólo se encontraba una chica junto a un chico. 

No había mucha opción, así que me acerqué sin titubeos y apoyé la bandeja sobre la mesa. Ambos me miraron. 

—No hay problema con que me siente aquí, ¿verdad? 

—Pero claro que no, siéntate, por favor —me respondió la chica, y en ella pude sentir gentileza. 

—Gracias —me senté—. Me llamo Skyler. 

—Yo soy Michael y ella es Violett. 

—Así que eres la nueva —afirmó Violett con un asentimiento de cabeza. 

Lamentablemente. 

—Ajá. 

—¿Y cómo te está yendo con todo? ¿Qué tal las clases? —preguntó Michael. 

—Bien, supongo. 

—¿Haz hecho algún amigo? —inquirió. 

—No, pero me he hablado bastante con un chico que hasta ahora va a casi todas las mismas clases que yo. ¿Ustedes a qué año van?

—Cuarto —respondió él. 

—Quinto —respondió ella. De seguro nos tocaría alguna clase juntas.  

Asentí. 

—¿Son novios? —indagué. Podía notar cómo se miraban entre ellos. Parecía haber amor. 

—Así es —respondió él y la miró de una manera super tierna. 

Yo también quería que alguien me mirara así.

—Skyler, es el primer día de escuela y ya eres famosa —dijo Violett. 

—¿Por? —levanté las cejas y abrí la botella de jugo para luego llevármela a la boca. 

—Se ha esparcido el rumor de que estuviste descompuesta en la mañana y que ese fue el motivo de la tardanza en tu primera clase. 

Me atraganté y luego suspiré.

La mentira de Luke seguía presente en la mente de los alumnos. 

—Es una mentira que ha dicho mi hermano sólo para vengarse de mí —me excusé. 

Y hablando de él...

—Aquí estás, Skyler. No te encontraba por ningún lado —dijo luego de sentarse a mi lado. 

—¿Por qué te tardaste, Luke? Te estuve esperando. 

—Me agarró dolor de panza. Tuve una emergencia. 

Diablos, Luke. Estoy comiendo.

Miré a las personas que tengo en frente. Ambos miraban a mi hermano. 

Qué vergüenza. 

—Ese es el karma —respondí—. Ellos son Violett y Michael —presenté. 

—Ya sé, estamos juntos en la clase de matemáticas. 

—Ah —dije. 

—Te dije que no comieras esa barra de chocolate —comentó Michael—. Te advertí que te haría mal.  

—Habrá tenido sus consecuencias pero al menos disfruté comer ese delicioso dulce —se excusó Luke. 

Parecía que a él le había ido mejor que a mí con eso de hacer nuevos amigos, o de hablar sin vergüenza alguna frente a chicos y chicas que él apenas conocía. 

Esa era otra de las cosas que caracterizaban a mi hermano; era confiado, algo que me parecía faltar a mí desde que entré al colegio en la mañana. 

—¿Qué le pasa a ese chico? —indagué cuando vi entrar a Chase al comedor y sentarse en una mesa con tres chicos.

—¿A cuál de todos? —preguntó Violett. 




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