Atracción Peligrosa

Capítulo 2

Muerdo de mi manzana verde mientras escucho a Ava Kylie toda indignada con un plano que no logro completar y que no sabe cómo continuar. La extensa jornada de clases ha terminado hace ya varios minutos, solo quisimos hacer tiempo para no llegar a casa, sentándonos en la acera del estacionamiento que une nuestras facultades. Me incorporo limpiando mi trasero que seguro se llenó de suciedad del suelo, ya le he quitado suficiente a la pelinegra que emita mi acción, arrebatándome la manzana en el camino, le doy una mala mirada

 

— Aún estoy enfadada, así que no digas nada, me voy ¿Te veo en Blake´s a las 7pm? — no me da tiempo de responder, no es como si alguien pueda llevarle la contraria, solo se va con mi manzana. Me cruzo de brazos indignada.

 

La pelinegra se marcha, pero la presencia de un ser no deseado me congela por completo, justo en ese momento donde me encuentro sola completamente. Trago grueso, disimulando un poco todo lo que sucede alrededor, no me abruma.

 

— Adalyn Stone mi vieja amiga de la secundaria, cuanto tiempo ha pasado desde entonces — me obligo a ser valiente si no de que sirvió ir al psicólogo durante tanto tiempo sí entro en pánico con su sola presencia

 

— Sí es mucho el tiempo en el que no hay basura en este lugar — le sonrió tan falsa como unas siliconas, pasando a su lado de manera firme me acerco al auto subiendo de una vez, no quiero contagiarme de algún mal cerca de Fher Hunter.

 

Me felicito a mí misma por no caer en un ataque de ansiedad. Te superas Adalyn. Eres una chica fuerte.

 

++

 

Me siento en las viejas escaleras del campo de futbol, sacando mi teléfono para revisar mi Instagram distrayéndome un rato. Pasan varios minutos donde solo permanezco disfrutando del aire en el lugar, el silencio y a esa soledad en la que me he acostumbrado a vivir, hasta que no soy la única que se encuentra aquí.

 

— ¿Comienzas a extrañarme que incluso me sigues rubia? — levanto la mirada encontrando sorpresivamente a Bryce — ¿Problemas de vestuario o un poco más grave? — guardo el teléfono dándole mi atención al tonto

 

— Algo así, ¿Y tú? ¿Qué haces por acá? — apoyo la cabeza en mis manos

 

 — Dibujando, me gusta rayar en sitios como estos — frunzo ligeramente el ceño con su respuesta ¿Enserio dibuja? No lo creo, y se lo hago saber — Dame una hoja y lápiz para demostrártelo — de mi bolso saco lo que pide, toma asiento dos escalones abajo, posando toda su atención en la hoja.

 

— ¿Qué edad tienes Bryce? — inicio hacer preguntas aburriéndome, comienza a caerme bien a pesar de cómo nos conocimos y de mi vestido blanco, de por sí no me gusta usar esta clase de prendas, será bueno entendernos si va a trabajar en casa es una estupidez enfadarme.

 

— Tengo veintitrés — con su respuesta, algunas preguntas vienen a mi mente, pero me obligo a no hacerlas puedo tomarlo como una entrevista o qué sé yo. Estiro mis piernas con tranquilidad — ¿Qué es lo que estudias Adalyn?

 

— Fotografía moderna, y modelaje profesional, nada interesante — digo con simpleza, sus ojos se posan en mí de inmediato.

 

— ¿Te gusta lo que estudias? ¿O solo lo haces por tu madre? — me tenso, así de fácil de leer soy ¿Enserio?

 

La verdad la fotografía me cautiva, tomar las fotos, no ser la fotografiada, pero derecho sería mi trabajo ideal, aunque jamás en la vida mamá lo aceptaría ¿Una abogada en la familia? ¡No, no! Mantengo silencio porqué no me gusta esa dirección del tema, al parecer él lo nota, y quiero agradecérselo por no hacerlo incómodo.

 

— ¿Y si te dibujo desnuda sobre un piano? — abro la boca sorprendida por el cambio de conversación ¡Esas confiancitas! Sonríe divertido, estás burlándote de mí Bryce

 

— Con la condición de que seas mi modelo de ropa interior o sin nada no me enoja tampoco — reímos, mientras murmura “Diabla”.

 

Acomodo mi cabello aun lado iniciando una alegre conversación acerca de pinturas y los museos de arte que he tenido el placer de visitar y que él quiere conocer. Desde hace mucho tiempo no conversaba con una persona que no fuese Ava Kylie de este modo, sin pensar él forma que debo expresarme. Me incorporo viendo la hora 10 para las 7, aunque no me quiera ir tengo que hacerlo, se me ha pasado el tiempo.

 

— Debo irme, te veo mañana — acomodo mi cabello nuevamente, es ya costumbre realizarlo

 

— Okey… Adalyn ¿Te parece dar una vuelta mañana? — muerdo mi labio bajando las escaleras, pensado en su invitación, no tengo más nada que hacer la verdad y salir es lo que trato siempre.

 

— ¿A las ocho te parece?



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En el texto hay: rosas, amor, motocicletas

Editado: 28.07.2024

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