“Tu destino ya este sellado con él y aunque se intenten separarse volverán.”
No sé de dónde había sacado eso Lillian, mientras le entregaba a David en brazos, pero es que ahora sus palabras no dejaban de darme vueltas ¿Qué quería decir? ¿Qué no podría superar a Bryce aunque me lo propusieran? Su nombre me quemaba la boca, así como lograba arder mi corazón.
Aunque no quería tomarme a pecho sus palabras, no podía con ese sentimiento, saber que ella perdió a Matt y conocía situaciones como esta, pero de igual manera no quería aceptarlo. No quería volver a sentirme vacía, perdida.
Habíamos llegado por ahí de 5:40pm a California, absolutamente nadie sabía que estábamos de vuelta, fuimos a su casa para que descansaran ambos y ahora estoy rumbo a la cabaña, iría ahí antes que a casa, bueno en teoría sentía que era mi hogar para donde iba. Y no podría dormir si no venía abrazar a los chicos.
Detengo el auto para terminar el camino hacía el lugar que está provocando que tiemble y no precisamente por el frío, pero mis manos sudaban y el corazón me latía deprisa.
Que difícil era fingir que el pasado no existía, porque estaba presente donde volteara, su recuerdo persistía, es que era demasiado imposible olvidar con quien soñaba. Todo era nostálgico, lo veía en motocicleta a un lado, también lo sentía salir del bosque, fumar sobre el capo del auto. Eran más y más recueros… que me obligo a continuar.
Llego frente a la puerta deteniéndome para tomar aire, por un momento arrepintiéndome de no haber tenido suficientes fuerzas de esperar hasta mañana y venir acompañada de Lillian, pero ahora era tarde y estaba aquí sin vuelta atrás, lleno mis pulmones de aire empujando la puerta y cerrando tras de mí.
—¡Andrien por fin llegas!— gritan desde la sala y aún nadie puede verme —¿Andrien?
Doy un paso al frente mordiéndome la mejilla ante los nervios, levanto la vista con lentitud, con miedo y emoción. Estaba de vueltas, la idea me aterraba más que la primera vez que vine aquí sabiendo que era una casa de asesinos.
—¡No lo puedo creer! ¡Adalyn!— Joss es la primera en correr abrazarme, correspondo feliz, su olor me era tan familiar.
—¿Por qué no nos has dicho que venias? Te hubiéramos ido a buscar— Dani quita a su novia para abrazarme él
—¿Eh? ¿Sorpresa?— ríe con mi comentario, contagiándome.
Enseguida a mi mente viene que han llamado a Andrien, lo esperaban o acaso… lo han logrado, nada es imposible para los Evans, habían sacado a Andrien de la cárcel.
—¡Rubia de mi corazón!
Efectivamente Andrien aparece junto a Ava Kylie, me lanzo sobre el pelinegro sin poder creer que este con nosotros otra vez, deja caer las bolsas que traía para corresponderme, enrollo mis piernas a su alrededor como un mono aferrada a él. Tal vez todo estaba volviendo a donde era. Volveríamos a estar juntos.
—No puedo creer que estés aquí.
Él besa mi cabeza muchas veces, agradezco que no tenga que fingir las ganas enormes de abrazarlo, Andrien es de las personas más dulces que pueden existir jamás, te encariñas rápido con él.
Una que otra lágrima se me escapa reencontrándome con Liee. Nada, absolutamente nada se compara a estar en casa nuevamente, luego de tanto no había palabras para describir la felicidad.
Luego Jasmine nos arrastra a todos hacía la cocina donde preparan algo para festejar, y sí mi conciencia no deja de preguntarse por alguien, pero al parecer no esta y tal vez sea mejor así, porque no estoy preparada, aunque admito que muero por ver como se encuentra.
Todos me agobian con preguntas y agradezco que mi teléfono suene justo cuando Daniel pregunta sobre Lillian y Angie, me disculpo saliendo por la puerta de la cocina que da al exterior, doy una mirada sobre mi hombro antes de contestar.
—¿Hola?
—Kitty, pensé que me llamarías cuando llegaran ¿Todo bien? ¿Llegaron todos bien?— era Iván lo que me hace sonreír. Lo único que extrañaría de allá eran las personas que había conocido.
—Todo bien no te preocupes…
—Bueno llamaba en realidad para algo más que saber cómo habían llegado, Jake me pidió que te llamara y que dijera lo mucho que te extrañaba
Hablo unos minutos más con él, hasta que dice que se ha quedado sin datos cuelga. Guardo el móvil en mi bolsillos, cerrando los ojos con la paz que me trasmite el lugar, me encontraba tranquila, doy la vuelta volviendo dentro.
—Ella la rubia más hermosa— sonrío escuchando a Andrien.
Levanto la mirada y mi corazón se detiene, muero en el momento en que lo veo apoyando en el marco de la entrada, con una sonrisa ladina en sus labios, sus ojos confusos tal y como los recuerdo se encuentran con los míos de inmediato, muerdo mi labio sintiendo miedo de que solo sea un sueño más donde lo encuentro, donde todo sigue igual, a ese momento donde todo era rosa, el sentimiento me invade y quiero correr a tocarlo para comprobar que es real, igual que la primera vez en que quise besarlo. Las atracciones se instalan en mis adentros, trago grueso.
—¡Mi futura novia esta devuelta!— Camden me abraza besando mi mejilla sonoramente, no recuerdo desde cuando me hice “amiga” del policía corrupto como para que se tome estas libertades