Atraco

5 - Ihsahan – 3

Los jedis tenían sus ojos clavados en él, sus sables zumbaban entre ellos y la tensión del aire era palpable. Ihsahan estaba inmóvil frente a ellos mientras una torre de humo aparecía en la distancia. Su misión había sido un éxito y ahora solo restaba acabar con sus enemigos.
“¿Este era tu plan?” Preguntó ofuscado Lak. “¿Distraernos para destruir el tren?”
“Lo único que has logrado es dejarnos en el lugar perfecto para derrotarte.” Dijo con seriedad Ceerk.
“Jedis, mi misión ya ha terminado. La República sabe que no pueden proteger ni siquiera un tren en el medio de la nada y pronto sabrán lo que tenían oculto en su gobierno.” Dijo con severidad Ihsahan.
Lak intercambió una mirada con su aprendiz para que Ceerk preparara un ataqué con su telequinesis. La combinación fue en vano, ya que Ihsahan solo tuvo que absorber el ataque para luego bloquear el sable de Lak.
“No han mejorado nada en estos años, jedis.” Dijo con seriedad Ihsahan para luego patear al nautolan.
Lak dio una vuelta en el aire para caer de pie y lanzarse al ataque. Sus ataques eran rápidos y cambiantes. Ihsahan, en cambio, bloqueaba todo con movimientos cortos y eficientes. Ceerk se sumó por un lado para aprovechar la distracción, pero su sable fue repelido por un contragolpe de su guantelete, recibiendo una patada por el error. Sorprendidos, los jedis saltaron hacia atrás para ganar unos metros y revisarlo con curiosidad. Una seguidilla de explosiones interrumpió a los jedis, confirmando que Shia iba a tener trabajo para hacer.
“Parece que este sith tiene algunos trucos bajo sus mangas.” Dijo con seriedad Lak. “Esos guanteletes deben ser de beskar.”
Ceerk tenía los ojos cerrados para centrarse y seguir peleando. El trandoshano abrió los ojos para fijarlos en él. Los jedis rodearon al sith para atacarlo al mismo tiempo por direcciones opuestas. Ihsahan bloqueó un sable con el suyo mientras repelía ataques con su mano libre. Los sables nunca lo iban a tocar, pero tampoco pudo atacar mientras tanto. Sus enemigos eran rápidos, ágiles y estaban combinando ataques para distraerlo. Repentinamente, ambos saltaron hacia atrás para atacarlo con su telequinesis. Sus fuerzas chocaron entre sí para disiparse mientras marcaban el pasto que los rodeaba. Ihsahan había saltado y ahora mismo estaba volando hacia el gigantesco trandoshano. Sus sables chocaron con fiereza, bañándolos con una anaranjada luz. Ceerk no podía creer la fuerza que tenía el sith. Lak apareció de un lado para atacarlo, recibiendo un pesado puñetazo en la cara. El jedi rodó por el suelo mientras su aprendiz intentaba pelear con su enemigo. Ihsahan rompió sus defensas con un contragolpe para patearlo de frente en el pecho. Ambos se pusieron de pie con un salto mientras el sith levantaba su mano derecha. Sus oponentes endurecieron sus posturas en vano, ya que Ihsahan solo se quitó la máscara. Lak no podía creer lo que tenía frente a él.
“¡SHIN!” Gritó perdiendo la cordura por completo.
Ceerk lo miraba con seriedad mientras se acercaba a su maestro.
“No hay emociones…” Dijo en voz alta para que Lak se tranquilice.
“Hay paz… Gracias, padawan.” Dijo con cuidado Lak. “¿Cómo puedes estar vivo, Shin?”
“Shin no existe más, murió en el momento que lo abandonaron.” Respondió con prestancia Ihsahan.
“Un jedi como tú nunca caería en el lado oscuro.” Dijo ofuscado Lak. “Eras el mejor de nosotros…”
“¿Caer? Solo veo la galaxia con otros ojos, jedi. Aprendí que solo son un grupo de mentirosos que les gusta jugar a ser héroes.” Dijo con seriedad Ihsahan. “No pueden salvar siquiera a uno de ustedes y pretenden ser los guardianes de la galaxia.”
Ceerk estaba en silencio, ya que no era elocuente como su maestro.
“¿Sabes lo que estás haciendo?” Preguntó el trandoshano.
“Estoy protegiendo el Imperio.” Dijo con seriedad Ihsahan. “Me recibieron con los brazos abiertos cuando ustedes me abandonaron.”
“No te abandonamos, Shin…” Dijo ofuscado Lak.
“No son necesarias las mentiras, jedi. Sé exactamente lo rápido que se olvidaron de Shin.” Dijo con seriedad Ihsahan. “No deberían cruzar el camino del Imperio, jedis.”
Los ojos de Ihsahan empezaron a brillar en profundo rojo mientras los jedis daban un par de pasos hacia atrás.
“Es un sith…” Dijo ofuscado Lak.
“Maestro, esta no es una pelea que podamos resolver con paz.” Dijo con seriedad Ceerk. “Es nuestro deber proteger a la galaxia de los jedis que han caído al lado oscuro.”
“Ceerk, este es el momento para probar que eres un caballero.” Dijo con seriedad Lak. “No podemos…”
Ihsahan interrumpió la conversación un violentísimo relámpago. Ambos jedis levantaron sus sables para detenerlo. El sith apareció para atacar a Lak con un poderoso golpe lateral. El jedi saltó el ataque para contraatacar hacia la cabeza del sith, que bloqueó con guantelete mientras perdía de vista a Ceerk. El trandoshano lo atacó por atrás sin mucho éxito, ya que Ihsahan lo esquivó con un rápido paso al costado para patearlo con su bakuuni. La postura violenta de Ceerk fue una sorpresa, ya que no esperaba que alguien como él supiera Juyo. Los ataques de Ceerk habían cambiado por completo, ya que ahora eran directos y poderosos. Ihsahan bloqueó todos los ataques para corromper sus movimientos con una explosión telequinética. Lak saltó hacia atrás para estabilizarse mientras Ceerk simplemente seguía peleando. La frente de Ihsahan aterrizó en la cara de Ceerk para hacerlo dar unos pasos hacia atrás, abriendo sus defensas por completo. Lak apareció a salvar su vida, ya que detuvo el sable que iba directo a su pecho. Los tres se separaron con un salto.
“Pierdes la mitad de tu estilo peleando así, jedi.” Dijo con seriedad Ihsahan. “No sabes cómo manejar la violencia que tienes en las manos.”
“Cierra la boca, sith.” Dijo ofuscado Ceerk.
“¿Perdiste la conexión con la Fuerza?” Preguntó confundido Lak. “Ya no puedes usar tu técnica.”
“He aprendido a vivir sin ella, jedi. Nosotros no somos esclavos de la Fuerza.” Dijo con seriedad Ihsahan.
De fondo podían escucharse explosiones, los explosivos de Vitti estaban cumpliendo con lo prometido.
“¿Qué rayos está pasando?” Preguntó al aire Lak.
“Así que esta es tu verdadera cara, jedi.” Dijo con seriedad Ihsahan mientras dejaba caer su postura.
Su sable estaba a un lado mientras Lak saltaba hacia él con una fluides asombrosa. Ihsahan bloqueó el ataque con su guantelete mientras pivoteaba para quedar detrás de Lak. Su sable lo atravesó por detrás para que cayera muerto en el suelo. Cuando levantó la mirada, Ceerk estaba saltando hacia él gritando como un animal salvaje. Sus ojos brillaban en amarillo y estaba perdido en su ira. Ihsahan bloqueó sus ataques mientras notaba lo fácil que había sucumbido al falso poder de su enojo.
“No han podido domarte, Ceerk.” Dijo Ihsahan mientras golpeaba con un revés a su adversario.
Ceerk estaba ignorando el dolor de sus ataques y había perdido toda la cordura que tenía. Ihsahan ya no tenía un adversario, solo un animal dominado por la Fuerza.



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En el texto hay: accion y aventura, starwars, star wars

Editado: 28.06.2023

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