Atrapa mi alma

Capítulo 7

Decidieron que sí, lo mejor era hacerlo todo de una vez, y no arriesgarse a que Michael se diera a la fuga -esto último lo dijo Alejandro en voz alta, claramente para que él lo escuchara-.

Michael sintió su corazón encogerse y un nudo en su estómago. Él había experimentado rechazo y desconfianza antes, sobre todo en sus primeros siglos, y nunca dolió tanto, ¿qué lo hacía diferente ahora? 

Tal vez el cambio en su mirada. Ahí donde antes hubo una chispa cálida de reconocimiento, ahora había frialdad, tal vez incluso odio. Lo odiaba porque lo creía un asesino.

Esperaron a que el tal Joan Sanders tuviera su hora de comida para poder venir a la Central.

Mientras tanto, después de una llamada y ante la atenta mirada de los agentes, Michael se sentó a esperar a Cris. 

Cris Rey era un viejo brujo amigo suyo. Llevaban unas semanas viéndose algunas noches en el hotel Royal. Michael nunca le dijo la verdadera razón y ellos no estaban en una relación, era sólo sexo ocasional y, en este caso, su coartada perfecta. 

Cris llegó tan pronto como pudo. Entró directamente buscando con la mirada a Michael. Cuando lo vio, casi corrió hacia él. Cris estaba apenas en su primer siglo, Michael era como un maestro para él. En su mirada se veía la clara pregunta "¿Cómo terminaste detenido por humanos?".

Pero, antes de que pudiera hablar y arruinarlo todo, el agente Richard los interrumpió, apenas y dejó que se dieran un abrazo. —Disculpe, pero no pueden hablar, no podemos arriesgarnos a que sus versiones sean acordadas en este momento. Si no le molesta al señor Owl, y si usted está bien sin la presencia de un abogado, podemos tomar su declaración mientras Joan  llega.

Alex tosió exageradamente y Theo Richard sonrió y corrigió a "El Joan señor Sanders, nuestro testigo, llega". 

Los ojos verdes, de un verde mezclado con plata, buscaron los de Michael. El brujo mayor le sonrió y asintió. —Todo está bien. Sólo di la verdad, responde a todo lo que te pregunten, cada detalle es importante, Cris, no te guardes nada.

Cris asintió, estaba implícito que debían omitir la parte de ser brujos. 

Así que Michael se quedó, siendo vigilado por Alejandro, mientras el testigo llegaba. Quería decirle que se veía muy bien, los años le habían sentado bien, o que su técnica de dibujo era cada vez mejor, cada vez le costaba menos atrapar las almas en su bloc, o decirle que él no era un asesino, que lo entendía, él también había perdido a su único familiar por una injusticia...

...pero no podía decir nada de eso.

Así que se consoló con sólo mirarlo, esperando que cuando todo se aclarara pudieran empezar de nuevo o retomarlo donde lo dejaron en la escalera hace unas horas. 

Un rato después Joan Sanders llegó, Alejandro no esperó a que Theo y Cris salieran, él empezó el careo solo. Aunque su área eran los Retratos hablados, estaba capacitado para las demás también.

Todo salió como Michael esperaba, ya que era verdad. Su versión y la de Joan Sanders coincidían. El testigo sólo había visto a Michael a la salida del callejón, nunca lo vio salir exactamente, ni vio a las víctimas, y sí, él había huido sin ver más. 

Michael sonrió ante el ceño fruncido de su niño. Alex no era tan fácil de convencer.

Después Michael quedó en custodia de dos agentes mientras Alex y el agente Richard hacían el careo entre Cris y Joan.

Todo salió perfecto. Aunque la investigación seguiría abierta y no podían salir del país y debían estar a disposición de las autoridades si se les llamaba, lo típico, pero ambos brujos eran libres de irse. 

Cris dejó su número personal, ya que no fue acusado nunca. Michael, en cambio, dejó también el de su trabajo en el Instituto de Bellas Artes. 

—¿Bellas artes? -la voz de Alex cambió cuando recibió él la tarjeta.

Michael asintió, se despidió, y se llevó a Cris a la salida con él. Sólo que antes tuvieron que llenar algunos documentos, lo que les tomó algunos minutos extras. 

Fue por eso, destino tal vez, que Alejandro todavía los encontró dentro de la Central cuando corrió a pedirle a Michael verlo después.

El rubor en sus mejillas pálidas, cuando le preguntó si para otro careo o declaración, le dijo al brujo que nada tenía que ver con el caso. 

¿Una cita? ¿Su niño, el Atrapador de almas, le estaba pidiendo una cita? ¿Por qué? ¿Qué lo hizo cambiar de opinión?

 



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En el texto hay: un amor imposible rodeado de magia

Editado: 12.07.2018

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