Atrapa mi alma

Capítulo 31

Al final, el sábado no fue tan mal, al menos no con Theo siempre entre Alejandro y Sabine. 

Él, como bien amigo de ambos, no preguntó qué había pasado -al menos no frente a ella, seguramente lo haría después en la Central o en una llamada-, pero era obvio que algo había sucedido, así que simplemente se quedó entre los dos, tratando de aligerar la tensión.

Sabine no volvió a reclamarle a Alejandro -sin derecho alguno ni razón, para empezar- por dormir con Michael Owl, un hombre además, lo que a sus ojos lo hacía peor. Y Alex agradeció eso, creyendo que ella lo estaba superando, sin sospechar que, al contrario, estaba lejos de dejarlo pasar, ella haría hasta lo imposible por alejarlos. Si ella nunca tuvo más que su amistad, si no consiguió un interés amoroso de su parte, ¿por qué lo tendría él? Antes de él, Alejandro ni siquiera se consideraba gay. ¡No era justo y no lo iba a permitir!

Se habían despedido, con Sabine preguntando si podían verse al día siguiente, y Alex prometiendo que podían repetirlo los tres -hizo énfasis en ese detalle, los tres incluyendo a Theo- la próxima semana.

—¿Toda una semana? -Sabine casi había hecho un puchero-. Eso es mucho, cariño. ¿Por qué no salimos un día después de tu trabajo?

Alex había negado. Él se había estado viendo, y seguiría haciéndolo, con Owl después del trabajo. Al menos hasta terminar el retrato. Y no es que tuviera que ocultarse porque no estaba haciendo nada malo y era su vida, pero prefería no provocar más a su amiga. Afortunadamente Theo intervino con un "Tenemos varios casos y es complicado, Sabine. Creo que es mejor, como dice Alex, vernos hasta el siguiente fin de semana...si tienes tiempo tú, claro".

Ella había hecho una mueca, pero había terminado por aceptar, ya que era eso o nada y no podía permitir más silencio y espacio entre ellos.

Theo se fue sonriente, después de ella, con un "Me debes una. Y quiero todos los detalles, hombre".

Alex, sintiéndose un poco como un adolescente -el adolescente que no se permitió ser por haber tenido que crecer y madurar desde niño a causa de la muerte de sus padres y sus deseos de justicia- no se había resistido a enviarle un mensaje de texto a Owl:

"Lo siento por lo de Sabine. Ella usualmente no es así. No hagas caso, por favor. Todavía nos vemos el lunes, ¿verdad? ¿Sigue en pie lo del retrato y tu amistad?".

Al menos resistió el impulso de enviar otro, seguido a ese, diciendo que tenía libre el día siguiente, es decir, el domingo, y podían verse. ¡Porque, por dios, apenas esa mañana se despidieron! No podía extrañarlo ya. 

Y, en realidad, lo que le impidió enviar ese segundo mensaje desesperado fue la pronta respuesta de Owl -que, por supuesto, no lo hizo sonreír como tonto-:

"Buenas noches, Alejandro. ¿Qué tal tu día con tu amiga? ¿Todo tranquilo? Y no te preocupes, yo entiendo, se preocupa por ti porque no me conoce. Pero tú quieres darte la oportunidad de hacerlo, de conocerme, y es lo que importa... Y, sobre tu pregunta, por supuesto al retrato y a mi amistad. ¿Nos vemos en la plaza de siempre?".

De siempre. En realidad, sólo habían sido un par de ocasiones. Pero ese "de siempre" lo hacía sonar como algo suyo, algo de los dos, una tradición o algo así, así que no lo corrigió o cuestionó el hecho de estarse mensajeando con Owl a mitad de la noche. Porque eso hacen los amigos, ¿cierto?

"Puedo ir a Bellas Artes por ti. Me gusta el ambiente, ya sabes."

"Claro. Porque, para empezar, eso fue lo que me dio una oportunidad contigo, ¿verdad? No lo había pensado. El Arte te atrae, cielo."

No podía negarlo. El que diera clases en Bellas Artes lo había hecho decidirse... Así que decidió ya no contestar para no tener que confesar o mentir. Esperaba que no se molestara por estarlo ignorando.

Se quedó mirando su techo claro de su habitación, buscando formas aleatorias, esperando que el sueño llegara. Unos minutos después recibió otro mensaje, esta vez era un mensaje de voz, empezaba con la risa profunda de Owl que le provocó un escalofrío y después un "Te veo el lunes en Bellas Artes, mi niño. Dulces sueños, Alejandro".

Alex tuvo que morder sus labios para dejar de sonreír y bloquear el móvil para no seguir escuchando su voz. ¡Él no era un adolescente enamorado!

Y sobre sus sueños... Sus dulces sueños fueron, en realidad, extraños. Sueños desconcertantes y sin sentido.

 

<<Era él. Él no se veía, pero en los sueños de algún modo lo sabes. Era él, con una especie de bloc antiguo, un cuaderno mejor dicho, en su regazo. Y un sonriente Owl, con ropa de época, como si hubieran retrocedido siglos en el tiempo, posaba para él. Había un atardecer de fondo, un arco de piedra oscura, su cabello brillaba como en el atardecer en la plaza de los estudiantes de Arte hace unos días. Owl vuelto hacia él, con una enorme sonrisa, sus ojos de plata brillando, una de sus manos señalando su cuaderno mientras decía "Atrapa mi alma, mi amor".



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En el texto hay: un amor imposible rodeado de magia

Editado: 12.07.2018

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