Atrapa mi alma

Capítulo 32

 

"Atrapa mi alma, mi amor".

Alejandro se había dicho que no pensaría más en eso, pero el lunes llegó y esas malditas cinco palabras seguían en sus pensamientos. Negándose a irse. 

Y es que era más que las últimas dos, era lo que ese "Mi amor" le hizo sentir en sueños, cómo su estómago se llenó de mariposas y su cuerpo vibró de emoción, cómo su corazón latió como repitiendo las palabras cariñosas en silencio.

Era cómo la sonrisa de Owl en el sueño lo derritió, tan conocida porque ya lo había visto sonreír varias veces, dirigido hacia él, y tan nueva, porque había algo más en esa sonrisa. 

La primera parte de la frase, las primeras tres palabras tenían más sentido, y le hicieron recordar la historia que su madre le había contado una vez. El Atrapador de almas que vivió hace siglos...

Y se dijo que tal vez lo soñó porque la muerte de Félix Sánchez lo hizo pensar en el asesino de sus padres y simplemente recordó su promesa de venganza. Su sueño infantil de atrapar así, con un dibujo, al asesino, a todos los asesinos. Esa parte podía entenderla, pero... ¿Y Owl? ¿Por qué se soñaba con Owl, en otra época, y se llamaban "Mi amor"?

Aunque creía posible a Owl, fácil con los motes cariñosos como era, llamarlo "Mi amor", o "Amor", o cualquier cosa ridícula por el estilo, esas dos palabras se sentían literales incluso en el sueño, aquellos seres de la realidad onírica realmente se amaban. 

Y entonces Alejandro decidió pensar que sus recuerdos, la historia de su padre, sus deseos de justicia, y su presente con Owl -su nuevo amigo- simplemente se mezclaron. 

No había en ese sueño nada más qué pensar o explicar.

Y justamente por eso Alejandro no debería haber saltado en su lugar cuando Theo lo detuvo antes de terminar su jornada laboral y poder irse a Bellas Artes por su...amigo. Huyendo como si hiciera algo ilícito.

—¿Qué te pasa? -una sonrisa pícara adornó los labios de Theo-, ¿en qué estabas pensando?

Alex resopló, empezando a guardar sus cosas e intentando ocultar su rubor de Theo. —No empieces. No todos somos como tú. Sólo me asustaste.

—Así debe estar tu conciencia -Theo canturreó-. Entonces, ¿en qué pensabas?

Alejandro balbuceó algunas palabras sin sentido que hicieron reír más a su amigo.

—Bien. Como sea. ¿Me dirás, entonces, en cambio, lo qué pasó entre Sabine y tú el sábado? No puedo meterme siempre entre ustedes si no entiendo qué pasa, Alex. 

Theo siempre había pensado que Sabine quería más que la amistad de Alex, pero las veces que lo mencionó o él lo ignoró completamente o le dijo que estaba loco. Así que ya no se metía en eso.

Alex hizo una mueca mientras terminaba de guardar sus lápices y su bloc. Consideró mentirle o evadirlo, pero no tenía sentido, además no había hecho nada malo, y de verdad necesitaba hablarlo con alguien.

—Owl durmió en mi casa el viernes -alzó su mano rápidamente para detener las palabras de su amigo, esas que ya brillaban en sus ojos y su expresión traviesa-. No. Ni lo digas. No así. Dormir no es un eufemismo para tuvimos sexo, en este caso. Dormir es dormir, sólo eso. Y no durmió conmigo, durmió en la casa. Estaba agotado de verdad, más que físicamente. Este último caso, y después la muerte de Sánchez, me golpeó como no esperaba. Y Owl estaba ahí, por lo del retrato que voy a hacer de él. No sé qué pasó, él se ofreció a hacerme compañía, sólo eso, no dejarme solo y yo...

—Oye -la voz de Theo había cambiado completamente, su tono hizo a Alejandro relajarse un poco, poder respirar y dejar de hablar, la expresión de su amigo era comprensiva-. No tienes que explicar nada, ni justificarte conmigo, o contigo mismo. Ya te dije. Haz lo que sientas correcto, Alex.

—No lo entiendo -confesó Alex, con un suspiro.

Theo se encogió de hombros. —A veces no hay que entender, sólo actuar. La comprensión llegará en su momento, o no lo hará nunca, pero al menos no detuviste tu vida por eso. ¡Vive, Alejandro! A veces no hay segundas oportunidades.

Alex no dijo nada. Sonaba fácil decirlo, pero hacerlo...eso era completamente diferente.

—Y entonces, ¿eso fue lo que molestó a Sabine?

—Eso. O que acepté la cita aunque ella no quería. O que no me creyó que no hicimos nada además de dormir... No sé realmente qué fue lo que la molestó. Creo que sólo está siendo sobreprotectora conmigo y piensa que Owl no es bueno para mí.

—¿Y sí lo es?

Alex se sintió ruborizar al recordar el beso frente al piano y el abrazo en su casa. Apenas pudo evitar un suspiro. Pensar en la mirada de plata de Owl, en el misterio que lo envolvía. El hombre en sí era un enigma, pero, ¿quién es realmente bueno? Hay más que blanco y negro en el mundo. Y se sentía bien a su lado. ¿Por qué eso sería malo?



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En el texto hay: un amor imposible rodeado de magia

Editado: 12.07.2018

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