Atrapa Sueños

1. La Bola de Cristal

La noche en que todo comenzó, ella no recordaba cómo es que había llegado al bosque donde se encontraba. Junto con ella, habían otras... mas o menos quince personas jóvenes formando un círculo.

Parecía que ninguno de los demás  se percataba de la extrañeza del bosque, como si ni siquiera lo estuvieran viendo. Era como si todos ellos estuvieran hablando solos.

Salvo una persona, claro. Deyna  miró en todas direcciones en busca de algo que pudiera decirle donde estaba, cuando de pronto vio algo en el centro del círculo del que formaba parte, había una especie de punto brillante que flotaba en él sin ningún sentido, ella intentó moverse para poder ver de mas cerca ese punto, pero no podía.

Sentía a sus pies moverse pero no avanzar. Entonces, aquel punto comenzó a acercarse, a avanzar hacia ella, y cuando por fin Deyna lo tuvo tan cerca que hasta la encegueció un poco, fue que pudo distinguir que ese punto no era "un punto", sino una estrella, brillante y hermosa estaba envuelta... en una bola que parecía  de cristal puro.

Alzó su mano izquierda y la agarró. Y en ese momento, todos los otros jóvenes que se encontraban con ella desaparecieron como por arte de magia.

— Hola Deyna— Dijo una voz angelical detrás de ella.

Deyna volteó y pudo distinguir una figura alta, era un hombre de alrededor de treinta y cinco años. Su tez era pálida y su cabello era negro como su saco largo.

— ¿Quién eres? ¿dónde estoy?— preguntó ella algo temerosa.

— Yo soy Georg, y al igual que tú, soy un Sapna, mas específicamente, soy el guardián de los sueños. Y pues estás... precisamente en uno.

— En un... ¿sueño?, ¿esto es un sueño? — Dijo Deyna algo sorprendida.

— Algo así, estas en un punto medio entre los sueños y la realidad. Verás, éste orbe de sueño...— Dijo Georg quitándole la estrella de la mano a Deyna y comenzando a caminar lentamente a su alrededor. —...te escogió, teníamos muchas opciones de quien podría ser El Atrapasueños y al parecer éste sueño, te eligió a ti. Tú eres El Atrapasueños.

 

— ¿Qué yo soy el...qué? — Cuestionó Deyna casi tartamuda.

— El Atrapasueños, tu deber es rescatar los sueños que se les pierden a las personas, y proteger éstos de las pesadillas, aunque para combatirlas existen otro tipo de Sapnas.

Había algo dulzón en la voz de ese hombre que no daba nada de confianza, pero tal vez era sólo su forma de hablar.

— ¿Sapnas?

— Si, Sapnas, somos los encargados de todo lo que se refiere a sueños, desde crearlos, hasta resguardarlos, o incluso...destruirlos. Hay varios tipos de Sapnas, entre éstos tipos se encuentran los Atrapasueños, aunque éstos están extintos, TU eres el último, Deyna.

Ella tenía tantas preguntas en su cabeza, que no sabía cual ejecutar primero.

— ¿cómo sabes mi nombre? —Soltó al fin.

Georg paró de andar para mirarla fijamente.

— Lo sé porque te he observado, a ti y a los otros jóvenes que estaban aquí ésta noche.

— Es mucha información para procesar yo...

— Escucha te lo pondré más fácil, como te observé, se que hay tres cosas que deseas más que nada en el mundo: una aventura, encontrar el amor, y dedicarte a actuar toda la vida.

Lo miró intrigada y sospechando.

— Así es... — Deyna sintió tanto miedo que no sabía que responder ¿cómo es que éste hombre la había observado, qué tanto sabía de ella?

— ¿Qué dirías si te dijera que yo puedo darte los tres a cambio de que trabajes para mi atrapando sueños, y quizá con tu... talento como actriz, haciéndome unos cuantos favores? 

— ¿Habrá peligros? —Preguntó Deyna.

— ¡Muchísimos!, pero ¿no es que de eso se tratan las mejores aventuras?

Deyna enmudeció al oír éstas palabras.

— Tienes veinticuatro horas para decidir si aceptas ser mi Atrapasueños, pero ten en cuenta que si aceptas tendrás que dividir TODO tu ser en dos, como si tuvieras dos cuerpos, mentes, ¡almas!, una parte continuará viviendo su vida normal y la otra vendrá conmigo.

— Pero ¿podré...algún día volver a unirme conmigo misma?

— Ese es el detalle complejo, sus mentes estarán unidas así que podrás ver dentro de los recuerdos y sensaciones de la otra Deyna, pero nunca podrás re-unificarte por completo, lo siento, por eso es  una decisión tan difícil, pero debemos dividirnos para disimular nuestra existencia, o toda la humanidad se enteraría de quienes somos y de lo que hacemos, sería peligroso para literalmete todo el mundo.

— ¿Hay alguna otra cosa más que deba saber sobre esto de la..." división del ser" antes de aceptar?

— Si, no podrás ver a tu otro yo a los ojos o esto podría llevarte a la locura, y tampoco podrías volver a hablar con tus amigos o familia, ya que podrían notar que hay algo raro, aunque si no lo notan, a veces podríamos hacer excepciones... serías como la gemela perdida que ni la madre sabe que existe... ¡Ah! — Dijo Georg levantando su dedo índice en señal de exclamación. — y la Otra Deyna no tendrá ningún recuerdo de lo que aquí pasó. Fuera de todos esos detalles, no hay nada más que debas saber,... No lo olvides, veinticuatro horas. Hasta entonces, Deyna. — Georg se acercó a Deyna y le depositó un paternal y algo tenebroso beso en la frente. 



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En el texto hay: suenos, romance, magia

Editado: 27.11.2019

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