Atrapa Sueños

24. El secreto mas grande

— Ok — comenzó el instructor — ahora que tienen escogidos sus recuerdos, me los van a mostrar alcen sus ánimas a la altura de sus pechos. — los muchachos obedecieron sin discutir. — primero, van a mostrarme el recuerdo que les produzca más enojo, luego, el que les produzca más miedo y por último, el más feliz. Pueden cerrar los ojos para concentrarse más. Yo tocaré mi flautín.

Al final ni Igna, ni Deyna supieron si el resultado de la clase de Sergio se dio por sus emociones gracias a sus recuerdos, o gracias al Flautín, cuyo sonido era tan puro, tan hipnotizante tal vez ese era el objetivo de Sergio, sacar todo lo que esté en el fondo de sus corazones con su mágico instrumento.

Pues, cuando Sergio comenzó con su flautín, Deyna se sintió como flotando, en las nubes. Cerró los ojos luego de sesionarse  de que la arenilla de su ánima se transformaba en humo.

Se vio en un lugar oscuro y comenzó a recordar...

"Era una tarde de ensayo en el teatro, mi co-protagonista, vino con aroma a cigarro, tenía los ojos rojos, parecía estar muy feliz, saludo a todos por orden, y cuando llegó a mi, se saltó, me miró como a un bicho asqueroso y no me saludó, minutos después, ensayando una escena en la que nos besaríamos, pero sólo en la presentación, como habíamos pactado, él me jaló lastimándome la muñeca y rompió el pacto sin ningún motivo, luego se alejó riendo victorioso, al día siguiente, ni siquiera me dirigió una mirada en la escuela, y yo la grandísima Deyna Nima, quedé enamorada de él, quedé enamorada de alguien que me maltrataba, cada ensayo me humillaba y despreciaba, pero era una chica insegura, era la primera vez que me sucedía este... sentimiento era como si el dolor me gustara nunca olvidaré cuantas veces rogué a los cielos la muerte por su causa, quedé humillada y me da tanta vergüenza hasta hoy, lo que daría por volver atrás el tiempo y tener el carácter que tengo para darle una bofetada y exigirle respeto, nadie debe aguantar maltratos de otro Y MUCHO MENOS POR AMOR, le tengo más resentimiento que al mismo Georg."

Deyna comenzó a lagrimear recordando cada humillación por la que el co-protagonista le hizo pasar.

 "Pero... después de todo, no tendría el carácter que tengo hoy de no haber vivido todo lo que viví con ese sujeto. Gracias, co-protagonista, por enseñarme que NADIE tiene el derecho de faltarme al respeto, GRACIAS."

Seguía el recuerdo más temeroso.

El cual, claro, fue la primera vez que ella sacó un orbe de sueño, evento que ya describí en el capítulo 6 de este relato.

Por último quedaba el recuerdo más feliz.

"Una mañana, Igna me despertó a las 5 de la madrugada, me hizo callar con su dedo y una sonrisa pícara. 

Me hizo salir de mi cuarto y me llevó hasta afuera de la casa, todos dormían así que tuvimos que guardar el mayor silencio posible. Me señaló el cielo una vez afuera, nunca había visto un cielo tan bonito el color era amarillo pero con matices violeta, una ráfaga de viento atravesó y me congeló.

Me estremecí y él me abrasó cubriéndome con su salto de cama, vimos los pajarillos volar como lo hacen cada día a esa hora. Yo suelo dormir con el cabello trensado  e Igna me lo destrensó colocándose mi liga como una manilla en la muñeca.

 

 Me encanta cuando tu cabello baila en el viento — dijo y me besó, fue el beso más dulce que me dio hasta este día, ese tipo de besos que te hacen olvidar el resto de los besos que te dieron porque no hay modo de comparación, el beso del ser amado, opaca los besos de todos los demás".

Continuarían con el secreto más grande de sus corazones, Deyna nunca había tenido un secreto que fuera muy fuerte, pero si tenía algo que nunca sacó a los oídos de alguien más.

"Cuando era niña, me ocurrían cosas extrañas en mis sueños siempre tuve la habilidad de volver a ellos, moverme en el tiempo, podía ver el pasado y el futuro, y podía ir y venir de muchos puntos del presente, podía incluso ver en los pensamientos de otros, pensamientos que al día siguiente se confirmaban porque me los contaban a modo de secretos, y no sólo eso, podía controlarlos sin querer, entre otras mil cosas."

Se dio la sesión concretada cuando ambos mostraron a todas las personas que influyeron en sus vidas.

"Mamá, Igna, Greten, Gaby, Hugo, Papá, Andrés, Georg, etc."

  Sergio paró de tocar su flautín, y a su vez, los muchachos pararon también.   Los despidió exigiéndoles regresar al día siguiente para poder pasar clases con el resto de sus alumnos.

Luego debían ir al Tribunal para coordinar algunos aspectos de su boda. Pero antes debían ir a la cafetería de la Academia para almorzar.

Entraron a la misma, pidieron su almuerzo, lo pagaron con algún dinero que les dio Aurora.  

En lo que pasaban por las mesas todos los veían y se callaban o rumoreaban cosas, incluso el idiota al que Igna le había partido la cara que estaba ahí todo adolorido y con una venda en la nariz, lo peor fue que no habían mesas libres, y se notaba que los demás no querrían compartir mesa con ellos, lo que los obligó a ir al otro extremo del salón donde había una vacía.



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En el texto hay: suenos, romance, magia

Editado: 27.11.2019

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