Atrapa Sueños

27. Romeo y Julieta

Los invitados estaban reunidos en círculos en un claro en el bosque, el círculo interior eran los  familiares más cercanos que daban un espacio de tres metros de diámetro para los novios. En los círculos exteriores estaban el resto de los invitados.

Ignacio estaba sentado de rodillas en el centro con una banda que le cubría los ojos, al principio Deyna se asustó por esta razón, creyó que quizá era todo una trampa de Georg, pero al ver la expresión de relajación de los demás se tranquilizó. 

El señor Zceler la metió al círculo por entre los invitados, entonces el... "sacerdote" indicó la entrada de la novia, quien debía dar una vuelta entera al círculo y sentarse de espaldas al novio.

Una vez terminado ésto, el sacerdote procedió. Les dio una vela apagada a cada uno y encendió un en la mesa baja que tenía a sus pies justo en frente de los novios y se arrodilló también.

  Indicó a los invitados que se sentaran también, todos se sientan en el suelo, sólo los que tienen enfermedades o los ancianos se sientan en sillas en el círculo exterior, pues así representan que los mayores los protegen aún, para evitar cualquier tipo de adormecimiento en las piernas, las bodas en Rem son muy cortas.   

Dijo unas palabras de inicio, saludo y dio un breve discurso sobre lo que significa en Rem el matrimonio. Una filosofía bastante bonita aunque algo retrógrada para el gusto de Deyna, ya que en Rem se casan muy jóvenes porque, según el sacerdote, esto les da independencia y les obliga a crecer. 

En fin, luego ordenó a la novia girar mirando hacia la mesa, le pidió que encendiera su vela con la que estaba en la mesa y decir unas palabras al novio.

Deyna admitió ante mi una vez que para ser sincera ella no tenía ni idea de qué quería decir. Así que lo que dijo le salió espontáneo y completamente desde el corazón.

      — No hay mucho que quiera decir — dijo — salvo agradecerte Igna, Gracias por ser simplemente quien eres, por demostrarme que no todos los hombres son iguales como dicen muchas, que no todos los jóvenes son inmaduros, gracias por aceptarme como soy. Eres realmente increíble, desde la primera vez que te vi pensé que debiste haber sido tallado por los mismos ángeles, y luego conocí tu personalidad sonriente y valiente, con unos nervios de acero, tienes realmente la personalidad de un rey. Muchos piensan que el amor es ser "más que amigos", pero tu me demostraste, que en realidad, el amor es ser precisamente eso: AMIGOS que se quieren como amantes, confidentes. Eso es el amor, Una amistad que se siente como un romance.

 

Posteriormente a los aplausos que siguieron, el sacerdote pidió al sonriente y sonrojado novio que girara con vista a la novia, y que ésta le retirara la banda de los ojos. Luego, Igna debía encender su vela con la flama de la vela central también y ponerse vista a la mesa como Deyna. 

De hecho Igna ya se imaginaba por pura lógica que le pedirían dar palabras en algún momento, aunque él pensó que si ese fuera el caso, las palabras le saldrían solas. Pero al oír las palabras tan bonitas que le dijo Deyna, se paralizó y no recuerda lo que dijo. Para fortuna mía, los señores Zceler, y Sebastián tienen una grabación de la boda.

 

— El que debería agradecerte soy yo, Gracias por hacerme el hombre más feliz del mundo, gracias por mirarme como me miras, porque dudo que alguien vuelva a mirarme como tu lo haces. Me siento muy afortunado de ser YO el que esté a tu lado en frente de este altar, me siento afortunado de ser el esposo de la mujer más hermosa, inteligente, amable, educada... me faltan palabras para describir quien eres, por que mi "personalidad de rey", como tu dices, no sería nada sin una reina a su lado. Me encantas porque no eres la típica muchacha  amargada de los libros que tanto leemos, tu eres diferente y no porque lo quieras ser a propósito, no importa si el camino es oscuro, tu siempre darás la cara y sonreirás sin rendirte, eso es lo que te vuelve tan hermosa.

Luego de los aplausos, el sacerdote sacó una cuarta vela y les ordenó a ambos que la encendieran al mismo tiempo con las velas que tenían en la mano y luego depositaran estas en la mesa.

Para casi finalizar la boda, el sacerdote pidió a Deyna sacarse el guante de la derecha, donde estaba escrito el nombre de Ignacio.

Esta inscripción, cabe aclararle al lector sirve en lugar de los anillos en las bodas humanas tradicionales, entonces Igna repasó con su anima y su nombre volvió a iluminarse, luego, Deyna se acercó al brazo izquierdo de Igna y repasó sobre el con su ánima. Una chispa apareció dibujando y se descubrió el nombre de:

Deyna Nima

Ripoll

Por último, Aurora le entregó al sacerdote un orbe de sueño, que mas parecía una bola de cristal pues estaba vacío entonces se les encargó a los novios llenarlo de la siguiente manera.

Deyna envolvería el orbe con las manos, e Igna envolvería las manos de Deyna con las suyas, él estaría en el exterior por ser el jefe de familia, lo único Deyna debía dejar un espacio pequeño para que el ánima de Igna tuviera contacto con el orbe, entonces ambos pondrían un poco de su arenilla en ella.



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En el texto hay: suenos, romance, magia

Editado: 27.11.2019

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