Atrapa Sueños

28. Buenas (Mil y una) Noches

Tras haber comido una deliciosa cena, haber bailado muchas canciones modernas y también una danza tradicional de Bolivia, llamada cueca luego del vals, claro, los novios se retiraron a su nueva casa, la cual fue designada por Aurora.

La casita era muy bonita, de dos simples pisos, hecha de madera, piedra y muchas ventanas en medio de los suburbios. El segundo piso tenía una terraza amplia y cuatro habitaciones, mientras que la planta baja tenía una sala grande con una alta chimenea,  aunque la cocina era algo pequeña. 

 

— Hay muchos cuartos ¿no? — comentó Deyna mientras acomodaba su ropa — tres extra a parte de la nuestra.

— Si, hay mucho espacio para el futuro, quién sabe, tal vez... niños

— Niños... — repitió Deyna con un suspiro — eso si me gustaría mucho, pero en el futuro primero tenemos que acomodarnos y ver de qué vamos a vivir

— Por ahora el estado nos dará subvención hasta que terminemos los estudios y luego seremos Sapnas profesionales. 

 

— Es una lástima, al menos hubiera querido tener una luna de miel como los humanos normales.

— Bien, te prometo que cuando acabe todo esto de volver a encontrar los orbes que robó Georg y estemos de vacaciones en la Academia, nos iremos de viaje, ¿Qué te parece? Uno largo, a un lindo paraíso.

Ambos sonrieron y se dieron un beso enorme, esa sería su primera noche de casados, la primera de las mil y una noches que querrían tener en su futuro juntos.

* * *

Se despertaron  medio día si no es que mas tarde comieron algo simple y fueron donde Sergio a pasar clases.

 

— ¡llegan tarde! — exclamó su instructor

Luego se fueron a sentar a lado de Simbad en el pasto. Entonces, continuaron con la clase que ya casi estaba por terminar. 

 

— ¿qué hicieron? — le susurró Deyna a Simbad

— Tonterías, nos enseñó a sacar figuras de arenilla 

En ese momento, Deyna volteó a ver a Sergio quien con su arenilla morada hacía la figura de una montaña rodeada de nubes.

 

— Si pueden proyectar imágenes, como sus recuerdos y a sacar figuras hechas de pura arenilla podrán controlar sus ánimas y sus arenillas, entonces, lograrán hacer todo lo que quieran con ella, salvo controlar seres humanos y objetos inanimados, pues ambas cosas están prohibidas en Rem, la primera porque es algo... inhumano, y lo segundo porque fomenta la flojera de cuerpo y pensamiento. 

Una vez que todos los estudiantes se fueron, Sergio le pidió a Deyna hablar en privado.

 

— Mira Deyna — le dijo — quiero hablar contigo sobre tu secreto, el que me proyectaste con tu ánima el otro día, sobre las cosas raras que te pasan en tus sueños desde niña

— Si, Sergio ¿qué hay con eso?

— Como ya dije, hay cosas que no se pueden hacer con arenilla de ánima porque están legalmente prohibidas, pero hay otras que no se pueden porque son imposibles, incluso para algo tan mágico como la arenilla. Quizás Georg te quiso reclutar desde el principio porque todo lo que te pasaba en los sueños lo puedes materializar en la realidad, como esto de moverte en el espacio y el tiempo, cosa que como ya haz de haber deducido, es imposible incluso para los sapnas más poderosos. Eso explica porque los sueños te pusieron Nima. 

Deyna se quedó con la boca abierta de la impresión.

 

— ¿cómo? — preguntó ella por fin

— Ten — le dijo Sergio entregándole un libro muy antiguo de bolsillo y con hojas doradas — guárdalo bien, lo saqué de la biblioteca de Rem, este libro es prohibido, no se lo muestres a nadie, vete a casa muy rápido a leerlo y ponte en práctica yo todavía debo hablar con Ignacio.

Nima tomó el libro, lo metió debajo su ropa y se fue muy apresurada luego de despedirse de Igna.

Por la tarde, Deyna hizo lo que Sergio le ordenó, prácticamente se memorizó el corto índice por si algún día necesitaba buscar algo en el libro de manera rápida.

* * *

Ya daban más de las 12 de la noche, nuestros protagonistas se encontraban plenamente dormidos cuando un ruido leve y sigiloso, como el crujido de una puerta se manifestó en la habitación matrimonial. 

Una luz blanca azulácea iluminó la  habitación, lo que despertó por fin a Deyna e Igna. La luz era de un potente orbe de sueño, que estaba sostenido por la mano de un hombre.

 

— Buenas noches Romeo, buenas noches Julieta. — dijo Georg.



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En el texto hay: suenos, romance, magia

Editado: 27.11.2019

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