34. El Moulin Rouge

Camelia era la única que podía hacer ese mismo truco. No se sabe porque algunos sapnas nacen con unas habilidades y otros con otras. La habilidad de Deyna es controlar la realidad como lo hace en sueños, la de la reina es transformarse, es algo extenso de explicar.

Ella es muy distraida, incluso más que la propia Deyna, pero eso no le quita que es una talentosa sapna soñadora.

En fin, Camelia, Margatita, Sarah, Stephan, Aurora, Igna, Simbad, y Sergio serían quienes irían a rescatar a Deyna, con Sebastián que se acoplaría en un momento más una vez que dejara durmiendo a Gema. 

Reunieron sus cosas, armas, alimento, agua, y desde luego sus arenillas, de seguro una gran batalla se acercaba.

Se transportaron hasta el colegio de Deyna, ya era de noche, les pareció raro que a esa hora, hubiera tanta luz en el interior, pensaron que quizá era una reunión de padres y maestros o algo similar, pero era algo peor.

Era la presentación de la obra donde la otra Deyna actuaría, y desde luego, el escenario cuadrado estaría repleto.

Estaban a punto de volver al día siguiente, sábado. Pero antes de la retirada...

— Ocho entradas por favor — pidió Camelia al taquillero.

Todos se miraron sorprendidos y hasta en pánico.

— ¿qué haces? No podremos hacer nada si hay tantas personas — le advirtió Igna entre dientes.

— Gracias — dijo Camelia ignorándolo mientras pagaba las entradas con dinero que había creado con su ánima.

Acto seguido, guardo el cambio en su bolso y entró. Los demás sólo la siguieron hasta llegar al escenario y tomaron asiento sin decir palabra alguna, Camelia parecía tenerlo todo en su lugar.

— Tal vez — le susurró a Igna — Georg no venga hoy por está obra, entonces tendremos más oportunidad en el entre acto o quizá al final.

Se pasaron la voz, y al concordar  todos, decidieron quedarse. Pero estaban cometiendo un error, el lector no olvidará que Georg tiene una peculiar y enfermiza obsesión por su Julieta.

¿cómo podría perderse sus dos  presentaciones como la actriz principal?

El show comenzó apagaron las luces, y comenzó a hablar el personaje principal masculino y luego de unas cuantas escenas recién es cuando Deyna hace su primera aparición. 

A todos los presentes les emocionó un poco verla, en especial a Igna, claro. Camelia soltó unas cuantas lágrimas primero, para después deshacerse en llanto silencioso.

Al verla, por primera vez en...¡años! quizá que Igna soltaba unas lágrimas extrañando a su amada Deyna. 

Ellos estaban sentados en primera fila, casualidades del destino, sus tres mejores amigos, Hugo Gaby y Greten estaban justo a su lado.

Deyna volteó para mirar a sus amigos, y al ver que a lado de estos estaba una hilera de personas llorosas se extrañó muchísimo.

Pero no vio a todos, vio a sólo uno que le captó la atención. Pareció haberse parado el tiempo. Aún así continuó con su número musical. 

En el entre acto, Deyna (bueno, Deyna número 2) no pudo evitar ponerse un saco e ir a esa fila, saludó a sus amigos que querían salir a comprarse un café, y luego se dirigió hasta nuestro equipo de rescate.

Sacó un paquete de toallitas secas, se acercó al misterioso chico que había visto en plena actuación.

Todos, como era de esperarse quedaron boquiabiertos, estupefactos.

— ¿puedo saber porqué un muchacho tan bien parecido como tú estaba lagrimeando, bueno todos ustedes? — preguntó repartiendo toallitas a todos dejando para el final a Igna y poniéndose de cuclillas en frente de él.

— Es...— comenzó Igna y se aclaró la garganta — nos haces recuerdo a alguien que perdimos hace unos días.

— Siento su pérdida, en serio, espero que disfruten el show — dijo poniéndose de pie — adiós.

— No te vayas...— reclamó Igna parándose de su silla — olvídalo,... cuando esto acabe, ¿te sacarías una foto con nosotros?

— Para mí será un placer 

Ella se dio la vuelta y se alejó. Igna volvió a tomar asiento ignorando las miradas juiciosas de sus compañeros.

En lo personal, me es complicado imaginarme cómo es que todo esto pasó sin que ninguno notara que Georg estaba entre el público todo el tiempo, y también la mitad de los niños perdidos, las otra mitad estaba invisible.

La obra terminó. Se sacaron la foto con Deyna y ella se fue. pero era hora de rescatar a la otra Deyna, así que todos fueron a los baños de la parte de atrás, se pusieron invisibles, y regresaron, pues era hora de regresar a SU Deyna, o bueno, su cuerpo.

Al menos a Igna le consolaba el saber que aún de opción tenía a la Deyna Humana, a lo mejor podría re conquistarla, y empezar de nuevo, el problema era cómo explicarle todo lo que había pasado. 

En cualquier caso, Camelia fue hasta el frente del cuadrado, los demás se tomaron de las manos en círculo al rededor de ella.