Andros está en el aeropuerto de Boston esperando que el vuelo salga. Mel ya ha abordado el avión para viajar a Nueva York. Porque se deben hacer los trámites en el panteón.
Andros sigue sin poder asimilar toda esa situación. Para él es como un sueño del que no ha podido despertar. Al anunciar el vuelo se paró, caminó y subió al avión. Las horas le parecieron eternas y se mantuvo despierto las seis horas y media que duró el trayecto.
A Los Ángeles llegó a las cinco de la tarde. Entre Boston y Los Ángeles hay una diferencia horaria de tres horas, y aunque salió de Boston a las dos de la tarde y se hizo de vuelo seis horas y media, en Los Ángeles son las cinco.
Se bajó y caminó por el pasillo, y después fue por su maleta. Al salir a la sala de espera ya está Mike esperándolo.
—Lo siento tanto joven Andros. Es una noticia que a todos nos tiene consternados—, dijo dándole un abrazo.
Andros correspondió el gesto y se dirigieron al estacionamiento. Caminaron en silencio, porque él no tiene ánimo de hablar. Mike entiende la situación y le dio el espacio que necesita.
Por otro lado, en la funeraria, James, el abogado de la familia y gran amigo del señor Andros, acaba de despedir a la señora Jessica y su hija Nicole.
La señora Jessica está devastada y su hija no se ha despegado ni un solo momento de ella. Pero la señora Jessica sabe que no puede seguir ahí, pues la familia de su amado está por llegar. Ella debe irse, pero cada paso que da le pesa más y más. Siente que no podrá seguir adelante.
—Mamá debemos irnos—, le pidió Niky, porque lo último que quiere es encontrarse con alguno de ellos.
Sabe que Andros viene, porque James lo mencionó, pero no sabe quién más.
James abrazó a Jessica.
Él tenía que recibir a Andros y ponerlo al tanto de toda la situación, sobretodo en los trámites. Él como abogado de la familia y representante legal de la compañía, puede hacer varias cosas, pero un familiar directo es quien debe firmar varios documentos.
—Nicole cuídala mucho.
Ella asintió y él la despidió con un beso en la mejilla.
Nicole salió del hospital sosteniendo a su mamá que va como sonámbula. Parece que está ida. En parte son los efectos de los medicamentos que le suministraron en el hospital, porque estaba realmente descontrolada. A Niky verla así le duele en lo más profundo.
Al llegar al estacionamiento subieron al auto y la señora Jessica se dejó caer en el asiento llorando amargamente, pensando que nunca más lo volverá a ver. Todo se desvaneció en un abrir y cerrar de ojos.
El señor Andros había salido de la casa de la señora Jessica a las siete de la mañana. Antes de irse la despidió con un beso, le dijo que la amaba y le puso una rosa sobre el tocador como seguido lo hacía, y también se pusieron de acuerdo para ir a comer después de la junta a la que no podía faltar.
En el trayecto a la oficina el señor Andros se sintió raro, pero no le dio importancia y siguió conduciendo. Llegó a la oficina e inmediatamente entró a la sala de juntas donde ya había gente. Los accionistas llegaron también, y la junta dio comienzo a las ocho en punto. Quien presidió la junta fue Mike, y el señor Andros estaba sentado a la cabeza de la mesa. De repente comenzó a sentirse fatigado, y un calambre que comenzó en los dedos. Él todavía estiró el brazo y movió los dedos para quitarse lo entumecido. A las 8:10 de la mañana el señor Andros se llevó la mano al pecho, empezó a sudar frío, se puso pálido y enseguida captó la mirada de las personas a su alrededor. Alguien le preguntó ¿Estás bien? Y él negó con la cabeza al tiempo que tocia. James se acercó y dijo “le está dando un infarto“, y su amigo se desvaneció al instante. Uno de los inversionistas se acercó también y lo acomodó en el suelo acercando el oído al pecho y dándose cuenta que no tenía pulso. “Llamen a la ambulancia” dijo, y comenzó a presionar fuerte y constantemente el corazón haciendo la maniobra cardiovascular de primeros auxilios para RCP. James por su parte inmediatamente habló a la ambulancia, dio la ubicación y le dijeron que en diez minutos llegaban. Pensó en la opción de llevarlo, pero el hospital más cercano estaba de menos a media hora y eso sin tráfico. Lo más conveniente era esperar la ambulancia. La persona que le hace el RCP no paraba, pero cada vez que ponía el oído sobre el pecho seguía sin oír latido, mientras los demás le preguntan si estaba vivo. El no les respondía y volvía a intentar hacer la reanimación. Los paramédicos llegaron a los doce minutos y tras valorar la situación intentaron con descargas eléctricas y la reanimación tuvo éxito, sin embargo se vino un infarto más, y siguieron por otros veinte minutos sin tener éxito ya. A las 8:35 de la mañana lo declararon muerto, y a la primera persona que James le marcó fue a la señora Jessica. Después intentó localizar a Andros y no tuvo éxito. Le marcó a Mel y tampoco, y ya por último a Emma.
Al llegar al hospital, Andros se puso más nervioso. Bajó del auto seguido de Mike y le marcó a James para decirle que ya estaban fuera de la funeraria.
James bajó y lo alcanzó en la sala de recepción. Al instante una vez estuvieron frente a frente se dieron un abrazo. Andros intenta mantenerse fuerte y sobre todo no llorar en público.
—¿Qué prosigue James?—, preguntó con tristeza.
—Esperan la autorización de la autopsia si así se requiere. Reconocimiento del cuerpo de un familiar directo.
—¿Debería autorizarla?
—Es tu decisión Andros, pero cómo abogado te recomiendo que lo hagas como parte del proceso para determinar la muerte.
Andros asintió y suspiró. Ahora debía reconocer el cuerpo de su padre.
James le palmeo el hombro y caminaron detrás, del joven de recepción hasta otra estancia, donde el médico forense los recibió.
Después de algunos documentos que firmó, caminaron por un pasillo hasta llegar a la morgue junto con James y el médico forense.
Entraron y Andros observó el lugar. Sintió escalofríos y las manos le empezaron a sudar, y prácticamente las piernas las siente débiles. Aquel lugar es húmedo, lúgubre y da bastante desolación.
El médico abrió el contenedor donde está el cuerpo de su padre. Al momento que deslizó la base hacia fuera lo vio: frío e inmóvil y totalmente pálido, cubierto con una sábana hasta el cuello.
Andros tuvo que sostenerse en los contenedores y James puso una mano sobre su hombro.
Hasta para James que ya lo había visto muerto, resultó impresionante. Además la refrigeración del lugar hace que los cuerpos se vean de un tono azulado.
Editado: 01.05.2025