Atrapada

16 —El Cielo Se Despeja

El lunes Mel tomó el primer vuelo a Boston, y ese inicio de semana se sintió diferente. Está feliz con ganas de seguir adelante y dejar todo atrás.

El martes después de clases Scott le habló, y cuando el móvil sonó y vio que es él, se puso muy nerviosa. Le agradó mucho su compañía, y las palabras de Niky resonaban en sus oídos una y otra vez: "es un tipazo, nunca te aburres con él".
Mel se mordió el labio inferior. Indecisa sin responder. El tipazo es él. Ella una tonta que se ha dejado manipular, y que le haría un gran favor a Scott si no lo vuelve a ver ni hablar. ¿Pero es tan malo que quiera darse un oportunidad con alguien? Se preguntó.
—Hola Scott—, contestó.
Está segura que se nota el nerviosismo en su voz.
—Hola Mel ¿Cómo estás? ¿No soy inoportuno?
No guapo, en ningún momento lo serías pensó Mel esbozando una sonrisa.
—Para nada, vengo saliendo de clase y estoy indecisa donde comer. ¿Cómo has estado?
—Muy bien, gracias. ¿Y tú?
—A días de entrar en exámenes. La próxima semana para ser precisa.
—Suerte con eso. Te irá bien.
—Gracias.
—Te hablaba por dos cosas. Digo hablaba por dos, porque ya le pregunté a Niky la primera, así que sólo te hablo por una—. Mel se quedó pensando que le habrá preguntado a Niky—. Mi pregunta es si quieres ir a cenar mañana conmigo—, continuó Scott—. Espero no tengas compromisos— agregó después.
Él está en los Ángeles y ella en Boston.
—¿Una cena virtual?
Se oyó una ligera risita del otro lado de la línea.
—Para nada. Mañana llego a Boston y estoy libre después de las seis. No conozco mucha gente allá así que me acordé de ti y lo simpática que eres.
—Gracias—, respondió Mel más nerviosa aún—. Mañana no tengo nada que hacer y sí, me gustaría ir a cenar contigo.
—No se diga más. Tú me dices dónde, y a qué hora te parece bien ir por ti.
—A las siete ¿Está bien?— preguntó Mel.
Ahora siente que las manos le están sudando.
—Por supuesto.
—¿En qué hotel te hospedas? Podría pasar por ti.
—La verdad estaré toda la semana allá, así que rentaré un auto. Gracias por el ofrecimiento. No se te pase mandarme tu dirección.
—Claro, en cuanto llegue al departamento te envío mi ubicación. Disculpa si soy curiosa. ¿Cuál era la primer pregunta?
—Si salías con alguien. Si tienes novio.
—¡Oohh!— fue lo único que pudo decir y sus nervios, que parecían imposibles de aumentar, lo hicieron.
—¿Eso qué fue?—, preguntó Scott.
—Que me agrada tu sinceridad.
“Y que me gustas. Hay algo que me atrae de ti”. Pensó.
—Me agradas y me caes muy bien.
—Gracias Scott. Tu igual. Por cierto ¿A qué hora sale tu vuelo?
—A las tres y media de la madrugada. Tengo que estar a las 8:00 en una reunión. Mañana te cuento bien. Me dio mucho gusto saludarte Mel. Gracias por aceptarme la invitación y que tengas buen provecho.
—Gracias a ti, nos vemos mañana.
Mel está que no lo cree. Mañana tiene una cena se repitió. ¿Acaso eso es una cita? Se siente como una.
Antes de irse al departamento se fue a comer a uno de los restaurantes que frecuenta. Después se dirigió al departamento y se la pasó en la recámara.
También le mandó el mensaje de su ubicación a Scott como a las seis de la tarde.
—Hola Scott, espero no estés ocupado…
Iba a ponerle así, después borró el mensaje y empezó de nuevo.
—Hola Scott. Ojalá tu día haya estado genial.
Y después agregó la ubicación de su departamento.
El mensaje de respuesta no tardó en llegar.
—Gracias Mel. Todo tranquilo. Me la pasé en el juzgado la mayor parte del día—, escribió Scott poniendo caritas 😁🏃🏼😥.
Mel entendió enseguida que de tranquilo no tuvo nada.
—Me imagino lo tranquilo que debió haber sido. 🤭
—El caso que estoy llevando, hoy fue cerrado. A favor de mi cliente afortunadamente.
—Felicidades abogado Scott.
—Gracias Mel—, respondió él—. ¿Qué tal tu día?—preguntó después.
—Muy pesado. Me hice tres horas comiendo y actualmente estoy acostada leyendo un libro bastante interesante. Se llama derecho penal.
Scott puso carita de 😙
—¿Y qué te dice el libro?
—Que me tengo que poner bien abusada si no quiero perder un caso.
—Serás buena litigante.
—Gracias.
—Dejo que sigas repasando. Nos vemos mañana.
—Por supuesto. Que descanses 👍🏼
—Igualmente Mel.

Mel siguió leyendo y aprovechando para darle una pasada más. Está leyendo el ejemplo de un caso. Así terminó su día, leyendo y estudiando hasta tarde.

Y luego llegó el miércoles. Por la mañana todo tranquilo en la universidad. Después se fue al departamento, se durmió un rato y a las cinco se paró a bañar. Está en el tocador cuando su móvil sonó y el tono le anunció que es Andros sin tener que ver la pantalla. Enseguida contestó.
—Hola pequeña.
—Hola. ¿Cómo estás?
—Generalmente soy yo quien hace esa pregunta. Estoy bien. Gracias Mel.
—¿Lo dices por la votación?
—Si
—Me siento insultada, lo sabes ¿Verdad? En serio pensaste que te iba a dejar solo—. No es una pregunta sino una afirmación—. Y estoy enojada por eso y por más cosas. Admito que cuando me enteré que salías con Niky me fastidiaste todo y sí, también creí que tarde o temprano ella iba a defraudarte y las cosas acabarían. Si no te hubieras encabronado tanto conmigo por lo de Roxanne, ya te hubieras enterado que sé todo de las fotos y la forma tan baja en que mamá planeó separarlos. Yo jamás te hubiera hecho algo así. Te quiero demasiado como para hacerte daño. ¿Cómo pudiste pensar eso de mí?
Mel tenía que sacarlo.
—¿Ya terminaste?
—No.
—Te escucho entonces.
—Bajo ninguna circunstancia, incluso si no me hubiera enterado de lo que hizo mamá, mi voto no sería diferente. Ya terminé.
—¿Puedo entrar a tu cuarto? —, Mel se paró como resorte para abrir la puerta de la recámara. Lo abrazó muy fuerte y él también. Cuando se separaron él empezó hablar—. Discúlpame por dudar de ti sobre la votación, y sobre las fotos yo jamás pensé que planearas o estuvieras enterada de las cosas que mi mamá hace. Eres una necia y cabeza dura muchas veces, incluso haces tus berrinches, pero confío en ti y sé que no me harías daño de esa forma, como también sé que no tienes la culpa que en un momento de idiotez me haya acostado con Rox.
—¿Ya terminaste?—, preguntó sonriendo usando sus mismas palabras. Él sonrió también—. De eso no tengo la culpa directamente, pero si una parte. No debí quedarme ese día en el departamento y me siento culpable, pero lo que te quiero decir aparte de eso, es que fui a Los Ángeles después de la votación.
Andros abrió tanto los ojos que Mel juró se le saldrían.
—¿A qué fuiste?
—Para hablar con Niky.
Andros sigue en una especie de trance.
—¿Sobre qué?
—Lo que pasó entre nosotras, lo de ustedes. Muchas cosas, y por primera vez en muchos años sentí que el tiempo se detuvo justo antes de que todo cambiara. Y me sentí bien. Y si lo quieres saber no pienso alejarme esta vez.
—No sé que decir. Estoy sorprendido y feliz porque he deseado esto por mucho tiempo. Jamás me lo habría imaginado.
—Estuve allá todo el fin de semana. Cuando me hablaste estaba con ella.
—Con razón te noté rara. Las cosas andan tan mal con ella que le marco y no me contesta, he ido un par de veces y sigue muy molesta. Yo no confíe en ella cuando las fotos con ese hombre y aun así me perdonó. Y le salgo con esta chingadera.
—Dale tiempo Andros. Es lógico esté enojada, pero Niky te ama, así que espera un poco más, unos días. Que no sea mucho.
Andros no le preguntó que tanto habló con Niky sobre él. Pero captó el mensaje enseguida.
—¿Vas a salir?
—Tengo una especie de cita. Cenaré con un amigo.
Levantó una ceja intrigado.
—¿Sales con alguien?
—El fin de semana en Los Ángeles conocí a alguien. Es amigo de Niky. Supongo debes conocer a Jonh el novio de July, su amiga.
—Si lo conozco
—Tiene un hermano, se llama Scott. Bueno lo conocí ese día, salimos y llegó en la mañana por negocios y vamos a cenar. Viene por mí a las siete. Solo somos amigos.
—Lo conocí en el cumpleaños de Jonh pero lo traté poco. Creo se te hará tarde—, dijo y ella miró la hora. 6:30 pm. Mel tomó el vestido de la cama y entró al armario para ponérselo. Salió—. Te ves muy bien. He tenido varias amigas y no se arreglan así para mí.
Mel sonrió.
—Te aseguro que sí. Que no captaras el mensaje es otra cosa. ¿Cómo me veo?
—Tu amigo va a querer dejar de ser tu amigo.
—Eso espero.
—Vete con calma Mel.
—Eso pienso hacer esta vez.
Andros la abrazó y le dio un beso en la cabeza.
—Cómo ya estas lista, vamos a la cocina que tengo sed—. Caminaron abrazados y cuando estuvieron en la cocina le sirvió jugo. Andros picoteo sandía, y agarró una rebanada de jamón—. Si es puntual tu cita no demora en llegar—, comentó Andros viendo la hora.
Faltan tres minutos. Y el timbre sonó.
—Es abogado. No diré que es regla porque mírame a mí.
—Ya estas arreglada, eso cuenta. Yo abro.
Mel se sorprendió, porque pensó que Andros se iría a su recámara, y sin embargo va camino para abrir la puerta. Se puso nerviosa porque Andros no se relaciona con sus "amigos", al contrario quiere golpearlos a todos. Claro que el problema no son ellos sino ella, así que por eso no lo hace. Tranquila Mel se repitió en voz baja, Scott no es ese tipo de amigo. Andros abrió.
—Hola Scott—, lo saludó dándole la mano.
—Hola Andros. Gusto en verte.
Mel caminó hacia ellos para saludarlo también.
—Hola—, le dijo mientras se saludan con un beso en la mejilla.
Scott le extendió una caja color dorada.
—Son para ti.
Mel la tomó. Son chocolates, y a ella le encanta el chocolate.
—Gracias.
—No sé si te gustan pero ahora lo sabré.
Mel se rió. Y Andros esbozó una ligera sonrisa. El tipo es agradable pensó él.
—Si me gustan. Gracias.
—Perfecto. Iremos a cenar, ¿Vamos?—, Scott se dirigió ha Andros.
—Muchas gracias. Mañana me regreso muy temprano a Nueva York. Comí algo rápido en el aeropuerto.
Mel sabe que no es cierto, al menos de que ha cenado. Picoteo fruta en el refrigerador y se comió una rebanada de jamón. Él trae hambre. Se sintió culpable. Seguramente quería que fueran a cenar.
—Vamos Andros—, le comentó Mel.
—Ustedes diviértanse. Aprovecharé a descansar.
Mel lo miró con culpa. Viajó para estar con ella. Andros la observó también. Ella está feliz.
—Mucho gusto Andros. ¿Nos vamos Mel?
—Voy por mi bolso.
Mel entró rápidamente y tomó el bolso. Salieron hasta el estacionamiento y cuando llegaron Scott le abrió la puerta. Sabe que lo haría, porque el día que se reencontró con Niky él bromeó con July sobre dejarse consentir con actos de caballerosidad. Mel lo hará. Que la consienta todo lo que quiera.




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