Atrapada en el juego del amor

No al infierno

Luego del aquel incidente en la cocina Elliot se marcho con bastante apuro diria yo,la comida que habia preparado para nosotros quedo servida en la mesa, no podria ser capaz de comer eso todo yo sola, ¿y ahora que hago?, ese interrogante no dejaba de dar fuertes pisadas sobre mi cabeza. ¿Sera que llamo a Elliot y que cene con migo lo que con tanto esmero preparo? porque algo no es de negar, y era que todo se veia delicioso, ademas que se a tomado la molestia de decorar la mesa de una forma muy linda, elegante y sencilla al tiempo, un gesto lindo y agradable, pero...¿Por que no siento la valentia de llamarlo?, si el es tan buena persona, en el corto tiempo que lo conozco, aun no confio tanto en el, puede que mi tia si pero eso no le quita el derecho de no probar lo que el mismo preparo con tanto esmero. 

Tengo la suerte de que el viva al lado de nosotras, su habitacion esta justo al frente de la mia, es casi como si mi tia lo hubiese echo a proposito, no lo veia ya que siempre mantenia la ventana y cortina cerradas, no era como si me emocionara comenzar una charla con el tipo, no me pasara lo mismo de la otra vez, siempre me digo eso a mi misma, tengo que ser fuerte, nadie vendra a hacerlo por mi.

En un plato me dispuse a empacar la comida para el, era lo justo, no por desconfianza sere injusta con las personas, y menos con el que ha sido muy amable, su porcion era mucho mas grade que la mia, le empaque tanto porque me acorde de una vez que mi tia me dijo que Elliot comia como a tamaños colosales, y con tanta comia no se llenaba, yo por mi parte como muy poco, asi que las medidas estan perfectas, sali de la casa y me fue a la de al lado, ya en la puerta toque, la casa te Elliot no tiene timbre, mire los marcos, hay una mancha de como si hubiera estado ahi el timbre, quizas lo quitaron.

Elliot fue quien abrio la puerta, apenas vio que era yo se puso demasiado rojo, creo que yo tambien, mi cara ardia un monton

-Bris...¿Que haces aqui?

-Te traje algo de lo que preparaste, no es justo que no comas

-No tenias porque molestarte, fue un placer el poder preparar todo para ti

-Si, pero yo no suelo comer mucho, esto es simplemente demasiado para mi, ademas, reitero, no es justo, tu igual mereces algo

-¿Podemos hablar un rato?

-Claro

Con eso nos sentamos en la entrada de su casa

-¿De que quieres hablar?

-¿Porque decidiste venir y no quedarte en tu pais?, tal vez te parezca una groseria el que yo te este preguntando esto, pero quiero saber, Bris, no quiero que me tengas desconfianza, y no lo trates de negar, lo he notado, siempre tratas de poner una muralla mas grande que la de china solo para no tener que estar con mas gente a excepcion de tu tia Margarita

-¡Flor! - rio por lo dicho - Parece que el nombre de mi tia te llena de gracia la vida

-Yo no tengo la culpa que la llamaran como un tallo

Reimos al tiempo, este chico es todo un caso

-Pero hablando en serio, por favor Bris, quisiera, no, deseo el que confies en mi, ¿es mucho pedir? ¿ni siquiera amigos podemos ser?

-Elliot...si podemos ser amigos, solo que ahora es dificil para mi, la razón de porque deje mi país y vine a este son por motivos grandes, algo que yo sola estando allá no podria solucionar jamás, y quizás sea algo que te cuente mas adelante, ahora para mi no fue fácil, a duras penas le pude contar a mi tía, hasta ahora ella es la única que sabe, y no me siento bien teniendo que relatar aquellos sucesos

-Esta bien, parece que fue algo muy grabe, pero al menos confia en mi, sea lo que sea que te hayan echo, yo no lo are..Bris, me gustas, y te lo digo en serio, y no te asustes ni nada por el estilo, tu tia siempre me ha hablado de ti, de lo hermosa que eres y me mostraba las fotos que tu le mandabas, desde ahi me has parecido perfecta, y sin querer me comenzaste a gustar, por eso me fue rapido de tu casa, estaba muy avergonzado por lo sucedido, tampoco estoy diciendo que me aceptes, no es tu obligación...fue mi culpa...por enamorarme solo

No lo podia creer, cada palabra que escuchaba me parecia una mentira, Elliot enamorado de mi, y esta vez si se siente como algo sincero, mi corazón se agito, mis manos comenzaron a sudar, mis mejillas a enrojecer, y el control se desvanecia, miraba a Elliot, como estaba sentado de piernas cruzadas mirando al suelo, incluso en un estado trizte, se ve supremamente guapo

-Elliot, me has dejado atonita con todo lo que me acabas de contar, solo te pido algo

Levanto su vista hacia mi

-¿Qué?

-Solo, dame tiempo si, lo que a mi me paso, no es facil de superar de la noche a la mañana, fue algo muy duro y que probablemente cuando vuelva todos me lo van a restregar en la cara, no pienses mal de mi, yo no hice nada, fueron terceros los que provocaron aquella humillación, necesito superarlo, y mientras tenga el valor de contarte, por ahora, tenme paciencia

-De acuerdo mi linda Bris

-Y..Tambien siento que me gustas, pero no quiero entrar otra vez a aquel infierno

-Bris, esperare lo que sea necesario, pero te puedo asegurar que yo no te dare un infierno, te dare todo un cielo para ti sola

Me sonroje mas de lo que ya estava, Elliot provocaba en mi cosas que ni sabia que se podian sentir

-Hasta mañana

-Hasta mañana Bris

Con mucha torpeza me diriji a la casa, esto, esto es mucha informacion y olas de sentimientos para mi, me pregunto como lograre manejar aquella situacion, porque a pesar de que Elliot me dijo palabras tan tiernas, mi pecho se sentia como si tubiera miedo de que algo similar me volviera a suceder, si quiero un cielo, pero no quiero volver a probar las aguas del veneno del infierno, su sabor amargo me dejo asqueada.




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