El inframundo

Mi cabeza era un caos, estaba totalmente decidida a acabar con Lilith, pero ¿como lo lograría? ¿Como podía yo derrotar a la primera demonio, a la más fuerte? Y para acabarla de fregar era mi madre y me buscaba. 

Aquellas personas, vampiros, demonios y humanos después de todos estos meses se habían comvertido en mi familia, en mi equipo para luchar, que me apollaba totalmente. Pero seguíamos teniendo un problema, ya no podíamos salir a  alimentarnos y se mostraba sospechoso que entrarán cada día 5 o 6 humanos y no saliera ninguno. 

Ahora mi plan era uno solo, quería arriesgarlo todo y bajar por aquella escalera, abrir el portal y viajar al inframundo, hablar con lucifer y combencerlo de aliarse conmigo. No era mucho, si era una demonio de mas de dos mil años pero para mi era toda una odisea. 

Spink estaba a cada segundo pendiente de mi, aveces dejaba de comer para que yo comiera más, Becca se notaba preocupada a cada momento pero feliz por estar con Vladimir y él solo aprovechaba de aprender más de nosotros, de nuestras costumbres y de su amada. Le comenté mi plan a mis compañeros y después de mucho discutir sobre el tema Spink dijo

No me parece que arriesgues tu vida así como así, piensatelo un momento ¿crees que lucifer te ayudará? ~ ese específicamente era uno de mis grandes miedos, pero teníamos que ir un paso adelante. Todo me decía que era una idea absurda pero era la única que podía funcionar, si no estaríamos muertos todos en un abrir y cerrar de ojos.

Y ahí estaba yo, encaminandome a la habitación de las fotografías con el terror a flor de piel, cuando la voz de Vladimir me detubo. 

Alto, espera un momento.-Dijo Vladimir- tengo una idea, hay una leyenda que habla de un arma mágica capaz de matar a cualquier ser divino, siendo lucifer un ángel caído del cielo, conserva su divinidad, solo quiero confirmar que pueda encontrarla lo antes posible. Si la leyenda es cierta está más cerca de lo que pensamos.

¿Dónde se encuentra?¿por qué ahora me lo dices?- pregunte casi aliviada pero exasperada también.

Quería tenerla en las manos antes de darnos ilusiones- dijo y solo camino en dirección a la habitación de Becca, se despidió de ella y salió de la casa. Becca quería seguirle pero Vladimir no se lo permitió, solo le dijo que me cuidara, solo yo podía salvarnos a todos. Y así nos quedamos esperándole preocupados y esperanzados, rogando que llegara sano y salvo, de él dependía si triunfábamos o no. Pasaron horas antes de saber algo de él, como ya estaba anocheciendo mandamos a algunos de los recién iniciados para traerle sano y salvó.

Pasaron alrededor de 45 minutos cuando llegaron, Vladimir traía entre sus manos algo, no era tan grande pero estaba envuelto en una tela como si lo protegieran de la luz o de algo. El me lo entrego, yo le quite la tela y note que era una daga, no tenía gran tamaño, tenía unas inscripciones en un idioma que yo no comprendía, y era plateada como si fuera de plata pura, solo que esta al ser tocada por mis dedos dio un destello casi azul. Fue ahí que note que era cierta aquella leyenda, y yo tenía el arma en mis manos.

Ya teníamos todo lo necesario para poder bajar al inframundo, me encamine de nuevo hacia la habitación de las fotografías, abrí el portal, entre en este y lo siguió cada uno de mis compañeros. Volvía a ver este lugar un mar de almas, el cielo rojizo, pero ahora lograba ver un bote. Nos instalamos en el mientras Spink remaba en la dirección que yo le ordenaba, este lugar era horrible, cada uno de los sectores de tierra estaba dividido por ríos que se conectaban en si mientras avanzábamos, había un lugar que me llamo la atención, creo que Becca lo noto porque pronto comenzó a hablar de este lugar.

Ahora estamos en la morada de los muerto, ese lugar que ves allá en aquel foso es una prisión fortificada, para poder mantener allí a los monstruos y titanes, por ello tiene el rio de fuego, nada entra ni sale de ese lugar- dijo Becca- ahora estamos en el rio de la pena, luego viene el rio de los lamentos, el del olvido, el de fuego y por último y el más peligroso el rio sagrado.