Atrapada en la T.A.R.D.I.S.

Capitulo 6: Todo en tiempo pasado

Capítulo 6: Todo en tiempo pasado


La primera vez que escuchas a alguien tocar la puerta, solo te puede recordar algo… algo que había pasado antes.

 


--------------------------------


—y entonces…
Tocaron la puerta, dos suaves toques interrumpiendo la pequeña conversación que tenia con el doctor sobre donde estábamos, el pánico nos inundó por segundos hasta que el me asusto y lo golpee por ello, camino hasta la puerta solo para ver el rostro asustado de un chico sucio de escombros chocando contra una de las bases de coral.

—oye, oye! Estas bien?
El pequeño temblaba de miedo y apenas podía pestañear, me acerque con cautela a él mientras mi miraba in siquiera parpadear, pensé que era alguna especie de robot pero, ¿los robot lloran? No, dudaba eso en este punto.

Apenas lo toque y todo su cuerpo colapso en mis brazos. Mire al doctor y lo supe, este no sería un lindo viaje.

Apenas nos dimos cuenta de que no era la tierra y mucho menos Japón, comenzamos a caminar con cautela, el pequeño seguía inconsciente dentro de la Tardis, todo estaba en absoluto silencio a cada paso, yo tenía una pequeña linterna y él estaba apuntando cosas con el destornillador, a este punto ya sabía que era una pequeña maña de él, algunas habitaciones estaban en completa oscuridad, no podíamos ni hablar quien quiera que haya asustado a un niño de apenas 8 años completamente humano a tal punto de aterrorizarlo así, era malo, Muy, MUY malo.

Cuando llegamos a lo que parecía una biblioteca fue que todo cobro sentido, leí rápidamente algunos de los dorsos de los libros mientras corría a paso ligero, nada nos preparaba para ello, entonces, lo vi, mirando por la ventana de esa ciudad, estábamos en Paris, muy en el siglo del que yo venía.

Los libros eran del 2020 junto a una ciudad casi fantasma. Ambos compartimos una mirada de “debemos salir de aquí, ahora” entonces estaba allí, a lo lejos una estatua de un ángel con vestido cubriéndose los ojos, sentí como si los bellos de mi nuca se erizaran y volví a mirar al doctor solo unos momentos para ver su cara de horror vivido.

—hagas lo que hagas, no pestañees.
Apenas lo dijo volví mi mirada al pasillo donde el ángel ahora se había movido y sus manos tocaban la pared.
El doctor miro detrás de mí y luego donde yo miraba, tomo mi mano casi a tientas.
—q-que son ellos?
—son… en pocas palabras devoradores de tiempo, hechos de piedra que solo se pueden mover cuando no los ves… y si te tocan, te enviaran a algún punto del espacio y del tiempo…
Luego de esa breve explicación apenas y le escuchaba, esas cosas seguían allí, escuche algo por el pasillo y sin querer voltee a mirar y cuando regrese mi vista de nuevo donde estaba esa estatua, me miraba como si fuera a devorarnos, con garras y dientes afilados, el doctor tiro de mí y entonces comenzamos a correr de regreso a la Tardis, pero cuando la miramos a lo lejos, tres de esos ángeles estaban allí bloqueándonos el paso, tuvimos que correr entre los mejores pasillos iluminados y escondernos lo mejor que pudimos.

No supe en que momento comencé a llorar.

—Sayu, Sayu… debes calmarte
Mis sollozos me sacaron de mi shock inicial y mire sus ojos cafés, odiaba cuando su acento escoces salía a relucir en estos momentos, solía hablar más rápido.
—¿co-como saldremos de esto?
Mi cuerpo toco el suelo más rápido de lo que hubiera querido
—lo haremos, ya verás que sí.
Se sentó casi a mi altura mirando la pequeña habitación a nuestro alrededor
—no tenemos armas, nada.
Grite desesperada y entonces sentí sus frías y grandes manos en mis mejillas y la suavidad de sus labios sobre los míos.

Ahora no sabía porque preocuparme, si por ángeles asesinos o si un infarto.

Apenas cobre conciencia real de lo que sucedía, mis mejillas ardían mientras mi boca apenas podía seguirle el ritmo, cuando se alejó por motivos tan mortales como respirar, ambos estábamos jadeando uno muy cerca del otro como para poder apreciar ese suave olor a lavanda y café. Sus ojos mostraban un poco de terror, como si hubiera temido hacerlo. Como si todo el este mundo se resumiera a una tragedia cada que lo hacía.

—vamos a regresar a la Tardis, juntos, sin importar que.
Pude ver que se lo decía más a él que para tranquilizarme a mí, trate de sentir su pulso, pero, no había nada.

Oh claro, dos corazones acelerados.

Habíamos pasado la noche acurrucado en esa gabardina, no era como si yo ocupara mucho espacio dentro de ella, pero se sentía bien, seguía asustada mientras esas cosas nos buscaban por todo el lugar, apenas salió el sol mis ojos se encontraron con unos bastante activos mientras me tenía entre sus brazos, como si temiera que desapareciera en cualquier momento, cuando noto que ya estaba despierta sus manos apenas comenzaron a soltarme.

—dormiste como bebé
—acaso sabes cómo duermen los bebés?
Su encogimiento de hombros me hizo reír un poco.

¿Cómo podía tener tantos años y ser un niño?

Creo que lo aprenderé en 15 años o más…


Su plan consistía en seguir de nuevo hasta la Tardis, haciendo explotar algo hasta el otro lado del lugar, apenas la primera fase de ese plan funciono, sabía que no todo podía ser perfecto.

Y con esa mentalidad, corrimos y corrimos hasta llegar… pero todo sucedió en cámara lenta, el pequeño niño había salido de la Tardis, el doctor no estaba pensando demasiado, solo nosotros, pero ¿Qué le sucedería a él?

Apenas lo pensé.

Un momento escuche su voz gritarme, al siguiente, estaba mareada y en un callejón francés mientras caía un diluvio.

 

Cuatro años más tarde. 2015


Estaba siguiendo pistas del Doctor, no sabía bien lo que estaba sucediendo, pero llegar a Londres tomo mucho tiempo, mas por el hecho de ser ilegal.

Me mantuve entre las sombras buscando de aquí a allá, hasta que escuche ese sonido que había extrañado tanto.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.