Atrapada en ti...

Capítulo 2

Me duele la mano, la muñeca e incluso doblar mis dedos duelen con exageración de tanto escribir.

Anoche me quede dormida temprano por lo que nunca pude terminar la tarea que tanto tiempo dure investigando en la biblioteca. De no estar segura que este trabajo tendría puntos necesarios para pasar la materia con buen calificaciones no lo hubiera hecho.

— ¡Kylie, no seas agua fiesta!— se queja Serena. Ella es una de las chicas a las que llamo mejor amiga, algo mezquina y muy, muchísimo llena de frivolidad, pero es mi amiga y así la quiero

—No voy a ir Serena— respondo mientras sigo caminando. Vamos saliendo del Freedom —pásatelo bien y luego me cuentas.

—Pero...

Tory se alinea a nuestro paso y pasando un brazo por mis hombros interrumpe la insistencia de Serena —no insista hermanita, Amargadita no irá.

Sonrió ante su estúpida manera de llamarme. Gia es mi otra mejor amiga, ella es la hermana de Serena. Sus personalidades chocan, porque Tory es sencilla, y sentimentalmente práctica. No se enrolla con nada y siempre está feliz.

La mitad del tiempo ellas pelea, pero se aman.

— ¡Vamos chicas!— digo en lo que salimos.  La entrada está cubierta de estudiantes tanto del Freedom como del Excellence —no pretendan que yo, una pobre chica soltera salga con dos de mis amigas y sus novios

—Pero ellos te adoran...— sigue Serena

—no voy a ir Sere, supéralo

Ella se adelanta zapateando fuerte mientras bate de un lado a otra su cabello rubio recogido en una cola de caballo —Eres tan irritante— me dice molesta, esa es otra de las tantas cualidades de ella. Es muy caprichosa.

—Y tu tan fastidiosa— respondo haciendo que Tory se burle de su hermana.

Justo en frente del Excellence están estacionados tres autos.

O por lo menos son los que veo justo enfrente de mí. Uno pertenece a Ethan, él es rubio alto, simpático y novio de Tory.

El otro a Emanuel, rubio también, bromista pero muy romántico y novio de Serena y el último es de Benjamín Hamilton, no es necesario que diga quién es él.

Creo que en el Excellence estos chicos deben ser una deidad. Ellos por separados son unos guapos chicos pero verlos a los tres juntos es... como para babearse.

De haber estado soltero alguno de ellos no habría tenido ningún inconveniente en acompañarlos al cine. Total ellos invitan. Pero no está en mí el material de vela, así que pasó.

Terminamos de llegar y saludo a Emanuel y a Ethan chocando las palmas de nuestras manos. Solo digo un hola para Benjamín. En el tiempo que llevo sabiendo de su existencia pocas veces hemos coincidido en un mismo lugar, así que mucho menos hemos cruzado palabra alguna. No importa que él sea el novio de Kristen, mi prima lejana ante los demás. Mi hermanastra para mí.

—Cosito... ya Kylie no puede ser la madrina de nuestra boda— lloriquea Serena en brazos de Emanuel. El me ve y sonríe, yo solo me encojo de hombros.

— ¿Qué le hiciste a mi cosita Kylie?— pregunta como ese padre que haría todo por su pequeña consentida.

—Tu cosita no es algo que me toque remediar a mí— digo sonriendo —ese es el trabajo de Serena. Tu cosita es trabajo de ella— aclaro señalando su entrepierna, entonces ella quita su cara de tragedia y sonríe como el gato de Alicia en el país de la maravilla.

Perra.

—Kylie se niega a ir...— dice Tory, haciendo que Serena recuerde porque estaba molesta conmigo.

— ¿Porque?— preguntan Ethan y Emanuel a la vez

Suspiro profundamente —es obvio chicos dos más dos— digo señalando ambas parejas —no pueden ser cinco— digo señalándome a mí

Entonces Ethan de manera protagónica alza su mano —ahora entiendo porque el Excellence, es mejor instituto que el Freedom. Sus alumnos son muy brutos... ¿cierto Manuelito?— pregunta alzando su mano para chocarla.

Pero una mirada de Serena es suficiente para que se muestre en desacuerdo con el

Lástima para Ethan. Porque Tory lo alejó de ella con un empujón. Obvio se molestaría. Si mi novio me llama bruta lo castro

— ¿A quién le dices bruta?— pregunta molesta

—Uy... a alguien se le acabo el amor— me burlo...

—Tory. Amor ven...— pide ofreciendo su mano, pero Tory solo lo ignora —princesa como no quieres que le diga bruta a Kylie. Porque le dije fue a ella... no a ti... en fin.

—ella no es ninguna bruta. En realidad tiene razón y de no ser así no podemos obligarla a ir.

—entonces señores. Aclarado el punto... me voy, que lo pasen bien— digo y doy media vuelta para emprender el largo camino a mi casa.

Los chicos del Excellence son muy ricos sí. Fácilmente alguno de ellos podría llevarme, pero si hay algo que no me gusta es pedir algo a los demás. Crecí con muchas carencias y así aprendí a vivir. Utilizando lo que tenía en el momento, así que a falta de dinero para el bus me toca caminar...

Entonces siento una fría mano tocar mi brazo —En realidad te iba a pedir que me acompañaras...— dice el dueño de esa mano, volteo y solo veo gris.




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