No estoy en mi mejor momento, mi mamá y yo nos estamos evitando, trato de pasar el menor tiempo posible en mi casa, aún no logro olvidar aquel golpe que más que dolerme en la mejilla me dolió en el corazón, no sé porque razón no le he contado a mis amigas nada de lo que sucede en mi casa, estoy nerviosa por toda la cosa de los troyanos, es imposible para mi salir sin sentir que alguien me sigue y tengo miedo. Miedo de que me encuentre, me lleven y me lastimen.
Vine a casa de Serena y Tory, porque pensé que podría distraerme, pero termine yéndome una vez más decepcionada de quienes me rodean, todo empezó cuando estábamos en el cuarto de Tory, Serena había entrado muy emocionada.
—Tengo al mejor novio del mundo— había dicho bailando.
En sus manos estaba el vestido que Emanuel nos pidió ayudarlo a comprar, al final él si vino por ella. Se disculpó como si él hubiera hecho algo y encima vendió cosas suyas de valor para poder comprar dicho vestido, Información que Serena no sabe y él no quiere que ella se entere.
Entonces yo veo esa situación frente a mí y me pregunto ¿eso es el amor? ¿Eso es tener una relación? Porque es horrible depender mentalmente de alguien. ¡Así lo veo yo! Es convertirse en alguien manipulable para la persona que dices amar. Es volverse vulnerable, es volverse débil y no entiendo que de bello y hermoso tiene eso.
En los libros te hablan del amor como algo sublime y especial.
Pero las demostraciones de amor que yo he visto rayan lo enfermizo e inestable. Es por eso que no quiero enamorarme. No quiero pasar por tantos dolores de cabeza.
—Emanuel es un pendejo— se burló Tory como comúnmente hace para que su hermana no sepa que ya nosotras sabíamos del vestido. Ella no estuvo de acuerdo con su cuñado, si él le compraba algo debía ser porque él quisiera, no porque ella se lo impusiera.
Pero si él es feliz de esa forma, nada podemos hacer nosotras.
Serena la mira y sonríe — ¡tú solo tienes envidia porque no tienes que ponerte para mañana!
—yo solo tengo flojera de ir a esa estúpida fiesta... y la verdad sigo sin comprender tu interés por ir ¿Desde cuándo eres tan amiga de Kristen?
—ella no es mi amiga. Pero... ¿sabes todos los chicos bellos que van a ir a esa fiesta?
A eso me refiero.
Ella tiene novio.
Que la busca.
La trata bien.
Esta siempre para ella y ella piensa en lucir un vestido que le compro su novio a otros chicos
¿De qué clase de personas me rodeo?
Me molesta su actitud. Me molesta porque Emanuel es mi amigo, un excelente amigo y no se merece una novia como Serena. La quiero porque es como una hermana para mí pero hay que ser realista.
Y la realidad es que ella es una... Mejor ni lo digo.
Me paro de la cama, me despido de Tory con un beso en la mejilla... Me acerco a Serena y parándome frente a ella le digo —piensa bien tu forma de ser porque podrías lamentarlo luego— Después de eso me fui.
No necesito más drama del que tengo. No necesito más personas tóxicas en mi vida.
Es viernes, salí del colegio y aún no quiero regresar a casa. No necesito otras sorpresas que terminen arruinando la estabilidad que antes tenía y ahora pende de un hilo.
Porque así me siento. Psicológicamente inestable, desprotegida y sola.
Es estúpido que me sienta de esta última forma. Pero no puedo evitarlo.
Y no sé qué hacer con ese sentimiento, no sé qué hacer para dejar de sentir esto que me hace pensar cosas que no debo.
Sé que debo ser fuerte. La vida me tiene algo mejor y solo debo luchar por ello. No rendirme como una cobarde ni esperar que otro lo traiga a mí.
Mientras analizó camino hasta la parada de autobuses. Tengo que llegar a un lugar y aunque aún es temprano no quería seguir en casa de mis amigas. Tan solo veinte minutos después llego a mi parada. No es el lugar donde tengo que ir, pero es lo más cerca que un bus me pueda dejar.
Camino entre calles solitarias hasta dejar la civilización atrás. Y entro a lo que sería una especie de bosque. Mi destino es el lago Heist... un pequeño lago rodeado de flores muy hermosas, me encanta esta vista así que me siento en una gran roca solo a observarla.
No sé cuánto tiempo pasa mientras me deleito con las panorámicas. Pero luego mi visión es obstruida por una pequeña bandeja con una a la vista muy rica torta de fresas. En seguida mi boca se hace agua. Pero no hago nada por tomarla.
—Casi pareces enamorada de la torta— dice Benjamín sentándose a mi lado. Él toma mi mano y deposita la torta en ella
—Gracias— Observó su mano aun en mi mano y es extraño para mí. Es extraño ese acercamiento que hemos tenido en los últimos días porque antes de esto, Ben representaba un misterio para mí.
— ¿Cómo estás?— me pregunta separando nuestras manos.
Llevo mi vista nuevamente al lago ¿Cómo estoy? Estoy justo como el lago... por fuera estoy en calma ¿Pero por dentro? Por dentro nadie sabe lo que hay. Ni si quiera yo lo sé. Pero si hay algo que detesto es sentirme débil por lo que sólo respondo que estoy bien.