Atrapada en ti...

Capítulo 20

Mamá y la señora Grace han estado todo el rato charlando como colegialas, mientras ellas estaban en la sala yo entré en mi cuarto a degustar mi sustanciosa cena, no obstante, nuestra casa siendo tan pequeña, yo desde la comodidad de mi cama pude escuchar toda su conversación, me reí muchas veces escuchando anécdotas de una Zara Adams en época universitaria hormonada llena de locuras por los guapos chicos de su salón.

Me sentí conforme de cierta manera al saber que antes de Gideon mi mamá conoció a hombres que si valían la pena y en su momento la hicieron feliz, también me reí escuchando como ella plagiaba junto a sus amigos sus exámenes parciales; ya tengo un as bajo la manga para futuras situaciones académicas ¡oigan! No pueden culparme, no soy perfecta en el colegio, me esfuerzo mucho pero no soy un genio y no prometo siempre parcialidad en mis evaluaciones, así que es una carta que pienso usar.

— ¿Recuerdas esa vez que aprovechaste la debilidad de cierto profesor hacia ti para aprobar química?— preguntó mamá, vaya, vaya; mi señora Grace tiene también sus trapos sucios.

Ella ríe de una forma diabólica, como si de solo recordar, pudiera revivir esos momentos aquí y ahora — ¿Cómo olvidarlo? Estuvo como una hora esperándome luego de dar las notas del examen... ¡pobre!

—recuerdo lo furioso que se puso Charles cuando se enteró... su enorme ego se sintió amenazado ante un guapo profesor, porque no puedes negar que ese profesor estaba más bueno que el pan con chocolate.

¿Pan con chocolate?

¿Más bueno que el pan con chocolate?

Me rio de lo loco y raro que suena eso, repito mamá parece una adolescente reviviendo esos momentos de su juventud.

Yo ya sabía cosas de su pasado, pero esta noche he escuchado cosas que desconocía, como el hecho de que ella, la señora Grace y el señor Charles fueron mejores amigos y estudiaron todos en la universidad pública de Portland, claro sus futuros fueron distintos, el señor Charles con la ayuda de su padre, se convirtió en el grandioso e importante abogado reconocido que es hoy, la señora Grace es una importante y destacada pediatra y mamá, bueno ella se graduó de enfermera, pero conoció a Gideon, se enamoró, se mudó con él a otro estado y bueno ya sabemos el resto, salió embarazada de mí y él nos abandonó y a mamá bueno, todo se le hizo cuesta arriba estando sola y embarazada.

Pero ella lo logro, nos sacó adelante como pudo, aunque nunca logro olvidar al parasito de ese. Termino mi comida y salgo de la habitación, caminando hasta la cocina para lavar mi plato y colocarlo en su lugar, dios no permita que se me olvide lavarlo, solo él sabe lo histérica que se pondría mamá. Por cierto, ellas acaban de hacer silencio como si yo no acabara de escuchar toda su conversación ¡ilusas! — ¿me gustaría saber en qué parte de todo el desmadre que hicieron de jóvenes entran los padres histéricos y controladores?— pregunto observando mis uñas, necesitan color, un color rosado estarían bien.

—yo no soy histérica ni controladora— responde mamá indignada.

Levanto mi rostro y la observo fijamente a los ojos, como le hago a Ben para incomodarlo, no sé porque pienso en él justo ahora así que lo desecho de mi mente.

—No fue eso lo que pregunté Zarita rubia bonita— digo burlándome de la manera en el que la llamo un novio que tuvo. Mi mamá se sonroja y observa a otro lado, la señora Grace me observa a mí —me responderá usted, porque me parece que ustedes hicieron todo los que nos prohíben hacer a nosotros y me parece injusto— le pregunto con una fingida sonrisa inocente, pero mi sonrisa se borra al ver la seriedad con la que ella me mira.

No les ha pasado alguna vez, que sienten que alguien les quiere sacar los pensamientos con los ojos, casi te sientes trasportado en otra dimensión en donde piensas que los demás son capaces de leer tu mente y te asustas, porque solo tú sabes las locuras que recorren tu mente y que no quieres que nadie más las sepa.

Pues justo ahora me siento así, es como si la señora Grace quisiera examinar el más recoveco pensamiento dentro de mí, no es agradable y ella ni si quiera disimula su interés en querer ser una especie de hipnotista fallida — ¿Entonces cómo te va en la escuela?— pregunta de vuelta cambiando drásticamente de tema. Me descoloca por un momento y segundos después de ver su sonrisa entendí el motivo de su mirada y su pregunta, ella solo quiere desviar el tema para hacerme ver que en este juego no podré ganarles.

Grace 1 – Anastasia 0

Varios y sutiles golpes en la puerta evitan que yo deba responder —yo abro— digo en seguida, no es que no me vaya bien en la escuela porque como dije me esfuerzo, pero también dije que no soy un genio así que huir es la vía más segura ahora, no di muchos pasos hasta llegar a la puerta y abrir; vaya hoy es el día de las visitas inesperadas —Hola— digo algo insegura, él está frente a mí, pero no habla y no sé qué decir.

—Me obligaron a venir— es lo único que gruñe, porque el de verdad me gruñe y eso solo es suficiente para identificarlo.

—Hola Cristino que... sorpresa— digo saliendo de casa y cerrando la puerta tras de mí, yo si me aseguro de no tener público en mis conversaciones — ¿Qué haces aquí?

—No creas que vine por gusto, como ya te dije me obligaron así que borra esa odiosa sonrisa tuya porque no me agradas— él es sutil, de verdad me encanta su delicadeza además ¿Cuál sonrisa? Yo no estaba sonriendo, ah sí, lo estaba haciendo pero es que no sé porque él me agrada si está visto que no me soporta ¡como si fuera mi culpa que su madre le haya puesto ese nombre que me da risa!




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.