Atrapada en ti...

Capítulo 23

Estoy nerviosa

¡No!

Estoy inquieta

¡Tampoco!

Estoy ansiosa

¡Sí!

Esa sería la palabra, ansió con muchas fuerzas ver de qué manera se desenvuelve este encuentro a puerta cerrada, a solas, en privacidad ¿qué otro sinónimo puedo encontrar para describir que él y yo estamos solos en mi casa? Creo que aún hay muchos, pero no son relevantes porque ya me explique y creo que quedo lo suficientemente claro.

Ben se desplaza caminando lentamente por mi casa, observa todo con atención, con detalle, evaluando y en su mente quizá hasta juzgando. Mi casa no es más grande que la habitación suya, pero es mi casa y yo soy feliz en ella.

Si él o cualquier otra persona se sintieran incomoda en mi pequeño espacio, pues muy bien puede largarse por donde vino porqué yo no lo invite.

Entre nosotros solo reina el silencio, uno para mi incómodo, no me gusta tratar de pensar que puede estar pasando por la mente de una persona y eso es justo lo que hago en este momento, quisiera tener el poder de leer la mente de Ben y no precisamente porque me importe si no, para saber cómo mandarlo a la mierda.

Finalmente él se detiene, justo en el pequeño sofá de mi sala y se sienta, entonces enfoca su mirada en mí y se la mantengo, soy experta en eso.

— ¿Entonces?— dice, deja la pregunta en el aire como si yo fuera capaz de adivinar a que se refiere, su semblante es serio, pero su mirada brilla de una manera que refleja determinación. Seguridad. Como si estuviera muy confiado de conseguir lo que vino a buscar.

Pero yo no lo sé, ni si quiera sé porque vino, no tiene sentido — ¿entonces qué?— pregunto de vuelta.

—tenemos una conversación inconclusa.

—No, no la tenemos, tu ofreces cosas que realmente no quieres dar y lo siento, pero soy muy joven y tengo muchos problemas como para ocupar mi mente en cosas que solo van a lastimarme— de eso si estoy muy segura, no pienso entrar en terrenos pantanosos del que después no sabré como salirme.

Él sonríe, pero no es una sonrisa real. Se levanta del sofá y se acerca lentamente a mí que aún estaba parada delante de la puerta —tu no confías en mí, lo dijiste antes pero no lo haces.

¿Lo dije? ¿Dije que confiara en él? No lo recuerdo, o tal vez si y solo estoy escondiendo el momento en el fondo de mi mente —no lo hago, no puedes decir cosas y luego solo actuar de forma que lo único que hacen es que piense que estás jugando, yo no soy ningún juguete Ben.

El acorta la distancia que nos separaba, quedando solo unos centímetros entre nosotros. Pero su intensa mirada, su fragancia tan exquisita y su dolorosa cercanía solo estabas derribando mis barreras, así que tome la opción más viable para mí y era alejarme físicamente de él y de las ganas que tengo de olvidar el mundo y quedarnos solos dentro de estas paredes, donde no existe nadie más, donde pueda disfrutar lo que él me hace sentir y de explorar todas esas nuevas sensaciones que estoy empezando a descubrir desde que lo conocí, intente pasar por su lado, poner la mayor distancia posible y recuperar la seguridad de mis argumentos, pero el detuvo mi huida, con un sutil y simple toque en mi brazo, no empleo fuerza, no ejerció presión; así que fácilmente pude haberme soltado ¡pero no lo hice!

—no juego contigo Ky, me gustas eso es un hecho, de verdad me gustas mucho. Deja de pensar que quiero lastimarte porque te juro que no es lo que deseo... yo... quisiera que me entendieras, Violet era lo más importante que tenía en la vida, ella era mi aire, mi luz, mi todo y me la arrancaron a pedazos antes de quitármela de manera definitiva. No puedo dejar que quienes contribuyeron con su muerte sean felices como si nada, porque ella ya no está y yo los odio a todos por ello.

¡Bueno...! Ante esa confesión mis barreras se fueron por una cañería, no es lo que pensaba escuchar, se supone el diría una sarda de estupideces, yo lo mandaría a pasear y todos felices, pero no esperaba esto. El muy poco habla de su hermana, pero cuando lo hace, lo hace con tanto dolor que me es imposible parecer indiferente, suelto un suspiro y tomo su mano, camino lentamente hasta el sofá y me siento, él hace lo mismo pero su mirada se mantiene en nuestras manos unidas, manos que separo porque no quiero disfrutar de algo que no tendré con frecuencia.

—puedo entender que quieras justicia para tu hermana, eso no puedo quitártelo yo y nadie en este mundo. Pero hay otras maneras, podrías intentar hacer las cosas bien, legales, tienes los medios, el dinero, tu familia tiene poder, vengar su muerte con tus manos te hará igual de miserable que los que la lastimaron, sé que fue Kristen una de esas personas y no te pido consideración para ella porque la conozco y se cuan cruel puede ser, pero a fin de cuentas tú no eres como ellos. Si de verdad Violet se parecía a mí como dices, no querría verte en esta posición, repito no es la manera, te lastimas y lastimas a personas que no lo merecen.

El mueve su pierna derecha rápidamente, luego se recuesta en el sofá y ve fijamente al techo —intente hacerlo legal, hable con un amigo de papá que es comisario de una estación de policía, pero no se puede hacer nada, la victima ya no puede hablar y como pruebas solo tengo los diarios de Violet, yo sé que son de ella porque yo mismo se los compre, conozco su letra, pero ante un juez esa prueba no tiene ningún valor. El maldito comisario solo sobo mi hombro diciendo que lo sentía, como si eso fuera a devolverme a mi hermana, papá nunca se enteró, lo que me indica que el comisario no era muy buen amigo, otro en su lugar hubiera hablado con él.




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