Atrapada en ti...

Capítulo 25

La habitación en donde justo ahora me encuentro es más grande que la sala de mi casa, y solo es una habitación de "huéspedes"...

Aparte de esta, solo conozco otra habitación en esta casa, la de Ben; desde que llegamos, mamá me encerró aquí, literalmente y salió en compañía de la Señora Grace que, como siempre, me recibió con mucho cariño y una dulce sonrisa.

Casi parece que la señora Grace siempre está feliz, que nada logra perturbarla y que vive sumergida en una burbuja donde lo único que habita en ella es la felicidad; tiene una familia unida, una casa hermosa, un buen trabajo... ella tiene lo que puede resumirse en ¡una vida perfecta!

Mientras que, otras mujeres... como mí madre no han tenido la misma suerte.

Pero cada quien tiene que vivir su causa y efecto, mi madre tomo malas decisiones, y esas decisiones la llevaron a vivir de la forma en que lo ha hecho... no ha sido del todo malo, pero pudo haber sido mejor.

Los errores son una fuente de aprendizaje, me dijo una vez mi profesor de psicología. Y creo que ya mi madre aprendió.

Me levanto de la cama donde estaba acostada y a paso lento recorro cada espacio de esta habitación, nada a excepción de la cama, muestra señales de algún uso, el closet está vacío, mesitas de noche solo constan de una que otra lámpara, no hay un adorno, un cuadro, algo representativo, es un cuarto vacío de todo color, de vida, de esencia... no sé, porque de repente me siento incomoda en este espacio, así que, a pesar de saber que quizá mamá este tan molesta conmigo que no me quiera ver, no puedo permanecer más tiempo encerrada en este lugar.

Salgo de la habitación y me encuentro en un pasillo que tiene otras tres puertas, no sé si son habitaciones, lo que sé es que la habitación de donde salí, no parece de esta casa; en el pasillo las paredes son de colores muy vivos, arreglos florales, cuadros abstractos y fotos familiares.

Camino para alejarme de ahí y llego a las escaleras, a medida que bajo voy escuchando el eco de unas voces que cada vez se oyen con más nitidez, tanto que entre las palabras distingo sollozos y lamentos de alguien que para mí no debe sufrir, mi madre.

Nuestra mayor debilidad es rendirse— habla la señora Grace, ella siempre es optimista.

no me estoy rindiendo Grace, pero... ¿Qué más debe pasar? ¿Qué más puedo hacer? Fracase como madre, Kylie estuvo en peligro... ella estuvo a punto de sufrir algo terrible y yo solo estaba pendiente de estupideces que no deberían importarme.

Me siento a cuatro escalones de terminar la escalera, escucho con atención todo lo que dice mi mamá y mis ojos se llenan de lágrimas, al entender todo el peso que lleva mi madre en sus hombros y del que yo nunca fui consciente, porque soy egoísta y me enfocaba en lo que me hacía infeliz a mí, pero ni un solo segundo me detuve a pensar en ella, en lo que quería, en lo que sentía, solo asumí que ella era feliz y listo.

Una mano en mis hombros me hacen brincar en el lugar donde estaba sentada, mi corazón a punto de salirse de mi pecho por el susto, mi mente aún está en modo de alerta desde aquel horrible episodio en mi casa, volteo y veo a Emanuel sentado a mi lado, desconocía de su presencia en la casa, pero justo ahora cuando me siento tan triste, agradezco tanto su presencia; lo abrazo, y solo cuando me siento refugiada con él, el llanto sale a flote nuevamente siento tanto miedo— digo lo que no había exteriorizado, se siente tan bien decirlo en voz alta.

mamá me conto lo que paso enana, pero ya estas a salvo— niego con la cabeza porque sé que no es así, no estoy a salvo, no hasta saber quiénes son los troyanos y que quieren de mí.

El llanto de mi madre se oye cada vez con más potencia, la señora Grace intenta consolarla, pero es casi imposible; Emanuel hace que me levante y aun manteniéndome en sus brazos me hace subir nuevamente la escalera, entramos a una de las puertas, que resulta ser la habitación de él, es... bastante masculina a decir verdad.

Me lleva hasta su cama y hace que nos acostemos, no hay nada raro en nosotros acostados en una cama, no se siente raro, no se siente incorrecto... somos amigos, de esos que sienten el mal del otro como propio.

Serena y yo terminamos— es lo primero que dice, observo su cabello rubio, su rostro de chico angelical y sus ojos tan azules y nítidos, sin secretos, sin misterios.

No puedo imaginar hasta donde alcanzó su nivel de histeria— porque sé que ella es así, histérica, dramática... no es hablar mal de ella, es ser consciente y aceptarla como es.

Él suspira, de esa forma que libera y a la vez guarda tantos sentimientos la verdad no, ella realmente me sorprendió ¿sabes?; fue toda madura y calmada y me hizo sentir muy mierda por lo que hice.

no lo adornare Emanuel, me conoces... y puedo confirmarte que sí, fuiste muy mierda, estúpido, imbécil.

—ya basta ¿no?

no, no basta. Lo que hiciste no se hace; lastimaste a Serena, quedaste mal delante de Jennifer y ahora Tory y Ethan están peleados.

—eso no es mi culpa.

—sí lo es, indirectamente provocaste esa pelea.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.