El lago está en silencio.
No se mueven las ramas de los árboles.
No hay ráfagas de viento.
No hay aves cantando.
Nada.
En medio de mi evidente ataque sicótico, mis pasos me trajeron a este lugar. No mentiré diciendo que no recuerdo como llegue aquí, porque no es así; lo que leí en el diario de Violet ciertamente me afecto mucho, pero no a tal manera de dejar mi mente en blanco. Por el contrario, la lleno de escenarios cada uno más dantesco que el otro, todos incluían a esa niña, Kristen y yo, no sé porque yo misma me sumerjo en una historia donde mi nombre no debería salir reflejado, yo ni si quiera conocí a Violet, jamás he visto una foto suya, ni si quiera en casa de Grace.
Pero siento dentro de mí y de mi corazón una enorme culpa, no quiero ni puedo verles la cara a la familia Hamilton sabiendo que por mi sangre corre la misma sangre de aquella que tanto lastimo a su pequeña; aunque es obvio que solo Ben lo sepa, porque de ser lo contrario estoy segura de que todos impedirían ese falso y absurdo noviazgo; ni si quiera aceptarían a Kristen en su casa.
¿Quiénes serán las otras chicas?
¿El chico del baño?
¿Ben conocerá la identidad de todos ellos?
Benjamín...
Pensar en él hace que mi corazón se arrugue, cuanto sufrimiento ha debido de soportar el solo, ni si quiera comprendo porque decidió cargar solo este peso, su familia tiene derecho de saberlo.
Él tiene derecho a compartir esa carga que tanto lo atormenta, se cuánto duele perder a alguien que amas ¡yo perdí a mi padre! Mucho antes si quiera de tenerlo, pero sufrí realmente mucho antes de comprender porque Gideon no me quería, tarde años en aceptar que el del problema era él y no yo, que yo era una niña normal, que merecía ser amada igual que otros niños. No hay punto de comparación entre una situación y la otra, pero ambos hemos sufrido mucho y como siempre lo he dicho, yo tuve a mi madre, ella a su manera siempre busco tapar el hueco que mi padre representaba en mi vida, convirtiendo así la decepción que yo infantilmente sentía, en odio para finalmente llegar a una banal y cruel indiferencia.
Claro que a veces el desprecio escuece, mucho. Pero no es algo que vaya a durar meses, solo en el momento y luego puedo seguir perfectamente con mi vida; pero Ben no tiene la misma suerte, él está estancado en el odio y en el rencor, dominado por su sed de venganza y eso no lo dejara seguir, no lo dejara vivir la vida de un chico normal y eso de alguna manera me lastima.
El crujir de una rama hace que voltee de inmediato, veo en todas direcciones aun cuando para llegar a esta parte del lago hay un solo camino. No olvido la amenaza que pende sobre mi cabeza, sé que fui muy irresponsable al salir así de casa, pero no pude tener otra reacción más que huir.
—no tienes ni idea de lo mucho que desee encontrarte aquí— y ese es Ben, apareciendo por el único camino que conozco, luciendo un poco triste y con una mochila sobre sus hombros.
Me siento en la roca en donde siempre nos sentamos, no digo nada. Conscientemente no vine aquí para que el me encontrara, quería escapar de él. Tonta de mí que vine a un lugar que él me mostro.
—tu mamá está muy nerviosa, yo le dije que sabría dónde encontrarte y que cuidaría de ti, mentí descaradamente porque no tenía la más mínima idea donde buscarte y es obvio que tu mamá no me creyó, podrías llamarla y decirle que estas bien y estás conmigo.
Él está tendiéndome un teléfono, lo tomo sin mirar sus ojos y lo detallo, es el teléfono nuevo que mamá me obsequio y yo no tome.
>>ahí está el número de mi casa registrado en la agenda.
Quise llamar, pero sentía que si hablaba iba a escapar de mí el llanto que con tanto esfuerzo e estado reteniendo, las lágrimas están al filo de mis ojos y ver que Ben solo se preocupa una y otra vez por mí, no ayuda.
Él se sienta a mi lado, pasa un brazo por mis hombros y me apega hacia él —me volví un poco loco ¡lo siento!
¿De qué se disculpa? ¡Él no me ha hecho nada!
—creo que yo también me volví un poco loca.
El me abraza más fuerte y besa mi cabeza, para luego separarse de mí y poner la mochila que traía puesta en sus piernas, la abre y de ahí saca un pequeño pedazo de papel arrugado en una pequeña bola. La bola contiene dentro una pulsera plateada con unos dijes de gotas, que el coloca en mi mano —es muy hermosa.
—era de Violet, se la regale su ultimo cumpleaños... cuando la vi dije que era una linda pulsera, los dije son gotas como lo puedes ver, pero Violet me dijo que las cosas son lo que uno quiere que sean, entonces ella decidió que no serían gotas porque fácilmente pueden asociarse en lágrimas, que mejor serian chispas, que las chispas siempre serian mejor que las lágrimas.
—que ingenioso.
—Así era ella, pero también aprendió a mentir muy bien— se detiene un momento antes de suspirar muy hondo —mi familia sufrió mucho con la muerte de Violet, mamá estuvo internada debido a la depresión, papá fue demandado por varios de los socios del bufete, él se trastorno mucho y puso en peligro la firma a la que pertenece y Emanuel... El cambio tanto, yo cambié... ninguno de nosotros volvió a sonreír de la misma manera después de que ella se fuera.