Atrapada en ti...

Capítulo 36

—es un placer tenerla en nuestras instalaciones Señorita Willis— me ofrece su mano Diane Cooper, secretaria del despacho del director, mujer bien uniformada, intelectual e interesante, joven y hermosa… toda una secretaria de película, nada comparado con el viejo y gordo de director en el Freedom.

Estrecho la mano que me ofreció — ¡Gracias!

Ella reajusta sus hermosos lentes de pasta en el tabique de su nariz —tu caso es bastante inusual, no solemos recibir alumnos para estas fechas, pero Bob Rile hizo una excelente donación a nuestras instalaciones— se encoje de hombros, casi como si no se hubiese dado cuenta de lo que acaba de decir, lo de la donación yo no lo sabía —no actúes sorprendida cariño, el Excellence no es el mejor por obra y gracia del espíritu santo, nuestro edificio, su tecnología, sus áreas de aprendizaje… todo sale del bolsillo de los más grandes empresarios de la ciudad, ya sea por caridad o porque sus hijos sean nuestros estudiantes.

Bueno Diane es bastante habladora, en exceso descriptiva y muy alabadora de su lugar de trabajo. 

Queda demostrado que un buen sueldo genera un buen entusiasmo sobre el personal.

Jamás en el Freedom escucharas a un profesor, obrero o personal directivo hablar así. Es malo que compare todo lo que veo con mi antiguo colegio pero me es difícil no hacerlo — ¿no crees que esas empresas caritativas deberían donar a lugares que requieran más de esa ayuda? — me es inevitable preguntar.

Ella me sonríe —yo pensaba lo mismo dulzura, pero entendí que el dinero llama dinero.

— ¿a qué te refieres?

—piénsalo, si tuvieras dinero y lo invirtieras en un sitio que… a la larga no dejara ninguna ganancia ¿lo seguirías haciendo? La mayoría de donadores saben de forma muy veraz que estos alumnos son los futuros trabajadores de sus empresas, niños de mami y papi que tienen el puesto asegurado en hospitales, empresas, fábricas… es un ganar-ganar.

No estoy de acuerdo. Porque resulta que esos niños de mami y papi siempre terminan siendo unos vagos, vividores y despilfarradores que solo desean ser mantenidos toda la vida por sus padres, mientras que nosotros, las personas de bajos recursos luchamos con las uñas para sobrevivir en este hipócrita mundo. Pero no lo diré, necesito irme a clases y Diane aun no entrega mi horario; porque al parecer en su charla se le olvido que eso fue por lo que vine.

>> ¡Oh! Lo siento… aquí tienes tu horario, el número de salón por clases y el nombre de tus maestros. Espero disfrutes tu estadía en el Excellence cariño.

Agradezco y salgo de la oficina, pero no doy ni tres pasos cuando una inmensa sombra se cierne sobre mí —que bueno que te encuentro.

—Dios mamá, me asustaste— contesto respirando fuerte — ¿Qué haces aquí?

Zara toma mi mano, no dice nada. Solo me conduce a la salida del Excellence donde me espera Bob en su auto.

Ambas montamos en la parte de atrás y ella enfoca su mirada en mí. Tanto misterio no me gusta, me pone nerviosa y no lo soporto — ¿estás embarazada? — pregunto haciendo que Bob se ahogue en el asiento del conductor y una mueca triste muy parecida a una sonrisa en el rostro de mi madre se deje ver.

—tal vez eso sería lindo, pero no es eso…

— ¿entonces?

—debemos ir al hospital.

— ¿por?

—Kristen— ¿entendí bien? Sacudo mi cabeza tratando de reordenar mis ideas —Ky, sé que nunca han tenido una relación, pero quieras o no es tu hermana.

—Hermanastra— corrijo.

—es tu hermana, sangre de tu sangre y eso no va a cambiar porque uses términos diferentes.

Me cruzo de brazos mientras observo por la ventana, ¡sí! Llegue a sentir empatía hacia Kristen por lo que paso ¡sí! Me dio mucho dolor saber que ella tuvo una vida tan difícil y llena de traumas, pero eso no hace que quiera tenerla en mi vida, años de maltratos, odio y rencor no se olvidan de un día para otro, eso es totalmente falso. Yo no podría olvidar jamás todos sus ataques, sus desplantes, sus palabras, sus miradas llenas de asco hacia mí.

— ¿está muriéndose?

—eso es muy cruel, tú no eres así.

—tampoco soy una persona masoquista mamá ¿entonces me pregunto porque me llevas a ver a la persona que más me ha hecho daño?

Silencio.

Esa es su maravillosa respuesta, tal vez la ofendí, quizá mis palabras de alguna u otra forma tocaron una fibra sensible en ella. Pero no soy de las personas que ponen la mejilla una y otra vez.

—Existen diferencias entre ser masoquista y ser solidarios— son las palabras de Bob. Que no deja de conducir pero está muy atento a nosotras —a veces, olvidar es nuestra mejor opción; no digo que sea de forma permanente, pero te imaginas lo que sentirías si supieras que tuviste en tus manos la oportunidad de solucionar algo y no lo hiciste por problemas que existieron en el pasado.

—muy lindas palabras Bob, pero cuando tu sepas a ciencia cierta cuáles fueron esos “problemas pasados” como tú los llama, comprendas que tal vez olvidar es lo único que no puedes hacer, porque de esa forma evitarías que te sigan lastimando.




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