Un hermoso día de abril Candice y mariana elegían vestuario para la función del día siguiente, sería algo mágico, para ambas jóvenes era importante dar lo mejor de sí, interpretarían la cenicienta y Mariana era la protagonista, por primera vez sería la estelar de un show, Candice estaba feliz ya que sabía cuánto tiempo la joven había esperado,
-será una función para recordar – dice mariana emocionada
-todo lo que tú haces, es para recordar – dice Candice mientras le da un beso en la mejilla y se dirige a la puerta
Esto lleva a mariana al pasado, hace exactamente un año la chica tenía un novio llamado James, el chico era guapo y muy simpático, la joven estaba profundamente ilusionada, a pesar de que su relación era bastante caótica, no lograban llevarse bien, ni entenderse, Un día alegre donde todo parecía risas y alegría, en la ciudad, Mariana y Candice salen de un cinema, agarradas del brazo mientras alegremente platicaban acerca de la película que recién habían visto, hasta que algo llama la atención de Candice y se da cuenta que el novio de su mejor amiga esta con otra, “demasiado abrazados”, al poco tiempo Mariana ve la misma escena que la deja en shock “pero como le podía estar haciendo eso a ella”
- ¿Qué piensas hacer? – pregunta Candice al ver que su amiga camina hacia ellos
-enfrentarlo, ¿Qué más puedo hacer? –
-Podemos vengarnos, y el hecho que él no sabe que tú sabes que te engaña, hace todo más fácil, ya que no sospechara nada –
Ese día ocuparon sus mentes, en pensar la mejor forma de vengarse de James, aunque Mariana tenía el corazón roto, en ese instante no era “tiempo de llorar” se repetía iba a planear la mejor venganza en contra de su novio, él la había humillado y debía pagar. Al día siguiente ambas llegaron temprano a la escuela, si se iban a vengar de James tendría que ser lo antes posible, habían pensado una venganza no muy elaborada pero que seguramente con ella james quedaría humillado. James llega como siempre al salón, le da una mirada y un beso a Mariana quien solo disimula su disgusto por el chico, este procede a sentarse sin darse cuenta que las chicas habían cubierto con arcilla marrón su asiento, el joven se levanta al sentir una sensación extraña para encontrarse con sus pantalones manchados
-uuuuyy James ¿te hiciste en los pantalones? – dice Candice casi gritando llamando la atención de todos quienes solo ven al chico que esta rojo como un tomate y se ríen de el - ¿necesitas ayuda? No te preocupes amigo, a cualquiera le puede pasar – proseguí Candice
James sale del salón, pero Candice lo perseguí y gritaba “den permiso James se hizo en los pantalones y necesita un baño urgente” mientras prácticamente toda la escuela se enteraba de lo sucedido, el chico entra al baño seguido de Candice y Mariana
-oigan ustedes no deberían estar acá, Mary esto no es como se ve no sé qué es esto –
-es arcilla, bobo – dice Mariana
- ¿Qué? Tu hiciste esto –
- ¿tú qué crees? –
- ¡¿están dementes?! No pudimos arreglar esto con hablando – dice el joven bastante histérico mientras las chicas solo ríen y sin decir más salen del baño
Ambas reían por lo que había pasado, pero que queda luego de una ruptura si no es un corazón roto, al parecer para Mariana el tiempo de llorar había llegado, se sentía triste y ahora su mente ya no estaba más ocupada, podía pensar, en lo desolador que su primer corazón roto era, esta se tira a la cama de su solitaria y desolada habitación y empieza a llorar recordando los bellos momentos vividos, era tan joven, ¿era ese el momento de sufrir por esa clase de cosas?, “James, James, James” su nombre resonaba en su cabeza aunque la broma fue muy buena, esta no disminuía la decepción y el dolor de la traición que en ese momento había en su alma, atascada, con un nudo en la garganta se repetía “tal vez no fui lo suficientemente buena para él” y un sentimiento de inferioridad, tristeza inundaba su alma, estaba sufriendo, sufriendo como solo una inocente chica de 14 años puede hacerlo, Candice entra en la habitación y solo abraza a su amiga, ella era su apoyo y es que para todos solo era una pelea entre chiquillos sin importancia, como si el horrible sentimiento de un corazón destrozado, no pesa, se tenga la edad que se tenga. En un intento por hacerla sentir mejor Candice empieza a hacer reír a su amiga le hace un par de cosquillas, esta empieza a reír, era un ritual para ambas desde que eran unas niñas, empieza un forcejeo entre ambas hasta que Candice cae encima de mariana, ambas se ven a los ojos, como nunca lo habían hecho, con una penetración del alma que solo las personas que han amado sin condición y con libertad lo saben, como si en ese instante el dolor del pasado quedara ahí en el pasado y en el presente lo único que importaba era esa mirada, el impulso, deseo o fuese lo que fuese motiva a que Candice se acerque a Mariana, quien está perdida, viajando en esos ojos que no parecen tener fin, y sin darse cuenta esta besando a su mejor amiga en un dulce beso, que paralizo el tiempo por un par de segundos la tierra se detuvo. Pero los momentos por mas mágicos que sean siempre tiene que terminar. Candice despierta de su sueño, y da un salto, Mariana esta absorta en ese beso que ni siquiera se percata que su amiga ha dejado la habitación, cuando la joven lo nota, decide ir en busca de esta, baja a la sala, pero no la encuentra, las busca por toda la casa hasta concluir que se ha ido, su casa no estaba lejos, por lo que seguramente fue para allá. Ninguna de las dos volvió hablar de lo ocurrido, el día siguiente Candice actuó como siempre, y Mariana no tuvo el coraje de preguntar o cuestionar lo ocurrido, Mariana recordaba el beso frecuentemente y se preguntaba ¿Qué se dice en esos casos? ¿Qué se dirían? Su mente viajaba por un sinfín de posibilidades