Atrapadas

III

Se podía distinguir cuando la noche acababa por los ruidos afuera del cuarto, algunos hombres abren la puerta del cuarto donde tienen encerradas a las chicas, estas se asustan más que por el hecho que prácticamente han botado la puerta que estaba ya vieja y mal puesta que por la interrupción, ellos las toman por el brazo y las llevan a la fuerza a un salón donde hay varias chicas, Mariana tiene su cabeza baja está lloriqueando por lo que Karla le da un golpe para que pare, a lo que la chica solo la ve disgustada pero deja de llorar, Lucia ve a su alrededor tratando de encontrar salidas e inspeccionando a las chicas en ese cuarto, era diferente al cuarto donde ellas durmieron, este tenía unos espejos grandes, habían percheros con infinidad de prendas, no era amplio, pero sí muy llamativo.

-bueno, - dice uno de ellos –ahora que están todas, les diremos porque están acá y las “funciones” que tienen que hacer para no morir – dice en forma de burla –primero nada de intentar escapar, a la que lo intente tiene la muerte asegurada, ustedes pertenecen aquí ahora es algo que tiene que grabarse, segundo si piensan que esto es un prostíbulo, están en lo correcto, aquí se atiende bien a los clientes y a la primera que se porte mal con alguno de ellos, la matamos – grita el hombre mientras se pasea, se detiene frente de Mariana –no me gusta los lloriqueos, te ves fatal pareces bruja, a quien le podrías gustar así, tercero se les dará comida pero tienen que ganársela no se trata solo de acostarse con los clientes se trata de sacarles dinero, así que la que quiera comer tiene que convencer al cliente que le de propina- Luego de las “explicación” las chicas tenían que vestirse y perfumarse ya que esa noche llegarían clientes nuevos

-deja de hacer berrinches, ¿quieres que te den un tiro? – le dice Karla a Mariana que se rehúsa a cambiarse y salir al bar.

-no voy a salir ¿entiendes?

-te van a matar – le dice Lucia

-a mí me mataron el día que llegue aquí -

Se forma un alboroto ya que varias chicas empiezan a presionar a mariana que ya enojada las empuja, por lo que uno de los guardias, su nombre era Frank tuvo que intervenir, toma a Mariana y la carga

-estoy harta que hagan esto – le dice la joven mientras le da golpes en la espalda al joven que la lleva a algún lugar.

La arroja dentro de una habitación, está más que rustica era tenebrosa, no había ningún tipo de luz, y lo que más asustaba a mariana que era un cuarto pequeño, donde podía escuchar los pasos de los insectos, y los ruidos que hacen las ratas al masticar algo.

-oye no vayas a empezar a hacer una pataleta tú también, no te quiero encerrar a ti – le dice Frank quien había regresado de dejar a Mariana, a Lucia que estaba paralizada.

- ¿Qué se supone que hago ahora? No quiero acostarme con ningún hombre –

-nadie quiere, pero si quieres seguir viviendo tienes que hacerlo –

Sin más remedio, llego al bar donde había muchos hombres, con chicas bailándoles o sentadas en sus piernas, el olor a alcohol era insostenible, Lucia se acercó a una de las barras tratando de pasar desapercibida, estuvo ahí por unos minutos, hasta que un tipo, la llamo, estaba sentado en una de las zonas VIP, con dos chicas

-esta es nueva – le dijo una de las chicas

El tipo la observo por unos segundos de pies a cabeza -esta chica puede ayudarnos – dijo riéndose - oye porque no te llevas a mi hijo a uno de los cuartos y le enseñas que significa estar con una mujer- Lucia solo lo mira, mientras una de las chicas que estaban junto a ella toma la palabra

-claro, que si lo hará- le dice esta mientras sonríe hipócritamente – ella le enseñara a su hijo lo que es placer, llévalo, los cuartos están al fondo-

Eran diferentes habitaciones, en las que ellas dormían no tenían camas y eran pequeñas, en cambio las habitaciones donde llevaban a los clientes eran más cómodas tenían camas medianas y una mejor decoración parecían las habitaciones de un buen hotel. Lucia camina recto mientras el joven va tras ella, ella temblaba su mente estaba llena de malos pensamientos, pero definitivamente sabía que no quería morir. Al entrar al cuarto, el chico se mantiene de pie en la puerta la observa curiosamente, mientras ella parada en medio de la habitación lo mira con miedo, como si él fuera algún cazador y ella la presa

-no va a pasar nada – dice el joven con voz firme

– si no hago esto… - suplica Mariana

-yo sé – interrumpe el chico – pero solo he venido a petición de mi padre.

Esas palabras eran como música para los oídos de la joven quien toma asiento al lado del joven

-soy John – le dice el chico

-mi nombre es Lucia -

Pasan unas cuantas horas, el padre del joven estaba orgulloso, decía que no le quedaba duda que su hijo era un HOMBRE de verdad, por lo que a petición de este pidió que Lucia fuera la que siempre lo atendiera y John compadecido por el estado de la joven también pidió que fuera él, su único cliente

- ¿no te abras enamorado? – le advierte el padre a John.

-no – dice este seriamente – solo que yo no me acuesto con cualquiera – lo dijo en un tono tan frio y determinante que a su padre no le quedó más remedio que darle gusto a su hijo, pago una fuerte cantidad de dinero al dueño del bar para cumplir los deseos de este.



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En el texto hay: la vida cambia en un segundo

Editado: 28.07.2019

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