Atrapado

ATRAPADO

“¡Rodri, escóndete en el almacén!”, “Solo será mientras dure la inspección, una hora a lo mucho”, eso es lo que me dijo mi supervisora y mi compañera, hace cuatro horas. No sé cómo va la inspección, traté de mensajear a mis compañeros, pero no me responden. Hice lo que mejor pude hacer en esta situación, me puse a ver películas en mi celular, pero la batería esta por acabarse y por el apuro olvidé traer mi cargador, soy un estúpido y ahora estoy atrapado en este frío y aburrido lugar, rodeado de documentos y basura.

-…-

¡¿Qué fue eso?!, algo cayó en el otro lado, no tengo los huevos suficientes para ir a ver, lo más probable es que haya sido el viento, mejor veo si es que algo se dañó, después me pueden culpar a mí.

- Demonios estos documentos son importantes, será mejor que los ordene –

Un momento, si no hay ventanas, ¿cómo es posible que el viento haya tirado esto? ¿un animal?, ¡una rata! Eso debe ser, pero, si este lugar es limpiado constantemente, es imposible que haya una rata.

- ¿Qué es imposible? –

¿Qué demonios?

- ¿Imposible? Tu demostraste que todo es posible –

- ¿Mamá? –

Es la voz de mi madre, pero no se ve de la misma manera… es un monstruo, es gigante, más que la altura del almacén, lleva una especie de túnica roja, no tiene ojos, ni nariz, solo una boca que esboza una sonrisa.

- Jajaja, que lindo, ¿crees que puedes escapar de aquí? –

No la escuches, no la veas, solo corre hacia la puerta.

- ¡Por algo estas aquí! -

Dios, estoy en la zona de los uniformes, estoy al otro extremo de la puerta… no importa, por el susto debo haberme confundido, tranquilo, ahora ve por el otro lado.

Creo que eso se fue, debí estar alucinando, necesito tomar aire fresco… saldré de este lugar sea como sea.

- ¿Qué? –

Tiene que ser una maldita broma… volví a la zona de los uniformes, pero, el almacén no es tan grande, no puedo perderme, es una locura.

- ¡Diana!, ¡Valeria!, ¡alguien! –

Vamos tienen que escucharme, han pasado ya horas, no pueden seguir con la inspección.

- ¡Alguien! –

Nadie me escucha.

Maldición, en teoría la puerta debería estar acá, pero no, solo continúo caminando, es como si el almacén se hubiera hecho infinito.

No, no entiendo que está sucediendo, se supone que sería otro día normal de trabajo, tal como los otros, pero ahora estoy metido en este lío. Si tan solo me hubiera demorado algunos minutos más, hubiera tomado otra taza de café, ponerme otra camisa, subirme a otra combi, algo, ¡Algo!, solo algo más, otra cosa.

Estuve caminando por horas; no hay salida, el almacén es infinitamente largo, ya no puedo caminar, creo que me sentaré a esperar a que vengan a buscarme como el inútil que soy.

- ¡inútil!, ¡inútil!, ¡inútil! –

¿Qué son esas voces?, ¿Qué? Son pequeños bichos, creo que del tamaño de mi mano; creo, creo que tienen rostros.

- ¿Mamá? –

- ¡inútil!, ¡inútil!, ¡inútil!, ¡inútil!, ¡inútil!, ¡inútil!, ¡inútil!, ¡inútil!, ¡inútil!, ¡inútil!, ¡inútil!, ¡inútil! –

- ¡Ah!, ¡Aléjense!, ¡Fuera! –

Estas cosas se meten en mi ropa y… y tienen el rostro de mi madre. Se pegan a mí, tratan de meterse en mi cuerpo.

- ¡inútil!, ¡inútil!, ¡inútil!, ¡inútil!, ¡inútil! –

- ¡Déjenme en paz! –

- Eres inútil tal como lo dice ella –

- ¿Qué?, ¿papá? –

Mi padre está aquí, ¿cómo llegó?… eso no importa, los bichos ya no están, desaparecieron.

- ¿Qué haces aquí papá?

- Eres inútil, tienes razón, no puedes hacer nada, todo lo malogras, siempre tuve que estar ahí para solucionarte los problemas; en los estudios eras un inútil y ahora lo eres en el trabajo; todo lo que lograste fue por mí, es por mí que estas vivo aún –

- Papá, no entiendo, ¿qué me estás diciendo? –

- ¿Qué no entiendes?, eres un inútil, un incapaz, estúpido, imbécil, animal, escoria, desgracia humana, lacra, no te bastaba con jodernos la vida con lo que hacías, tenías que llegar a otro nivel… tenías que quitármela, tenías que alejármela, tenías que alejarme –

El cuerpo de mi padre cambia, es ella, la cosa que tiene la voz de mi madre, ha vuelto, no, siempre fue ella ¡Maldición!

- ¡Tenías que alejarme de todos! ¡Es imposible que un hijo dañe a su madre, pero tú lo hiciste posible! –

- ¡No! –

- ¡Sí! ¡No te bastó con malograr tu vida! ¡Tenías que malograr la mía! ¡Tenías que acabar con la mía! –

- ¡Aléjate! –

Se me acerca rápidamente, me sostiene los brazos, por el cansancio y la deshidratación no puedo detenerla, no puedo luchar… creo que se acabó, me perturba ver la horrible sonrisa que esboza.

- ¡Tú querías esto! Pensabas que nunca te la cobrarían, pues aquí estamos; dime pedazo de basura, dime ¿qué es lo que sentiste cuándo lo hiciste? ¿Es lo único que hiciste bien de principio a fin, no es así? –



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En el texto hay: horror, terror, terror psicolgico

Editado: 04.11.2020

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