Luego de mi cita regresé a casa y la caprichosa me interrogó sobre cada detalle.
-Eres un idiota lo sabías, bueno al menos eres un sobreviviente
-Cayate
-Ella no se escucha tan desagradable. Pensé que te gustaban las princesas.
-¿Y ahora de qué hablas?
-Ya sabes de las lindas, bonita sonrisa y que parecen Barbies de la vida real.
-Bueno
-La mayoría de tus ex novias se aprovechaban y te dejaban. Parece que escogiste a alguien muy natural. Estoy impresionada
-Ya vete ¿quieres?
-Pero qué carácter ¿por eso no soy linda contigo? eres un idiota
Creo que eres obvio que me sentía más culpable. De solo recordarla pero no podía hacer nada. El lunes durante el almuerzo le conté a los chicos.
-Tu cita se escucha muy aburrida- respondieron Alan y Roberto
-Al menos se divirtió- me defendió Hugo
Me dolía pero tenían razón.
-Como sea ¿Que no tenemos otro tema que mi vida amorosa?- reclamé
-Hay vamos, ya sabes nosotros somos más chismosos se las mujeres- declaró Roberto
-Idiota- respondí
-Tu eres el que no está almorzando con Fary la vi en su lugar de siempre- dijo Alan
-¿Su lugar de siempre?- preguntó Hugo
-Olvidaron que estoy en su facultad. La había visto un par de veces antes de conocerla. Y siempre almuerza en mismo lugar- explicó Alan
-Seguro Ali está con ella- respondí
-Aveces hoy estaba sola, si hay alguien idiota eres tú. Nunca han almorzado juntos ¿Verdad?- reclamó Alan
Todos se me quedaron viendo y por un momento me sentí juzgado por mis amigos.
Lo pensé por un segundo pero lo único que imagine era a Sofía comiendo junto conmigo. Me sentí un poco mal ya que esperaba hacer muchas cosas con esa maravilla.
-¿Y dónde es ese lugar?
Pregunté sin pensar y salí con mis cosas. Resulta que a Fari le gustaba comer en un rincón apartado dentro de la biblioteca. Un lugar tan raro y solitario como el de ella. Estaba por llegar cuando escuché el sonido de las posadas. Me acerqué con cuidado y vi algo muy raro. Fari estaba bailando, su cabello en una coleta y su mirada totalmente concentrada. Usaba sus audífonos inalámbricos pero sus movimientos tenían ritmo. Y al mover sus brazos era como si dibujara en el aire. Por un momento me recordó a Sofía subida al escenario la primera vez que la vi. Si técnica y elegancia eran como ángeles perfectos. Por fin se detuvo exaltando con cansancio, se sentó en el suelo y luego se tiró hacia atrás. En ese momento nuestros rostros se encontraron.
-¿Daniel?- dijo parándose del piso- ¿Qué haces aquí? Nadie viene por aquí
-He bueno estaba buscando un libro- mentí por alguna razón
-¿En el almuerzo? Que estudioso. Bueno supongo que es normal que se acerca la semana de exámenes.
-Si ¿Pero qué hacías tú?- pregunté ocultando mi asombro
-Pues yo... No hacía nada importante, no te preocupes de hecho ya me voy, nos vemos luego- dijo nerviosa y su sonrisa más falsa
Estaba claro que Fari bailaba muy bien. Pero ¿Por qué no está en la facultad de artes con su hermana? No soy experto pero lo hacía bien y ella lo disfrutaba.