Mi vida siempre ha sido ocupada y maravillosa. Me llamo Sofía Millares y soy la estrella de está escuela. Puede que sea glamurosa pero mi vida es muy estresante. Me levanto a las 5 de mañana a meditar, desayunar e ir a la escuela. Siguen los ensayos desde las 7 hasta las 9. De allí coreografía, clases aburridas, publicar en mis redes sociales, clases de dramatización e improvisación. Luego salida con los idiotas, regresar a casa, hacer tareas, ensayo final y dormir. Así todos los días, todas las semanas, todos los meses, todo el año. Hay días que no quiero, solo quiero comer una hamburguesa con queso y no esas ensaladas que me dejan con hambre. Debo preocuparme de mi salud, mis estudios y mi desempeño. No tengo tiempo para parejas o una vida amorosa. Además ya me enamoré una vez y no volveré a cometer ese error. Es algo ridículo que te hace estúpido. Esperaba que después de tantos años eso se fuera de mi cabeza.
-Sofia te estoy hablando- dijo la señorita Gutiérrez
-¿Si?
-Repite tus diálogos
-Si
Maldición, no me puedo concentrar.
-Ya basta, no puedo trabajar con una actriz mediocre, vete vuelve cuando actúes como profesional- me gritó la señora Gutiérrez
Sin controlar mucho mi expresión tomé mis cosas y salí del teatro.
-Maldición
Queda poco para la obra y no estoy lista. Además últimamente me siento distraída. No tengo tiempo para estás ridiculeces. He estudiado en esta universidad por casi un año y jamás tuve problemas. Hasta un día un idiota se le declaró a mi hermana. Ese día me encontré con alguien desagradable. Lo malo es que desde entonces me lo encuentro a cada rato. Más de 3 años y pensé que era libre pero ahora. En la tienda, fuera y dentro en la escuela, en la biblioteca y hasta en el gimnasio. Dios ¿Acaso me está siguiendo? Todo esto me tiene alterada y apenas puedo mantener mi rutina.
Mientras salía de mi librería favorita.
-Hay no ¿Ni siquiera aquí me puedo librar de ti?
-Créeme que para mí no es un placer, ni que te estuviera siguiendo
-¿Seguro? Porque parece lo contrario
-Créeme a diferencia de ti yo sí lo supere
Eso me dolió y se fue por otro lado dejándome allí sola. Esa noche no pude dormir. No dejaba de pensar en el pasado y en sus palabras
-Hay como lo odio
Me levanté de la cama y fui a desahogarme. Saqué los refrescos del refrigerador y una bolsa de papas. Supongo que hacerlo a mitad de la noche no fue buena idea porque el mayordomo y mi hermano estaban por golpearme.
-¿Que estás haciendo?- preguntó mi hermano
-Nada- dije ocultando las papas
-Ya puedes irte, gracias amigo- dijo mi hermano al mayordomo
-Muchas gracias señor- dijo el mayordomo
-Bueno pensamos que era un ladrón, pero parece que solo eres tú con otra crisis- dijo el dejando la escoba a un lado y sentándose conmigo
-Yo no tengo crisis, soy maravillosa- conteste con una papa en la boca
-Lo que digas hermanita, ahora ¿Que paso?
-Me encontré con Hugo, resulta que vamos a la misma universidad
-Así que te lo encontraste
-¿Lo sabías?
-Yo le recomendé esa universidad
-Traidor
-Me sorprende que tardas en encontrarte con el
-No es gracioso
-Un poco, pero mañana debemos levantarnos temprano los dos
-Bien