Atrápame

11

POV. Matt Brown.

-Matt- llamó Zac del otro lado de la sala.

-¿Que sucede?

-¿Que harás al llegar?- espetó con curiosidad.

-¿Qué?- me observó elevando las cejas con burla.

-¡Nada de eso! Tomaremos un trago y nos iremos- respondí.

-¡Oh por favor, hombre! Deja de ser tan cobarde, le gustas..

-Imposible- reí.

-A ver, Matt. Escucha- respondió acercándose- Hoy en la tarde no a podido dejar de observarte, le interesas.

-¿Como sabes que le intereso si solo me miró?- me burle.

-Idiota, creerle al Zac del amor. Este jamás falla, iremos y esperemos que por lo menos.. ¡Le pidas el maldito número!

-Cuando gritas parece que lo hace un pato- reí y este rodó sus ojos- Lo intentaré, pero si todo sale mal tu serás el culpable- lo señalé.

-Lo prometo- hizo un saludo militar- Pero no creo que te vaya mal, digo.. eres un poco fracasado, esperemos que no tanto.

-Ve saliendo antes que te deje inconciente- gruñi señalando la puerta.

-¿Tendremos que ir en auto?- preguntó al estar ambos en la calle.

-En realidad- rasque mi nuca- el bar se encuentra doblando esta calle- reí al observar su rostro estupefacto.

-¡¿Me has hecho creer todo este tiempo que tendríamos que ir en un vehiculo?!

-Fue divertido- comencé a caminar- debes de admitirlo.

-¡¿Qué?! Claro que no, me engañas, me has engañado- dramatizó.

-Eres peor de lo que imagine alguna vez- suspiré.

Nuestros pasos eran rápidos, la noche comenzaba a ser fría provocando que el viento impactara sobre nuestros rostros.

-¿Enserio?- murmuró observando la gran puerta ante nuestros pasos.

-Créeme que también me pregunte lo mismo-reí saludando a la mujer con un asentimiento antes de ingresar.

El calor nos envolvió apenas entramos, el clima era el mismo que la noche anterior exceptuando que esta vez se encontraba más repleto.

-Ahora se porque tanto te gusta vernir- sonrió observando hacía el frente donde se encontraba Michael conversando con un hombre demasiado cerca.

Negué riendo, sabía que tenía mala suerte.

-Me parece que se encuentra bastante concentrada- murmuré con seriedad.

-Oye hermano, puede que sea su amigo- musito Zac caminando hacía la barra.

Mi rostro se encontraba sin ninguna emoción, mi cuerpo se encontraba tenso.

Pero.. ¿Por qué carajos me sucedía esto?

-¡Chicos! Han llegado- sonrió observando a ambos rápidamente antes de volver su atención al sujeto extraño.

-¿No me iba a ir mal?- pregunté en su oído a modo de broma.

Mi mirada se poso sobre Michael quien ignoraba totalmente mi presencia, una enorme sonrisa se posaba sobre sus labios; mientras su cuerpo se encontraba levemente inclinado sobre la madera.

Muy bien, Matt. Te ha ignorado más que su gato.

Podía sentir la mirada de Zac sobre mi, pero me negué a seguir observandola.

Un leve escalofrío recorrió mi cuerpo al sentir una mano cálida sobre mi hombro.

Gire mi rostro encontrándome con una joven morena de ojos verdes.

-¿Interrumpo?- preguntó sonriendo.

-Oh claro que no- respondí sintiendo una mirada diferente sobre nosotros.

-Me llamo Taylor- espetó.

Debería ser un pecado ser tan hermosa.

-Encantado- sonreí con amabilidad- mi nombre es Matt.

-Lindo nombre, Matt- sonreímos- ¿Les gustaría unirse a nuestra mesa? Somos nuevas por aquí- señaló donde se encontraba una chica morena de ojos oscuros comiendo una manzana.

¿Quien come una manzana en un bar..?

¿Por qué las mujeres de aquí son tan extrañas?- pensé observando a Zac, este asintió sonriendo.

-Claro- reí siguiéndole.

-¡Matt!- Michael me llamó alzando su voz sobre la musica- ¿Quieren algo de beber?- su rostro se encontraba completamente serio.

Oh.. ¿Ahora recuerdas que existo?

-No, gracias. Tal vez luego- respondí girando mi cuerpo.




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